Ante la visita del presidente Macri

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(Por CTA Bahía Blanca-Cnel. Dorrego) El presidente Macri inaugurará las obras de ampliación de la planta que Dreyfus tiene en la zona de Galván: dos tolvas para recepción de camiones, cuatro silos de chapa de aproximadamente 5265 toneladas de capacidad cada uno, el cambio de posición de la balanza para control de camiones vacíos, la construcción de nuevas calles internas para que egresen de la planta los camiones vacíos y la modificación y ampliación de la línea de recepción de producto por vagón e instalaciones y equipamiento para transferencia de mercadería desde un punto a otro de la planta.

Son mejoras en los negocios que esta corporación cerealera realiza desde hace más de cien años en la ciudad. Negocios que han recibido un gran impulso este año gracias a las decisiones políticas que produjeron la devaluación y la reducción y eliminación de las retenciones. Esto ha significado millones de dólares que las cerealeras han embolsado como beneficios extraordinarios.

La patronal extranjera le agradecerá al presidente este buen clima para sus inversiones.

¿Alguien se acordará de Cesar Benítez? Un trabajador de la construcción que el 24 de marzo de 2011 murió asfixiado por la tierra y los escombros que lo sepultaron, como consecuencia del desmoronamiento producido cuando operaba una pala mecánica en un profundo pozo en la planta de la empresa Louis Dreyfus Comodities.

Dreyfus había tercerizado el trabajo que estaba a cargo de la subcontratista IGM. Seis días se tardó en encontrar el cuerpo de Cesar Benítez que permaneció sepultado en un pozo de 13 metros de profundidad. Se sabía de la peligrosidad de la tarea ya que las aguas de las napas subterráneas habían puesto muy fangosa la tierra. Sin embargo se siguió adelante con el trabajo ese día, que además era feriado nacional. Precarización laboral se llama esto. Poco vale la vida de un trabajador en medio de estos millonarios negocios. La desidia del capital frente a la desprotección del trabajo. La vida vulnerada de ese joven obrero no será mencionada.

Por el contrario, Macri en el discurso del bicentenario ha dicho:” “Tenemos que alejarnos de lo que pasó en los últimos tiempos, que creció el ausentismo, las licencias, las jornadas horarias reducidas. Cada vez que un gremio consigue reducir una jornada horaria, todos los demás argentinos lo estamos asumiendo como parte de un costo y no está bien”. Lejos de preocuparse por el 40% de trabajadores en situación de precarización laboral toma las preocupaciones patronales por la supuesta falta de productividad de los obreros argentinos.

Por eso desde la CTA Bahía Blanca-Dorrego y ante la visita de Macri recordamos a Cesar Benítez. Un obrero de la construcción, un hombre con derecho a una vida digna, víctima de la avidez de ganancias y la codicia del capital.