Durante la tercera jornada del juicio a Jonathan Luna, imputado por el femicidio de Micaela Ortega, declararon 10 testigos.

Luego de la sorpresiva tomografía que le realizaron a Luna a pedido de su defensor, se especuló con la posibilidad de que se lo declare inimputable por un golpe que tuvo en la cabeza cuando tenía 12 años. Peritos de ambas partes descartaron que aquel hecho haya afectado su capacidad para entender sus actos y desbarataron la estrategia defensiva.

El doctor Enrique Gabriel Grimi, perito de la Asesoría Pericial, entrevistó a Luna dos veces. Las pericias buscaron evaluar si el acusado estaba en posición de enfrentar un juicio penal y si entendía la importancia de sus actos. “Descartamos cualquier tipo de trastorno mental que le impida actuar libremente”, señaló. A su vez, destacó que “sabía que lo que había hecho era grave”.

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Luna tiene trastorno antisocial de la personalidad, lo que se denomina psicopatía. Se trata de personas con un profundo desprecio hacia los derechos de los demás, narcisistas, egocéntricos y manipuladores, según coincidieron Grimi y Rocío Cirigliano, peritos ofrecidos por la Fiscalía y Emiliano De Prada y Daiana Kolman, propuestos por la defensa.

Grimi argumentó que la psicóloga que realizó la evaluación para otorgarle la libertad condicional en Rio Negro “dijo que había que darle una oportunidad”. Como dicho análisis es “muy subjetivo” se decidió realizar un estudio denominado “Riesgo de Violencia”. Se evaluó la capacidad para comprender los actos, la capacidad de empatía, su conducta. Se analizó también el riesgo socioambiental, problemas psicológicos, abuso de sustancias. “Concluimos que tiene alta posibilidad de cometer un acto criminal”.

Luego, declararon una psicóloga y dos licenciadxs en criminalística de la Delegación Departamental de la Policía Científica de Mar del Plata. Infirieron que era posible que Micaela haya sido víctima de abuso, que ante la negativa a tener relaciones sexuales, Luna la golpeó, la mató y la ató de pies y manos. “La víctima tenía el torso descubierto. El lugar apartado, la distancia entre el encuentro y el lugar del hecho, nos hacen pensar que no fue con intenciones de robo sino de abuso, porque lo podría haber perpetrado el robo en los primeros metros”, destacó Gisela Gripopalma.

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Destacaron que Luna utilizaba un modus operandi, se acercaba a sus víctimas por redes sociales utilizando nombres falsos, siempre comenzaba las conversaciones con “Hola, hermosa”, “Hola, bonita”. Luego concretaba un encuentro. Más tarde publicaba los objetos de valor sustraídos a la víctima, como hizo con la planchita de pelo de Micaela. Peritos de la Policía Científica señalaron que existió por parte de Luna un predominio físico, psicológico y de contexto con respecto a Micaela.

Pedro Fullone, vecino de Luna y padre de las chicas que declararon ayer,  comentó que le dijo al imputado: “Vos me tocás a una de las nenas y yo te limpio”. También se presentó, Damián González Carro, dueño de la empresa ubicada en Bolivia 1250 cuyas cámaras de seguridad registraron a Luna caminando junto a Micaela.

Daniel Gustavo Constantini, médico legista y forense de la Policía Científica, confirmó que la data de muerte se trataba de entre 25 y 35 días antes de ser encontrado el cuerpo y que la víctima había sido golpeada en la cabeza. Fabián Pachecho, Subcomisario de la Policía Bonaerense, certificó haber encontrado las pertenecías de Micaela en el allanamiento en el domicilio de Luna.

El juicio continúa mañana a partir de las 9.30 en el quinto piso de los Tribunales de Estomba 34.

En la segunda jornada del juicio por el femicidio de Micaela Ortega declararon la ex pareja del imputado Jonathan Luna, Eliana Espinoza; el secretario de Seguridad municipal, Emiliano Álvarez Porte; policías que intervinieron en la investigación y tres menores de edad del entorno de Luna.

Pablo González, jefe de la División de Delitos Complejos de Policía Bonaerense relató que junto a su equipo se presentaron en nuestra ciudad un mes después de que Micaela desapareciera, el 23 de mayo de 2016. Dos días después aportaron información del Facebook de la nena a una ONG.

Dicha pesquisa incluía chats con “una mujer grande que parecía protegerla”. “Esta persona le decía que si estaba mal vaya a su casa”. “Ella vivía en Villa Rosas”, supuestamente, por lo cual el equipo de González intentó durante dos días ubicar las fotos de la cuenta en ese barrio.

“Estábamos a merced de las escuchas telefónicas de los celulares asociados” con las cuentas de Facebook. La División de Delitos Complejos llegó a Eliana Espinoza, ex pareja de Luna, mediante una escucha telefónica donde decía que iba a buscar un trabajo en la ruta Sesquicentenario.

“Llovía mucho, había cuatro efectivos en el auto. La mujer bajó del colectivo y la interceptamos”, declaró González. Espinoza fue trasladada a la Fiscalía para declarar. “Había entrado un mensaje de su marido que decía ‘desbloquéame que te cuento la verdad’”. La mujer se puso nerviosa y empezó a llorar.

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Cuando la interrogan y le preguntan qué había pasado con Micaela, Espinoza dijo: “Yo creo que la mató y la violó”. A través suyo dieron con Luna.

“Llegamos y él estaba adentro. Cuando registran la casa encuentran la planchita y un porta SUBE con stickers”. “Yo no la maté, le robé las cosas”, dijo el imputado en ese momento.

González afirmó que “[A Micaela] la puso en un lugar de desprotección donde sabía que si pedía ayuda no iba a ir nadie”.

El segundo testigo fue Marcos Herrera, instructor de caninos de la policía de Río Negro, adiestrador de K9.

“Recibí un llamado telefónico directamente de Mónica, para que busque a su hija. Me presenté a la policía y empecé a trabajar. El día que resguardaron la habitación de Mica comenzaron la búsqueda. Cerca de las 21 horas nos encontramos cerca de las vías y la estación de servicio donde habían visto a Mica. El perro hizo seis kilómetros por las vías hasta llegar a un puente y quiso seguir otros seis kilómetros”.

Herrero dijo que tuvieron que cruzar un alambrado. El perro empezó a olfatear y siguió hasta un vagón. “Luego hasta una manga y al lado estaba el cuerpo de la nena. El lugar era muy difícil de acceder”. Se perimetró hasta que llegaron la policía y los bomberos.

Después de varios meses, el 18 de marzo, Herrera ayudó a Mónica Cid a encontrar más cosas. El testigo expresó que estaban haciendo un ejercicio con los bomberos de Punta Alta –Mónica les había dado una prenda de Micaela para que hagan la prueba– y buscando entre los pastizales, hallaron una billetera de cuero marrón.

Eliana Espinoza, ex pareja del acusado, fue la tercera en declarar. Comentó que conoció a Luna cuando estaba detenido. “Hace dos años salió con la condicional y no quiso volver más”. Al llegar a Bahía Blanca se quedaron un mes en casa de una amiga, Nancy, hasta que consiguieron un terreno donde construir la propia en El Saladero. “Sólo con mi esfuerzo, él no hacía nada”, afirmó la mujer, “yo lo mantenía, él se dedicaba al teléfono”.

“Yo sabía que tenía dos cuentas de Facebook. Cada vez que yo le decía algo, [Luna] se enojaba. Me trataba mal y a veces me pegaba”.

Cuando Micaela desapareció, Espinoza volvió a su casa y vio a Luna sacándose la ropa mojada, que quemaría al día siguiente. “Me dijo ‘me fui a robar un teléfono, se lo robé a una piba’”. Discutieron.

Cuando la mujer vio la noticia sobre Micaela, le dijo a Luna: “Ese sos vos, hijo de puta. Si vos le robaste, sabes con quién se fue”. Discutieron nuevamente. “Quemó la ropa cuando lo reconocí en la cámara [de seguridad]”, afirmó la testigo. “Cuando no aparecía la nena yo le pregunté y me dijo que me calle que ‘iba a ser boleta yo y mis hijos’”.

“Es muy agresivo. Discutíamos, me pegaba. Tenía temor, mucho temor. Daiana, una amiga, se hizo cargo de mí cuando me pegó; llamó a la ambulancia. Se juntaba con gente de 16, 12, 13 años”.

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Daiana, una adolescente amiga y vecina del barrio, fue la siguiente testigo. “[Luna] empezó siendo amigo de mis hermanas (16, 14 y 6 años)”. Respecto a la relación del acusado con Espinoza declaró que “tenían una mala relación, peleaban mucho y él le pegaba”.

Agregó que el acusado se mandaba mensajes con chicas. “Ella le pegó y después él le empezó a pegar [a Espinoza]. Él no la quería a ella, estaba con ella porque lo mantenía”. Sobre los objetos que el acusado le sustrajo a Micaela comentó que le quiso regalar la planchita “pero no la quise porque la mujer era muy celosa, para evitar problemas”. Daiana reconoció el gorro con el que se ve a Luna en las cámaras de seguridad y al propio imputado en el video.

Respecto al día que Mica faltó de su casa, la joven dijo que Luna “apareció con la planchita, el celular y con la ropa embarrada”. “Estaba atento a lo que decían las noticias del caso”. “Él estaba enamorado de mi hermana Ana (15)”.

Luego fue el turno de Emiliano Álvarez Porte, secretario de Seguridad del Municipio, quien participó de la búsqueda el día en que encontraron el cuerpo y aprehendieron a Luna. Recordó que caminaron dos horas y media con el perro K9 adelante. Le preguntó al femicida si había matado a Micaela. “Bueno sí, la golpeé, ella se defendió y se golpeó con algo”, respondió Luna. El secretario agregó que le dijo que “le quiso robar”. “Me zarpé un poco, pero la pibita se defendió”, concluyó.

Ana (16), hermana de Daiana, declaró que se llevaba bien con Eliana Espinoza y que iba a la casa a tomar mate. Sobre el acusado dijo: “Ella trabajaba, él estaba todo el día acostado con el celular. Luna maltrataba a Eliana, una vez le pegó delante mío. Yo no me metí”.

Luego añadió que “cuando pasaban noticias del caso de Micaela nos hacía callar a todos”. “Apareció con una planchita y me dijo que la había robado”. “Cuando le estaba pegando a Eliana nos dijo ‘ustedes de acá no se van’”.

La testigo ratificó que las amistades de Luna eran de 15-16 años y que dejó de ir porque “me enteré que estaba enamorado de mí”.

El último testimonio de la jornada fue el de Ezequiel, un vecino de 15 años, a quien Luna le mostró la planchita de pelo y le preguntó si se la cambiaba por un equipo. Sobre la relación de Luna y Espinoza el joven declaró: “Se llevaban mal. Se cagaban a palos. Una vez ella le tiró el cenicero, y después él la cagó a palos”.

Las audiencias continuarán este miércoles a las 9:30 en Estomba.

Esta mañana comenzó el juicio por el femicidio de Micaela Ortega en los tribunales de Estomba 34. Jonathan Luna, de 28 años, es el único imputado en la causa acusado por homicidio calificado agravado por alevosía, violencia de género, robo y grooming.

El dr. Sebastián Cuevas, defensor oficial, reconoció los hechos que se le achacan a Luna pero cuestionó la calificación legal de los mismos. Expresó que Luna pedía retirarse y no formar parte de los debates hasta lectura de los alegatos, beneficio que le concedió el tribunal.

Las juezas Claudia Fortunatti y María Elena Baquedano y el juez Eugenio Casas escucharon las declaraciones de lxs testigos: Mónica Cid y Claudio Ortega, madre y padre de Micaela; Axel, supuesto novio de Micaela, y su hermana Ludmila. También fueron convocadas Alicia Acuña y Verónica Coleffi, vecina y maestra del colegio de Micaela respectivamente. Se espera que alrededor de 90 personas testifiquen en el transcurso de la semana.

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Las preguntas fueron realizadas en su totalidad por el fiscal Rodolfo de Lucía y por la abogada de la familia de la víctima, Fernanda Petersen. Por su parte el defensor oficial, decidió no formular interrogantes para lxs testigos.

La jornada comenzó a las ocho de la mañana con una conferencia de prensa realizada por la familia en el recinto del Concejo Deliberante. Ante la mirada atenta del público, concejales y medios, Mónica Cid leyó un documento en el que retoma todo lo sucedido a su familia a partir del 23 de abril de 2016 cuando Micaela desapareció. Al mismo tiempo, agradeció a aquellas personas que la acompañaron y siguen acompañando desde el primer día.

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El inicio del juicio por el femicidio de Micaela Ortega contó con intervenciones  en las calles y en la plaza Rivadavia, la presencia de activistas feministas de todo el país y de funcionarixs locales, provinciales y nacionales.

Silvia Lomi, subsecretaria del Instituto Nacional de las Mujeres, explicó que “nosotros estamos presentes para apoyar, no solo en términos emocionales, sino en toda una cuestión técnica que viene trabajando el equipo de casos desde hace ya bastante tiempo”.

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Respecto a las expectativas que tienen por la resolución del juicio, Lomi comentó que “la justicia es un poder independiente pero que por supuesto tenemos expectativas. El caso tiene muchas dudas para plantear dificultades, suponemos que sí. Nosotros estamos solamente trabajando desde un equipo de expertxs que han hecho todo para acompañar este caso. Suponemos que va a tener una resolución favorable”.

Las audiencias continuarán mañana y hasta el viernes 13 de octubre a partir de las 9:30 en el quinto piso de los tribunales de Estomba 34.

Desde las 9:30 de este lunes y hasta el viernes se desarrollarán en los tribunales de Estomba 34 las audiencias del juicio contra Jonathan Luna por el femicidio de Micaela Ortega. La nena de 12 años desapareció el 23 de abril de 2016. Luna la engañó a través de las redes sociales, la sacó de su casa, la hizo caminar 13 kilómetros bajo mentiras y la mató cuando no pudo abusar de ella.

En diálogo con El Mejor Equipo de FM De la Calle (martes de 10 a 14), su madre, Mónica Cid, afirmó que “desde la justicia me explican que puede llegar a quedar como un homicidio. Con Fernanda Petersen vamos a luchar porque esto es un claro femicidio, por el cual vamos a pedir perpetua”. “Con el fiscal hemos trabajado codo a codo y tenemos más que suficiente para este femicida se pudra en la cárcel. Nos sobran pruebas”.

Días antes de comenzar el juicio Cid y su abogada dieron con una cuenta de Facebook que Luna administraba desde el penal de Florencio Valera donde estaba encerrado. “Es como dejarle a un homicida un arma. Él mató a mi hija a través de las redes sociales, a través de un celular y no puedo creer que siga con tanta impunidad, manejándose como quiere. El Jonatan Luna que conocimos, el que vivía en El Saladero, él que mató a mi hija está cada vez mejor. Nosotros estamos cada vez peor, mi hija muerta y él haciendo una vida completamente fácil”.

La madre de Micaela sostuvo que siente que la justicia le toma el pelo: “Desde el penal deberían estar sabiendo que mató a una niña a través de la redes sociales. Ningún compañero que tenga celular, porque él atenúa que el celular era de un compañero, tenía 160 mujeres captadas, había muchísimas niñas, hacía el mismo trabajo que hacía afuera”.

“Yo confío en la justicia, voy a ir por esa resolución que se merece él. No puede tener más acceso a la tecnología de por vida, ese es un trabajo que voy a tener que hacer yo, más allá de que ahora confío en que va a salir todo bien”.

A poco más de un año del femicidio, Cid compartió un camino con otras mujeres que la acompañan y, además, asumió el compromiso de concientizar a lxs más jóvenes. “Mi vida cambió. Yo era una persona común, una persona que pasaba desapercibida en cualquier lado: tengo mi trabajo desde hace 20 años, mi casa, mis hijos. Mi hija, sobre todo, porque mi hijo ya es mayor. Era mi vida y me ha quedado ese vacío que he empezado a llenar. Hoy soy Mónica Cid, mamá de Micaela”.

Por otro lado, hizo referencia al acompañamiento de que viene recibiendo: “Mi vida anterior no tenía un registro del movimiento de mujeres y hoy soy quien soy y le debo mi vida a un movimiento que es Desbandadas, ellas son las que me mantienen en pie. Cuando sonaban los tambores cuando buscaban a Micaela, yo sentía que Micaela me podía escuchar y hoy siento lo mismo. Hoy, a través de Desbandadas, siento que mi hija se acerca y me da la misma fuerza que me daba para buscarla”.

En el inicio de las audiencias, se espera la llegada de referentas de otros puntos del país: “Tengo la promesa de la Mesa de Femicidios del Congreso, gente del Consejo Nacional de las Mujeres que va a mandar una comitiva. Va a ser un movimiento grande”.

En cuanto a las respuestas del Estado a sus demandas, Cid manifestó que “desde el Municipio se está trabajando, desde Nación no he tenido respuestas de nada, en algún momento yo no entré en agenda, como me dijo el secretario de Macri, y cuando él me pidió ir a Buenos Aires para la foto del 25 de noviembre, del Día de la No Violencia hacia las Mujeres, Niñxs y Adolescentes, yo le dije que no entraba en mi agenda. Quizás también un poco es eso, que no me tengan en cuenta”.

La gobernadora María Eugenia Vidal en una de sus primeras visitas a la ciudad la visitó y abrazó en su casa: “Todo quedó en esa foto, no hubo más respuestas de nada. Yo necesito hablar con ella, yo necesito que intervengan en ese penal. Cuando Jonathan Luna elige, porque encima tuvo el privilegio de elegir dónde estar. Y necesito que Ferrari tome intervención porque ese hombre no puede volver a tomar contacto con la tecnología, porque es un potencial asesino a través de las redes sociales”.

“Espero que me acompañen, que no me dejen sola. Que haya podido demostrar también que le podría haber pasado a cualquiera y con esto que Jonathan Luna sigue haciendo, nos sigue demostrando que podemos seguir cayendo como moscas todos los días y que Bahía tome conciencia”.

Luego del femicidio ocurrido el viernes en Villa Mitre y a días de que comience el juicio a Jonathan Luna por el caso de Micaela Ortega, la abogada Fernanda Petersen habló con El Mejor Equipo de FM De la Calle.

Sobre la muerte de Mónica Esteban afirmó que no avanza el cambio de actitud y respuesta de lxs agentes del Estado.Empieza con la violencia verbal y terminamos con la institucional. Después de más de diez denuncias no podemos estar hablando de que la justicia no tomó ninguna medida, que este hombre no pudo ser notificado o que no se presentó”.

Y aseguró que “si a una de sus ex parejas le robó el botón antipánico estamos ante la presencia de una persona que evidentemente no va a cumplir ninguna ley, ninguna restricción que se le imponga, se tendrían que haber tomado otras medidas”.

“Obviamente que el Estado es responsable por esta inacción y por la falta de preparación en perspectiva de género: de entender la problemática de las denuncias por violencia, lo que es un círculo de violencia, y por qué muchas veces las mujeres vuelven con los violentos. Esta mirada errada de la situación hace que, lamentablemente, el viernes hayamos tenido que sufrir otro femicidio en Bahía Blanca”, aseveró la abogada.

Petersen consideró que para transformar esa mirada del Poder Judicial “la capacitación es fundamental. Y es una regla de oro creerle a la víctima. Si una mujer denuncia en diez o quince ocasiones violencia (verbal, física, económica, etc.), y tenemos como antecedente otra pareja que también había hecho denuncias. La medida de ‘no acercamiento’ está comprobado que no sirve. Como jueces o como parte de un sistema de justicia, pidámosle a lxs legisladores que lo modifiquen. Evidentemente este tipo de delitos tendría que tener otro tipo de abordaje”.

A raíz de estas situaciones, en el Colegio de Abogados están armando un consultorio gratuito para las víctimas de violencia y van a disponer un día de atención específico con abogadxs de la matrícula que trabajen esta temática. “Para tener también otro lugar porque, lamentablemente, la consulta es cada vez mayor”, afirmó Petersen, quien ya confirmó su participación.

El fin de semana también se supo que Jonathan Luna, femicida de Micaela Ortega, contaba con una cuenta activa de Facebook desde el penal de Saavedra. Al respecto, la abogada de Mónica Cid aseguró que “es una provocación”.

“El Estado está ausente en muchísimos espacios y nos toca a lxs particulares en cada situación hacer la denuncia y llevar adelante las acciones que tienden a corregir esto. Nosotras no estamos pidiendo que a Jonathan Luna no se le respeten los derechos, estamos pidiendo que las medidas de seguridad y de conducta que tiene que cumplir, las cumpla.

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“En las manos de Jonathan Luna, un dispositivo tecnológico con acceso a internet, es un arma. Es una persona que está imputada del delito de femicidio, de grooming (captación de menores por redes sociales), y que ha tenido otros intentos de captación antes y después del femicidio de Micaela. Me parece que, como mínimo, se debe tomar alguna medida al respecto”.

“Desde lo legal, es inentendible. Desde lo personal y particular, hay que decirle a la familia ‘este sujeto tiene una cuenta activa de facebook y publica fotos de él, con su compañero de celda, etc’. Se genera una situación de mayor vulnerabilidad para los familiares de las víctimas, que sienten que el Estado, como muchas veces estuvo ausente en temas de la búsqueda o recursos de la fiscalía, también está ausente en la supervisión de estas medidas particulares”, explicó.

Petersen también representa a la artista Olga Corrales, quien fue detenida el último Ni Una Menos (3 de junio), luego de realizar pintadas en Punta Alta. Si bien tuvieron tres instancias para reunirse con la persona que representa al Municipio de Coronel Rosales, optaron por ir a juicio “porque lo único que hacía era dilatar una situación que, consideramos, no era la intención de ninguna de las chicas pedir disculpas”.

Y reflexionó al respecto: “Una puede compartir o no la decisión de pintar un monumento –que no fue un monumento, sino la arcada de la entrada a la plaza de Punta Alta–, pero eso en media hora y con una lata de pintura se solucionó. Las mujeres que faltan, no vuelven más. Las mujeres abusadas tampoco vuelven a vivir una vida como la que tenían antes”.

“Cada vez que una mujer hace una denuncia y Tribunales no la escucha, eso no vuelve para atrás. El Estado está presente, pareciera, en el respaldo al femicida, al violento, y da mensajes violentos. Esto envalentona a cualquier machista que ande suelto, a sentirse con derechos para hacer lo que se le antoja”.

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(Por Helen Turpaud Barnes) Mariquita, Merceditas, Juana, Eduarda, Victoria, Evita, Isabelita, María Julia, Adelina, Lilita, Mirtha, Susana, Cristina, Margarita, Dilma, Michelle, Keiko, Hillary, Gabriela, Lucha, la “Peque”, Blacky, Magdalena, Hebe, Norita.

Los escenarios de la política, el espectáculo, las artes, el deporte o el periodismo a menudo presentan a las mujeres que los pueblan solo por su nombre de pila. Sin apellidos ni especificaciones. ¿Qué sentidos conlleva esta ausencia de apellido? ¿Qué significará que con la sola mención de ciertos nombres de pila femeninos sepamos de quiénes se habla?

Hace ya un par de años empecé a notar cierta regularidad en algunas tareas escolares hechas por mis estudiantes. Cuando deben referirse a autores varones, utilizan indefectiblemente el apellido del escritor en cuestión, esté precedido o no por el nombre de pila. Pero cuando se refieren a autoras mujeres, un porcentaje nada despreciable del curso lo hace tan solo por su nombre de pila. Por ejemplo, para referirse a textos de Roberto Arlt, Arthur Conan Doyle y Agatha Christie, varias personas escribieron hablaron de “Arlt, Conan Doyle y Agatha”. Otro curso debía leer unos relatos de terror, y se referían a “Edgar Allan Poe, Horacio Quiroga y Ana María” (por Ana María Shúa). La misma situación se repite invariablemente cuando trabajamos algo relativo a mujeres científicas. Al menos tres o cuatro estudiantes por tarea suprimen el apellido de alguna mujer. Al principio no notaba el sesgo de género que revestían tales inexactitudes: simplemente las atribuía a una excesiva informalidad en la escritura. Sin embargo, al ver que se trataba siempre de mujeres, se imponía la necesidad de un análisis diferente.

El nombre de una persona es algo profundamente complejo e importante. Ningún ejemplo más claro que las implicancias de la supresión del nombre y la identidad de los niños y niñas que se secuestraron durante la Dictadura Militar de 1976.

No siempre han existido los apellidos, al menos no con el sentido que le damos actualmente, que es el de la filiación. Sin embargo, ya hace miles de años en lugares como China se podía tener cierta “identificación de clan” en el nombre, el cual en ese caso era matrilineal. Y a la lo largo de los siglos, para los pueblos latino, judío, árabe, visigodo, castellano, normando, escocés, etc., el sentido del apellido era señalar la filiación de una persona con el nombre del padre o progenitor. Otros apellidos derivaban del nombre de un oficio, región o ciudad, pero siempre remitían a una comunidad de la que se era parte.

Así, el apellido es una especie de anclaje general más allá de la particularidad del nombre de pila. Con todo lo patriarcal que tenga el hecho de que los apellidos se hereden por línea paterna, es algo que a menudo nos identifica a lo largo de toda nuestra vida. Carecer de apellido es quedar remitida al particularismo, desgajada de algo mayor que te contenga. Y sí: suprimir un apellido es suprimir parte de un nombre.

Todo depende del peso que se ponga en cada elemento, claro está. Muchas personas afrodescendientes son conscientes de que su apellido deriva del de los amos de sus ancestros y ancestras. Muchos apellidos de personas indígenas son los de los conquistadores que violentaron sus pueblos. En esos casos, el apellido es la marca de la opresión y el silenciamiento de otros nombres previos. Por eso, renegar de ciertos apellidos, cambiarlos o suprimirlos puede ser rebeldía. Pero no parece ser el caso que tratamos aquí.

Por cierto, la lucha también puede consistir en hacer valer un nombre que viene a subvertir la lógica nominativa binaria. En el libro La gesta del nombre propio, la activista travesti Lohana Berkins da cuenta de una batalla específica: la de visibilizar el nombre en femenino de las travestis y mujeres trans. Para una trans, para una travesti, usar el nombre de pila elegido es un modo de re-existir frente al machismo transfóbico.

Más allá de esto, llamar por el nombre de pila puede implicar sincera confianza o gesto confianzudo, puede ser informalidad o descuido. Llamar por el apellido puede significar frialdad, distancia, ironía o formalidad. Existen además cuestiones vinculadas con las diferencias de clase. Los matices son a menudo difíciles de evaluar, pero es probable que la diferencia entre usar o no el apellido de una persona sigue aproximadamente cierta línea divisoria entre la formalidad y la informalidad, y –por tanto- entre lo atinente a los asuntos públicos y lo relativo a la domesticidad.

¿Por qué casi todos los medios de comunicación nombran diferente a políticos varones y a políticas mujeres? ¿Por qué nadie nombra a la ex presidenta solamente por su primer apellido? ¿Por qué al hablar de las últimas elecciones presidenciales en EE.UU. se mostraba el mismo sesgo a la hora de distinguir entre un muy apellidado Trump y una muy doméstica “Hillary”? Se objetaría que decir “Clinton” generaría una confusión con el anterior presidente de USA. Pero nada costaba decir el apellido precedido por el nombre, y para el caso no hemos visto que se llamara simplemente “Donald” al candidato y ahora presidente republicano. Más aún: que hubiera dos Bush presidentes nunca implicó que el segundo se viera despojado de su apellido por la sola existencia del primero.

Podrían citarse excepciones conocidas: Víctor Hugo, Evo, Fidel, Diego. Pero no va más allá de eso y habitualmente los diarios y boletines informativos reponen el apellido faltante. En el caso de Néstor Kirchner vale una aclaración: antes del fallecimiento del ex presidente ocurrido en 2010 era totalmente inusual usar solamente “Néstor” para nombrarlo. Fue el periodista Lanata una de las primeras voces que empezaron a llamarlo por su nombre de pila en los medios una vez fallecido. Y hasta el día de hoy el tratamiento del ex presidente por su nombre de pila coexiste con el nombramiento de su figura solo por su apellido.

Designar con nombre completo a una persona es hacerla parte de una comunidad amplia e inscribirla en el ESPACIO PÚBLICO. Nombrar con apellido a alguien es un gesto de reconocimiento por fuera de una única familia. Es suponer que puede haber otra gente con otros nombres y que una tiene derecho a ser nombrada claramente. Es admitir a esa persona por fuera del ámbito doméstico. Al hablar en familia, no nombramos con apellido a una tía, una abuela o un primo. En casa, no usamos apellidos. Solo lo hacemos cuando ingresa la alteridad de “familias/casas otras” frente a las cuales nos nombramos. Es decir, en la arena pública, en la polis.

No por nada una de las aspiraciones más ancestrales de todos los tiempos y de todas las culturas es la de perpetuar el linaje y el apellido. Pero es una aspiración masculina. Las mujeres, ni en vida tenemos apellido. Muertas mucho menos. Menos que menos las víctimas de femicidios, quienes siempre son nombres de pila sueltos, dispersos, desmembrados, apilados.

Es que es en el espacio público donde las mujeres no tienen lugar, o si llegan a tenerlo, deben conservar ciertas marcas de domesticidad y reclusión a lo privado. Hay que “recordarles” de dónde vienen (o a dónde “deberían” volver). La mujer política, la que triunfa en deportes, la conductora periodística ejerce una tarea pública, pero no por casualidad “hombre público” tiene un significado muy diferente a “mujer pública”. Para las mujeres, a lo sumo admitimos un nombre con un apellido agregado, pero casi nunca un apellido solo. Un Cristina Fernández, pero nunca un Fernández; un Susana Giménez, pero nunca un Giménez. Y no por temor a confundir con otra gente apellidada igual. Hombres con esos apellidos no requieren de su nombre de pila todo el tiempo. Esos apellidos son prerrogativa de los varones: conservan el derecho a usarlos como “propiedad” de la que son titulares. En el nombre del padre. Las mujeres no son dueñas ni de su apellido.

Vale una aclaración para las simpatías políticas. Que la militancia kirchnerista (sea feminista o no) denomine a una de sus referentas por el nombre de pila tiene un tinte positivo: es señal de simpatía política, confianza y cariño, lo cual es homologable con el tratamiento que se le da a diversas figuras políticas, tanto hombres como mujeres, desde los distintos sectores que les brindan su apoyo.

Pero este no sería el sentido de la nominación usada por sectores no kirchneristas, mucho menos si además son feministas. Sería interesante preguntarnos por qué reproducimos este modo de remitir una y otra vez a las mujeres de alta exposición política y mediática al ámbito de lo doméstico y del particularismo.

Por último, este modo de nominar da cuenta de otra cosa más. Si se usara tan solo el nombre de pila de los varones funcionarios públicos, deportistas famosos, periodistas, etc., rápidamente se repetirían muchos nombres. Que esto no sea tan probable en el caso de las mujeres tiene que ver con la cantidad abrumadoramente menor de mujeres que de hombres que logran visibilidad en política, literatura, periodismo o deportes. Son tan pocas, que parece que ni necesitan el apellido para que sepamos quiénes son. Debemos apostar a usar el lenguaje de otra manera. Pero también debemos apostar a cambiar un sistema que si fuera más justo de por sí cambiaría nuestro modo de nombrar.

“Las mujeres nunca van a tener la libertad de elegir entre cuidar o no cuidar. Tenemos una responsabilidad y somos responsables en el cuidado de la vida, pero no queremos ser las únicas”, dijo la economista Cristina Carrasco en FM De la Calle.

La profesora de Teoría Económica de la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Barcelona (UB) en el Master en Estudios de Género participó de la Catedra Abierta de Violencia de Género de la UNS y la Red Local junto al Espacio Feminista de la Sociedad de Economía Crítica (SEC).

“No somos algo más a la economía oficial porque planteamos un objetivo distinto. La economía debe ser una disciplina que resuelva el problema de las necesidades de las personas y que intente dar la vida más digna posible con los recursos disponibles y, por tanto, el objetivo no puede ser el crecimiento y la acumulación de capital por parte de unos pocos”, explicó.

Carrasco afirmó que desde el siglo XIX, aunque desconocidas, hay mujeres que discuten con los grandes clásicos. “A principios del XX hay un retroceso y a mediados surge la segunda ola del feminismo, el marxismo renovado y una enorme cantidad de movimientos sociales a lo largo del mundo”. Aquel debate marxista-feminista de las décadas del 60 y 70 derivaron en lo que en los `90 empieza a denominarse economía feminista.

Desde entonces se reconoce al trabajo doméstico como trabajo y se subraya su relación “directa” y “oculta” con el empleo. “El doméstico, aparte de dar calidad de vida en los hogares, entrega fuerza de trabajo muy barata a la industria, con lo cual aquí está jugando un papel importante en el incremento de la obtención de beneficios a la empresa capitalista”.

“Hace falta otra economía. No somos algo más a la economía oficial porque planteamos un objetivo distinto. La economía debe ser una disciplina que resuelva el problema de las necesidades de las personas y que intente dar la vida más digna posible con los recursos disponibles y, por tanto, el objetivo no puede ser el crecimiento y la acumulación de capital por parte de unos pocos”, dijo.

La investigadora aseguró que la idea del trabajo como sinónimo de empleo surge a partir del proceso de industrialización. “Antes la palabra trabajo para designar un conjunto de tareas no existía. Por ejemplo en la época en que la gente vivía en el campo había la actividad de la cosecha, la de la pesca, eran actividades diferentes pero no existía una sola palabra que las agrupara a todas”.

“Son los grandes clásicos, empezando por Adam Smith, que empiezan a llamar trabajo a esta actividad que aparece en la industria y le dan una serie de características con lo cual solo miran la producción industrial y la distribución. A partir de ahí todo lo que queda afuera de ese campo no tuvo la característica de trabajo”.

Carrasco agregó que “estos clásicos eran personas muy educadas, muy leídas, muy inteligentes, que dijeron muchas cosas sensatas. Sin embargo, aquí hay una ceguera patriarcal enorme que no pueden ver los otros trabajos que no sean los de la industria”.

“Adam Smith llegaba a decir que el trabajo que hacían las mujeres en casa era muy importante para tener obreros para que el día de mañana le den riqueza a la nación, pero nunca le da categoría económica. Pensemos que estamos en la revolución industrial en Inglaterra, una mortalidad infantil brutal, entonces el papel de las mujeres en la alimentación, en el cuidado de los niños era fundamental para que sobrevivieran”.

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Cuando la teoría neoclásica desplazó al marxismo la economía quedó “dentro de los márgenes de los mercados”. “En esta división del trabajo por sexos, el trabajo reconocido y valorado, el que da más poder se le asigna a los hombres y el otro a las mujeres. Pues los hombres también mantienen su papel privilegiado”.

Tiempos modernos

Respecto a la importancia del tiempo para la economía feminista, Carrasco advirtió que existen muchas dimensiones: “Hay unas más objetivas que se pueden contar y otras muy subjetivas, emotivas, etcétera. Estas más objetivas surgen básicamente en la industrialización. El reloj existía antes pero, a partir de aquí, el tiempo de trabajo empieza a medirse por el reloj”.

“Empieza el tiempo reloj, tiempo cronómetro, todas las horas son iguales porque las horas de la máquina son iguales pero no la de las personas. Lo que interesa es que la máquina sea cada vez más rápida, que se produzca cada vez más, la velocidad, la eficiencia, todo esto es un valor porque produce más dinero”.

“Nos preparan para eso, toda la disciplina que existe desde las escuelas en adelante es preparar para que estés dispuesto a trabajar unos horarios, unas jornadas que cada vez las impone más la empresa capitalista”, explicó.

La economista comentó que las encuestas sobre uso del tiempo permitieron medir algunos aspectos como las horas que se trabajan en casa o fuera de ella, pero no registran los aspectos subjetivos.

“Si en el hogar es importante la relación entre las personas, si yo lavo los platos con mi hijo y aprovechamos a conversar, a lo mejor tardé una hora. Me dicen: ‘Eres muy ineficiente’. No, el objetivo no era lavar los platos, el objetivo era la conversación. Si cambio el objetivo me cambia el tema. ¿Por ganar más tiempo voy a sacar a pasear al abuelo con Alzheimer más rápido? No tiene sentido”.

Carrasco afirmó que el “tiempo de la empresa capitalista es imperialista, ha invadido todo”, por ejemplo, los ritmos de la naturaleza. “Tendríamos que buscar fórmulas. Ir hacia nuevos sistemas donde se respetaran los tiempos de relación, los tiempos de reproducción, y si producimos un poco menos tampoco es tan importante, ¿no?”.

Conciencia contra el patriarcado

La economista feminista criticó las políticas sociales que suelen implementarse frente a las crisis porque “no atacan al patriarcado”. “Relaja muchas veces la tensión o ayuda. Por ejemplo, si me dicen ‘las madres que han tenido un bebé ahora tendrán en el trabajo una hora más libre’, me parece estupendo antes que no tenerla. Ahora, eso no resuelve nada del problema de fondo”.

“Una política que puede no atacar pero ir creando una conciencia distinta son los permisos paternales”, reconoció Carrasco. En algunos países las licencias son intransferibles y se dividen entre la madre y el padre. “Si el padre no lo toma se pierde. Claro, son países que te mantienen el 60 u 80 por ciento del sueldo”.

“Que el padre durante seis meses se quede en casa con la criatura, que falte a la empresa, bueno, empieza a ser como un modelo diferente, puede empezar a cambiar algo a la empresa porque padre y madre se le pueden ir unos meses cuando nazca la criatura y al padre supongo que algo también le puede empezar a cambiar cuando deja de estar en el empleo y está seis meses en casa cuidando a su criatura”, opinó.

Fotos: Sandra Lázaro, eldiario.es

María Cecilia Bravo es chofer de transporte urbano e interurbano. Hace años que busca un empleo estable y las empresas locales se niegan a contratarla sin darle explicaciones. Cansada de golpear puertas, recurrió a la justicia para que San Gabriel, Rastreador Fournier y la estatal Bahía Transporte SAPEM cesen “en las medidas discriminatorias” en su contratación  y la de mujeres en general.

“El trabajo es un derecho fundamental de las personas, y en particular la actora es sostén de familia, y no encuentra otra vía que la legal para obtener igualdad de condiciones en su búsqueda de trabajo”, escribió su abogada Fernanda Petersen.

Agregó que en el sistema local “ha sido imposible ingresar ante las diferentes postulaciones en dicho puesto de trabajo, habiendo contratado en diferentes oportunidades personal con menor capacitación que la que posee la actora, considerando esta parte que se trata de un hecho discriminatorio por el hecho de ser mujer”.

En Rio Grande, Tierra del Fuego, buscan sumar conductoras al transporte público mediante una ordenanza municipal tal como sucedió en Córdoba y Rosario.

María Cecilia visitó esta semana FM De la Calle y contó su historia a El Mejor Equipo (martes de 10 a 14).

“Yo arranqué en el 2010 en lo que era la ex empresa Micro Sur, con traslado de personal a la termoeléctrica, al Arsenal Aeronaval, a la minera Vale. No tuve problema, más que cara de susto al principio de parte de los pasajeros. En el 2013, una empresa de transporte de acá de Bahía, que tiene larga distancia, me dio la oportunidad de manejar los doble piso. Me tomaron una prueba sabiendo que yo no tenía mucho conocimiento más que de colectivo urbano; ahí arranqué con larga distancia y esto lo voy haciendo hasta el día de hoy. Soy una chofer libre, no tengo contrato con nadie. Si hay viajes me llaman, si no hay viajes no me llaman”, relató Bravo.

La trabajadora comentó que “mientras hay viajes más o menos la vas piloteando, pero cuando no hay viajes he ido a limpiar casas, he estado haciendo encuestas en las casas. No tengo problema. Yo alquilo, tengo un hijo a mi cargo, el más chico, y hay que hacerle frente al alquiler, a los impuestos, a la comida y es muy difícil cuando uno no tiene un trabajo fijo”.

“En diciembre de 2013, salgo en tapa de La Nueva Provincia, pidiendo trabajo. El titular era: ‘una mujer colectivera (que no es colectivera, es conductora de última), busca trabajo y no se lo dan’. El único que me dio más o menos un poco más de bolilla, por decirlo de alguna forma, fue Raúl Woscoff y se pidió desde el Concejo Deliberante un pedido de informe a las empresas por que yo había llevado los curriculums. Pero para asegurarnos de que los recibieran, Raúl Woscoff me hizo llevarlos de vuelta y hacer que me firmen un comprobante que yo los había entregado y eso quedó en la nada”, aseguró Cecilia.

El pedido de informe solicitaba información directamente a las empresas Bahía Transporte SAPEM, Rastreador Fournier y San Gabriel: “San Gabriel en ese momento sacaba la 513ex, entonces yo sabía que se tomaba personal y dije bueno, esta es mi oportunidad”.

“A veces es peor que no te digan nada, a que te digan: ‘Tenes el pelo corto’, no sé, por decirte algo, no me gusta y listo. Sé que tengo la capacidad, sé que puedo hacerlo, entonces eso es lo que más indigna”, enfatizó.

Respecto a su capacidad para manejar colectivos, Bravo explicó que “el carnet profesional que utilizan los conductores o los choferes acá en bahía, es el municipal que tenemos todos ampliado a la categoría de profesional. Nosotros en larga distancia, aparte, tenemos que tener otro carnet que te habilita. Yo, por ejemplo, hice temporada en Camboriú este verano. Para salir del país, para sacar la unidad es otro carnet, que tiene todo un psicofísico mucho más completo de lo que es el local”.

“Yo conozco muchos choferes de hace 25 o 27 años. La mayoría de ellos ya se han jubilado. O sea, no me pueden venir a decir a mí, que en cinco años no se tomó personal, es imposible. Pero yo quiero dejar en claro esto: yo no estoy peleando porque soy mujer y tengo que tener el trabajo. No parte por mi condición sexual, sino, parte porque estoy capacitada. Entonces, dame la oportunidad de demostrarlo, porque sé que lo voy a poder cumplir con creces”.

El caso de Cecilia no es el único en nuestra ciudad: “Hay otra chica, que se puso en contacto conmigo, que también entregó curriculum y nunca nada. Hablamos la semana pasada y me dijo que los iba a volver a llevar”.

“Al principio cuando recién entré yo era el bicho raro –dijo la conductora al ser consultada por la relación con sus compañeros-. Yo digo que muchos lo tomaron como herir el orgullo de hombre y me han hecho cuestionamientos de lo que se te ocurra. Por ejemplo: ‘Vos estás manejando y te viene tu período, ¿podés manejar?´. Vos te lo quedas mirando como diciendo: ‘¿Me estás cargando?’. Eso como mínimo”.

“Yo como mujer aprendí a cambiar correa; a cambiar cubiertas, gomones que son más grandes en los colectivos de larga distancia, siempre con mi compañero. Si yo pretendo una igualdad, en la misma igualdad me tengo que comportar yo. No voy a decir: ‘Ah no, porque yo soy mujer no puedo’. No, yo estoy en las mismas condiciones que vos”.

Finalmente, sobre el trámite del amparo presentado ante la justicia afirmó que se demoró con el paro de los trabajadores y las trabajadoras judiciales pero debería tener resolución en los próximos días. “Tengo la suerte de que si hay viajes me llaman, pero la angustia de necesitar una estabilidad y de estar acá es muy importante. He llorado mucho”.

(Por Julieta Revelli) Katherine Gabriela Moscoso tenía 18 años el 23 de mayo de 2015, día en que apareció su cuerpo sin vida semienterrado en un médano en Monte Hermoso. Tras estar seis días desaparecida luego de ir a un boliche, la familia recibió la peor noticia. A más de dos años, aun no hay personas detenidas por el crimen.

Ezequiel Moscoso, tío de la joven y querellante de la causa que investiga su muerte, aseguró que hay evidencias contundentes para detener a quienes fueron responsables. El fiscal a cargo es Mauricio Del Cero, y según la familia no ha trabajado en el caso.

Si bien en diciembre del año pasado pidieron la remoción de su cargo, fue rechazada. Lo cierto es que han declarado más de treinta personas gracias al trabajo en conjunto de la familia de Katherine y Leandro Aparicio, su abogado.

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Investigación

Ante un caso de estas características, la primera duda que surge es por qué ni la policía de Monte Hermoso ni la Unidad Fiscal de Investigación N°5 de Homicidios, a cargo de Mauricio Del Cero y en la que se encuentra el crimen, avanzaron en la investigación.

El único trabajo fue realizado por cuatro investigadores los tres primeros meses. Pese a haber logrado avances, abandonaron la investigación por falta de recursos: la nafta para viajar a la localidad balnearia salía de su bolsillo, al igual que cualquier gasto que necesitaran. El alquiler del departamento para tomar declaraciones, sin embargo, corrió por cuenta de la familia Moscoso.

Después de esos tres meses y hasta el momento, ningún representante de la fiscalía a cargo del caso se acercó a Monte Hermoso a investigar. Mauricio Del Cero, sólo fue dos veces.

Según explicó a Ezequiel, el fiscal tiene “muchas fiscalías a cargo que lo mantienen ocupado”, por lo que no ha podido ocuparse de la causa.

“Todo va al mismo lugar, siempre se nombran a las mismas personas. Entonces si a esas personas no las citas a declarar es muy difícil avanzar”, indicó el tío de Katherine respecto a los autores del crimen.

Irregularidades

El caso cuenta con innumerables interrogantes: el incendio de una camioneta en la que se había encontrado ADN de la joven, el lavado del cuerpo que evitó obtener pruebas, la falta de imágenes de las cámaras de seguridad ubicadas en el centro de la localidad balnearia y la aparición de Katherine en un lugar donde ya se había rastreado, entre otros.

Quizás la más reconocida de ellas sea el linchamiento de Juan Carlos “Canini” González, que ningún policía pudo evitar.

Hasta el sábado 23 de mayo, día en que apareció el cuerpo de la adolescente, González era apuntado como el único sospechoso. Esa misma noche, fue agredido por nueve individuos. Su hermano denunció en reiteradas oportunidades la desprotección de policías que debían ir a custodiarlo y la familia Moscoso afirma que efectivos arengaron la violencia contra “Canini” y permitieron que el crimen ocurra.

Por estas razones, desde el primer momento la familia habló de una complicidad política y policial en Monte Hermoso, que evitó que hasta el día de hoy haya novedades.

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“En Monte nos conocemos todxs, somos ocho mil personas. No se sabe nada porque no se investiga, porque no se trabaja, investigaron tres meses y no hubo más nadie. A nosotrxs Triches, que era el secretario de Seguridad de Monte nos dijo que él no podía hacer nada, que era un ciudadano más del pueblo. Es más, nos quisieron poner psicólogxs para ver si nosotrxs habíamos matado a la nena. Fue una tomada de pelo”, manifestó Ezequiel.

Incluso, la familia sabe qué personas están ligadas al caso.

Hay gente muy poderosa atrás de todo esto sino el caso ya estaría resuelto. La línea investigativa más fuerte vincula al hermano del intendente Marcos Fernández, y si lo ves por ese lado te cierra todo. Tiene más lógica que hayan lavado el cuerpo. La policía de Monte Hermoso es comunal, la maneja el intendente. Tuvieron tiempo para todo. Si querían trasladar el cuerpo decidían que a esa camioneta no la paren y listo. Se llevan el cuerpo, después lo traen, lo plantan ahí, hacen y deshacen como quieren porque tiene todo el poder, manejan todo”, destacó.

Respecto al accionar de lxs funcionarixs de Monte Hermoso ante el caso, Ezequiel afirma que lo minimizaron desde un primer momento, e incluso nunca mostraron interés.

“Cuando apareció el cuerpo no se acercó nadie, ni siquiera para disimular. De ellxs nadie le fue a dar el pésame a mi mamá. Lo único que fueron a hacer, durante la búsqueda, fue llevarle ocho colchones, que mi vieja nunca pidió nada. Y estuvo el intendente dos minutos hablando con ella, y le dijo que estaban a disposición y no sé qué más. Durante los siete días que estuvimos buscando a la nena estuve en la comisaría, anduvimos de acá para allá. Nunca vi al intendente, nunca vi al senador Alejandro Dicchiara, nunca vi a nadie. A los seis meses tuvimos la reunión con el intendente, que dijo que había que dejar que la justicia actúe y recalcó que ponía las manos en el fuego por su familia”, contó.

Cada quince días, la familia Moscoso lleva adelante marchas en la que sólo participan familiares y allegadxs, porque, según afirman, la comunidad de Monte Hermoso les da la espalda. En total llevan 106 y en una de ellas, la número 91, Ezequiel realizó una denuncia a Martín Fernández, hermano del actual intendente que denuncia como uno de los implicadxs.

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“Cuando veníamos subiendo la loma del casino en el recorrido que hacemos de la marcha, venía el hermano del intendente con el camión y nos amagó a tirarnos el camión encima y se nos reía en la cara. Yo lo denuncié y a los dos días me llegó que la causa quedaba en el archivo por falta de méritos. El hermano es el que estaba encargado del boliche Arenas, donde fue Katherine antes de desaparecer”, subrayó.

En cuanto a la “hipótesis” en la que cree la familia Moscoso, la muerte de Katherine se produjo en la madrugada del domingo 17 de mayo de 2015, día en que desapareció.

“Fue todo bien armado. Para mí a la nena la matan el mismo día que desaparece. Y han armado incluso testimonios falsos. Hay una mujer, Blanca Danuncio, que dice que la vio a Katherine el lunes, el martes, y que la pudo haber invitado a tomar mate y la salvaba”, afirmó.

“Katherine debe haber visto algo que ellos no esperaban que viera. O ha participado de alguna fiesta en la que no quiso, la han llevado a tener relaciones y ella no ha querido y al negarse la han matado. Era muy espontánea, si ella vio algo ha dicho que lo iba a denunciar y pasó lo que pasó. Yo en un momento pensé que no la han querido matar a propósito pero le han pegado, la nena se desmayó, la han creído muerta y cuando la enterraron muere de asfixia. O puede ser que la hayan enterrado apropósito”, finalizó Ezequiel Moscoso.

(Por Paula Ércoli) El Concejo Deliberante, a través de la presentación de la concejala María Laura Biondini (Cambiemos), prorrogó la Declaración de Emergencia Pública en materia social por violencia de género. ¿Cuál es la situación actual de las políticas públicas que buscan atender esta problemática? ¿Cómo interviene la declaración de la emergencia?

Balances y análisis, herramientas necesarias.

2012. Manuel Mendoza (GEN) presentó ante el Concejo Deliberante el proyecto de ordenanza “Declaración de Emergencia Pública en materia social por violencia de género”. El objetivo principal, según el texto, era “revertir el número de víctimas”. El objetivo principal, según lo manifestó el edil en la sesión, era habilitar la reasignación de partidas presupuestarias para el real cumplimiento de la Ley Nacional 26.485. La iniciativa se aprobó. El mismo año se creó por la Ordenanza 16.687 la Mesa Local de Violencia de Género, conocida como Red Local de Violencia de Género e integrada por distintas instituciones gubernamentales y no gubernamentales que trabajan en la temática.

2015. Manuel Mendoza presentó nuevamente la declaración de emergencia con los mismos objetivos que el 2012 y mencionó en sus argumentos el trabajo que ya realizaba la Red Local construyendo indicadores por consultas por denuncias por violencia de género en la Comisaría de la Mujer, la Secretaria de Salud, Promover, Región Sanitaria, Nido y otros; sumados a los datos del Observatorio de Género de la Fiscalía, dos organismos que hoy dan cuenta estadísticamente de la situación de violencia que viven las mujeres.

Agosto de 2017. María Laura Biondini pidió la prórroga de la emergencia sin consulta o preaviso a ninguna de las instituciones que trabajan con la temática de violencia, por ejemplo, al Consejo Local de las Mujerescreado por iniciativa de funcionarias de su propia gestión. El Presidente del Concejo Deliberante, Nicolás Vitalini, luego de lo que suponemos se trabajó en comisión, proclamó: “en consideración ingreso fuera de término de despacho”, miró a sus pares y dictaminó: “aprobado por unanimidad”. En menos de 20 segundos tenemos una nueva Declaración de Emergencia en materia de Violencia de Género.

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Todos estos esfuerzos ya mecanizados por darle un carácter de emergencia a la violencia que sufren las mujeres y las sexualidades disidentes, confluyeron en la pregunta: ¿Cuál es el presupuesto que maneja la Dirección de Género para intentar revertir esta situación? No hay datos certeros.

Según Soledad Monardez, Directora de la Secretaría de Políticas Sociales, y Leticia Tamborindeguy a cargo de la Secretaria de Promoción y Protección de Derechos, dicho presupuesto se nutre de partidas otorgadas por sus áreas y de la Secretaria de Seguridad, la cual destina parte de sus ingresos para llevar adelante el Plan Integral contra la Violencia de Género presentado en septiembre de 2016. No hay balance ni planificación posible sin conocer datos, porcentajes que determinen cuál es la situación presupuestaria actual de una oficina que maneja recursos públicos.

La Dirección de Políticas de Género lleva un año en funciones y tiene prometida la planificación de presupuesto propio a partir de octubre. Como marca la Ley 26.485, las organizaciones e instituciones que trabajan con la temática deberían ser parte de este proceso, con acceso real a los datos que permitan hacer un seguimiento de las acciones de gestión.

Si se analizan los datos, parte de la emergencia de la que tanto se habla puede argumentarse con la falta de accesibilidad que las mujeres tienen a los dispositivos propuestos por el Estado: botones antipánico, residencia en el Refugio, solo por mencionar aquellos que se proponen ante una situación de riesgo.

Por falta de accesibilidad no sólo entendemos “que el dispositivo exista”, como lo plantea Soledad Monardez, sino que el Estado analice y observe porqué si en el último trimestre de este año la Red Local cuantificó 632 consultas por denuncias -55% por violencia verbal/psicológica y 30% por violencia física- y la Fiscalía obtuvo en junio de este año 160 denuncias, la gran mayoría por lesiones agravadas (72%) y amenazas (55%), ¿qué sucede con los dispositivos estatales si hay sólo quince botones antipánico en uso y una persona refugiada? Es responsabilidad del municipio intentar determinar las causales de esta situación, que también amerita caracterizarla como de “emergencia”.

A lo largo de la gestión 2016-2017, el presupuesto proveniente de Seguridad se utilizó para capacitar a la Policía Local y a la Guardia Urbana y proveer protocolos para cada patrullero, crear un equipo especializado de la Policía Local en materia de violencia de género, comprar botones antipánico y construir el Primer Refugio Municipal (aún no inaugurado), según el Plan presentado en septiembre de 2016.

Promover, servicio municipal de contención y asistencia a la víctima; los seminarios del 2016; el Proyecto “Querernos tanto”, taller de cuatro encuentros que se realizó en el pabellón de mujeres de Villa Floresta; la inauguración del Consultorio de Diversidad que funciona todos los martes en el Hospital Municipal; y la llegada de 200 cupos del Programa Nacional Ellas Hacen, son algunas de la políticas que se suman a la gestión y que, según las declaraciones de las funcionarias, se supone que son sustentadas por las dos secretarías mencionadas anteriormente.

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¿Para qué utilizarán la prórroga de la Declaración de Emergencia por Violencia de Género? ¿Qué mecanismos disponen para que las organizaciones e instituciones que abordan la temática puedan ser parte de los procesos de decisión, ya que si bien es sumamente importante la implementación de propuestas, también lo es que los/las agentes sociales no gubernamentales puedan aportar su visión?

Parte de dicho aporte es el que mencionan Corina Rodríguez Enríquez y Gabriela Marzonetto en su texto “Organización Social del Cuidado: el déficit de políticas públicas de cuidado en Argentina”,  donde resulta central observar:

-“La falta de sistemas de información unificados generando la superposición de esfuerzos y recursos, y la demanda insatisfecha y desprotección en otras”. Esto puede observarse en la necesidad de la unificación del presupuesto de una Dirección y en la falta del estudio del “laberinto burocrático” que las mujeres se encuentran cuando van a hacer la denuncia por violencia. Esta última cuestión no es sólo responsabilidad del Poder Judicial, como plantea Soledad Monardez, sino también del municipio proponiendo los caminos necesarios para que la información se unifique según la Ley 26.485.

– “Las diferencias en el nivel educativo del recurso humano (las autoras lo plantean respecto a los Centros de Desarrollo Infantil Comunitarios, pero se traslada a cualquier dispositivo) que imposibilita la paridad del servicio, reproduciendo las diferencias socio-educativas”. Si bien se promovió la formación del personal de salud a lo largo del 2016, las trabajadoras del refugio de mujeres no han recibido en los últimos años instancias de formación con perspectiva en violencia de género, cuestión central para lograr el sostenimiento y seguimiento de las mujeres que se encuentran en este dispositivo, más allá de la presencia del equipo técnico.

-“La remuneración del recurso humano que varía por provincia, en el marco general de bajos salarios para esta actividad, cuestión que también afecta la calidad de los servicios”. Las dependencias de políticas sociales de los municipios al no ser ´económicamente productivas´ siempre han sido aquellas con los sueldos más reducidos, Bahía Blanca no es la excepción. A esto se suma que tanto en la gestión anterior y actual, las/los trabajadoras son vinculadas bajo la modalidad de contrato, obligándolas/os a convertirse en monotributistas, perdiendo así todos los derechos laborales.

En consecuencia, resulta necesario debatir y discutir la situación actual de todas las políticas e iniciativas públicas, garantizar el real acceso a la información y la efectiva participación de la ciudadanía. En caso de que esto no suceda la gestión puede transformase en un vector que se suma a la reproducción de las desigualdades y que deja por fuera el derecho de las personas a elegir la manera en que desean satisfacer sus necesidades y atender su problemáticas.

(Por Juliana Gonçalves) El pasado 25 de Julio, las calles de varias ciudad de Brasil fueron ocupadas bajo el grito “Mulheres Negras e Indígenas por nós, por todas nós, pelo Bem Viver“. En lucha contra el machismo, el racismo y la violencia, miles de mujeres participaron por segundo año consecutivo de la Marcha de Mujeres Negras que se realiza en torno al Día Internacional de la Mujer Negra Latinoamericana y Caribeña y en el Día Nacional de Tereza Benguela.

El 25 de julio restaura a las mujeres negras la ancestralidad de lucha y fuerza que no queda en el pasado. La ancestralidad que nos acompaña como fuerza vital activa en el presente. El ejemplo de Terezade Benguela, define que nosotras, mujeres negras de la diáspora de hoy, somos los sueños más osados de nuestros antepasados.

Tereza de Benguela era llamada de reina. Sin embargo, fue conocida por su estilo democrático y parlamentario de liderar el quilombo del Quarter, en Mato Grosso, alrededor de 1740. Desafió la corona portuguesa y el sistema esclavócrata por más de 20 años, hasta ser capturada y asesinada por el ejército, en 1770. Es por ese icono de la resistencia negra en el Brasil colonial que, en 2014, el 25 de julio se convirtió en el Día de la Mujer Negra, en consonancia con la fecha internacional que se estableció en 1992.

Las mujeres negras en movimiento están hermanadas en la construcción y defensa de un nuevo marco civilizatorio de sociedad. Y esa lucha gana aliento en la articulación nacional que llevó a la Marcha de las Mujeres Negras contra el racismo, el machismo, la violencia y el Bien Vivir en 2015.

Por primera vez en la historia de Brasil, 50 mil mujeres ocuparon las calles de Brasilia para cobrar políticas públicas y reparación por las desigualdades estructurales enfrentadas por nosotras.Desde la marcha de Brasilia, el concepto de Buen Vivir viene siendo cada vez más reivindicado por los movimientos de mujeres negras. Se hace urgente explicar las raíces del Buen Vivir, ya que el término puede ser fácilmente desvirtuado ignorando la fuerte crítica contra el modelo desarrollista de la sociedad que vivimos. El Buen Vivir no tiene nada que ver con la prosperidad financiera.

Por ello, traeré algunas definiciones sobre el término a partir de la óptica de las mujeres negras en diálogo con los conceptos trabajador por el político y economista ecuatoriano Alberto Acosta en su libro O Bem Viver – Uma oportunidade para imaginar outros mundos a raíz a partir de las ideas del economista  Pablo Dávalos.

El Buen Vivir sueña otros mundos posibles

La teoría del Buen Vivir nació de la práctica histórica y de la resistencia de los pueblos originarios de América Latina. Ella presenta una forma diferente de relación entre los seres humanos, las sociedades y la naturaleza.

Alberto Acosta afirma que el ” Buen Vivir es una filosofía en construcción, y universal, que parte de la cosmología y del modo de vida amerindio, pero que está presente en las más diversas culturas”. Y cita la ética y la filosofía africana del ubuntu – “yo soy porque nosotros somos”.

La noción de Buen Vivir propone también abandonar la idea de progreso, porque considera que esa noción es discriminatoria y violenta. Sus principios son relacionalidad, complementariedad, reciprocidad y correspondencia. El Buen Vivir surge para descolonizar la democracia y devolverle su sentido original, de gobierno del pueblo y para el pueblo. Los autores proponen el Buen Vivir para evitar la destrucción provocada por los mercados, el capitalismo y la modernidad. Alberto Acosta, en su libro, presenta el Buen Vivir no como una alternativa, sino como la única vía que de hecho puede contraponerse al capitalismo. A diferencia del socialismo, que presenta la diversidad mientras recorta dentro de la lucha contra el capitalismo, el Buen Vivir trae la diversidad como fundamento.

El Buen Vivir se contrapone a la base eurocéntrica de nuestra sociedad

El Buen Vivir parte del principio que un lugar más igualitario y justo sólo puede existir sin la presencia de elementos como el racismo, el machismo y las formas de opresión que son estructurantes del capitalismo. Como nos recuerda la intelectual feminista bell hooks (que pide que su nombre sea escrito así, en minúsculas, por creer que lo más importante es lo que escribe, no quién es), una sociedad balizada por la ideología de la supremacía blanca, imperialista, capitalista y patriarcal nunca va a ser justa.

Las sociedades eurocéntricas, basadas en las ideales de la blancura, tienen como base de su desarrollo la concentración de poder, la acumulación de riqueza, la explotación como sustento de la sociedad, el dominio de otros pueblos y la masacre epistémica de todo lo que no es blanco.

Estos elementos se traducen en la construcción de un estado desigual. Un estado que desconoce las alteridades y la transforma toda y cualquier diferencia en desigualdad.

‎El Buen Vivir exige otra economía, sustentada en los principios de solidaridad y reciprocidad, responsabilidad, integralidad. El objetivo es construir un sistema económico sobre bases comunitarias. Esta nueva sociedad se aleja de los valores de las sociedades eurocéntricas y más cercanas a los valores civilizatorios amerindios y africanos, como el cooperativismo, la ancestralidad, la memoria y la oralidad.

El Buen Vivir y las mujeres negras

En una sociedad regida por el capital, basada en el racismo y el machismo, las mujeres negras no tienen visibilidad, a no ser como un recurso a ser explotado. Aquí vemos cómo la lucha de todas las mujeres contra ese sistema es también la lucha de los pueblos indígenas y negros. En ese sentido, la gran intelectual Lélia Gonzáles, en construcciones con las mujeres latinoamericanas e indígenas en la década de 1970, ayudó a crear diálogo entre el Buen Vivir y las mujeres negras. Lélia supo garantizar el espacio para que mujeres negras e indígenas se encuentren, en lo que ella llamaba los amefricanos, en la búsqueda de prácticas políticas descolonizadoras. Este diálogo fue retomado y fortalecido en el proceso de construcción de la Marcha de las Mujeres Negras de 2015. En esta nueva sociedad pautada en la unión de mujeres lo que prevalece es el sentido de comunidad. El Buen Vivir permite soñar otros mundos y da base para una práctica política que busca la deconstrucción de las opresiones estructurales a partir del rompimiento de prácticas colonizadoras. Es importante resaltar que las mujeres (todas) siempre estuvieron a la vanguardia de esas construcciones. A ejemplo de lo que nos enseñó Lélia Gonzales, la unión femenina es fundamental para la construcción de un proyecto feminista efectivamente transformador en Brasil.

—–Traducción: María Julia Giménez

En el marco de la investigación desarrollada por los fiscales Horacio Castaño y Marcelo Colombo el empresario y ex presidente de Huracán, Víctor Hugo Iglesias, quien se encontraba prófugo desde el pasado 7 de julio, se presentó el martes ante el Juez Federal N°2. Fue encerrado en una sede policial de Azul hasta tanto se lo traslade a una cárcel federal.

La Fiscalía había solicitado una serie de medidas de investigación para dar con el paradero del hombre, sobre quien pesaba un pedido de captura en virtud de que se le imputa el delito de trata de personas con fines de explotación sexual en una serie de prostíbulos y locales ubicados en Ingeniero White.

La investigación se inició en abril de 2016, cuando 25 mujeres fueron rescatadas durante una serie de allanamientos realizados en los locales “La Esquina”, “Broadway” y “El chaparral” y un domicilio particular ubicado en Bahía Blanca. La profundización de la pesquisa permitió identificar a los responsables, quienes ya eran investigados por delitos similares.

En junio de 2016, los fiscales Castaño y Colombo, a cargo de la Fiscalía Federal N°2 y de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX), respectivamente, solicitaron el procesamiento de cuatro personas: Iglesias –principal imputado-, Eduardo Horacio Gutt –oficial de la Prefectura Naval Argentina-, Alfredo Ismael García –oficial retirado de la Prefectura- y Alberto Martín Vargas.

Tanto García como Iglesias están imputados en otras investigaciones, ya elevadas a juicio oral, por el delito de trata de personas con fines de explotación sexual en los prostíbulos bahienses “Night Club Kaos” y “Las Vegas”.

El pasado 7 de julio, la Cámara Federal de Bahía Blanca ordenó la prisión preventiva de Alfredo Ismael García, Alberto Martín Vargas, Eduardo Horacio Gutt e Iglesias, quien se mantuvo prófugo hasta el martes, cuando se presentó con su abogado en la sede del Juzgado Federal N°2 de Bahía Blanca.

La Fiscalía está a la espera de que el Juzgado le remita la causa para formular el pertinente requerimiento de elevación a juicio.

Verónica Bajo, integrante de Acciones Feministas, conversó con ¿Quién te juna? a raíz de las amenazas recibidas luego de emprender una campaña para que el espectáculo de Yayo no se presente en Bahía Blanca debido a que reproduce violencia simbólica, tipificada en la ley 26.485 de Protección Integral de las Mujeres.

“Cuestionar el arte porque, como una actividad humana más, no está exenta de reproducir patrones racistas, antisemitas, misóginos, sexistas, y en ese sentido con la llegada de este personaje, sencillamente lo que hicimos es escribir una visibilización de la violencia simbólica que viene irradiando en sus espectáculos hace ya más de veinte años, escribimos unas líneas  en la página”.

“A partir de ahí las Mujeres Autoconvocadas de Punta Alta tomaron esto, ellas agregaron algunas cosas, porque también Yayo se presentaba allí,  formalizaron este pedido enviando una carta al municipio de Punta Alta y después ya es conocido que la productora de este espectáculo y el teatro Don Bosco, anunciaron que por razones de agenda  se suspendían los shows”, relató Bajo.

Desde ese momento la agrupación comenzó a recibir amenazas en su página de Facebook: “Nos dijeron que íbamos a terminar como Ángeles Rawson. Más allá que un perfil sea falso o trolls, hay un ser humano atrás escribiendo estas cosas. Hay una persona que esta tipeando detrás de un teclado eso”.

Bajo aseguró que el director del Instituto Cultural, Ricardo Margo, “hizo unas lamentables declaraciones, vinculándonos a los grupos feministas y autogestivos como somos las Mujeres Autoconvocadas o Acciones Feministas, a la censura. Subirse a esta ola de agresiones, que censuramos, que somos extremistas, con el panorama que tenemos en Argentina de violencia hacia las mujeres, es lamentable”.

Desde la agrupación creen que el descargo de Baby Etchecopar en su programa de radio también tiene que ver con las amenazas recibidas: “Él enseguida salió a decir barbaridades en su programa en una radio, que tiene una audiencia muy grande. Entonces, a partir de ahí también se ha desatado esta ola de ataques”.

“La comedia también puede ser violenta, racista, antisemita. Yo siempre me hago una pregunta: ¿qué sucedería si un humorista dijera esto en relación a la colectividad judía? ¿Saldría Radagast rápidamente a decir “es comedia”? Bueno, habría que ver si no se cuidarían un poco más”, afirmó Verónica.

María Julia Eliosoff es economista de la Universidad Nacional del Sur y expuso sobre el rol de las mujeres en la economía social en el marco de las 11º Jornadas de Economía Solidaria Bahiense organizadas por el Corredor Productivo y Cultural.

Eliosoff es investigadora de FLACSO, trabajadora municipal en la oficina de Estadísticas Sociales y docente de Economía Social en la carrera de Trabajo Social. Integra además el Espacio de Economía Feminista de la Sociedad de Economía Crítica y es activista por los derechos de las mujeres.

Destacó la coincidencia entre la economía social y la economía feminista en la construcción de una crítica a las actuales formas de producción y a la búsqueda de caminos que las alejen de la lógica de acumulación capitalista.

“No nos guía la ganancia en nuestros proyectos productivos sino poder reproducir nuestra vida lo más satisfactoriamente, lo más decentemente, sin que signifique estar ganado dinero por el solo hecho de hacerlo”, afirmó.

La economista explicó que lo que aporta la economía feminista es una mirada sobre la esfera de la reproducción. Es decir, todo lo que hacemos en nuestra vida por fuera de la producción para poder volver a trabajar al otro día.

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Son las tareas de “gestión del hogar”: comprar, cocinar, limpiar, cuidar niños, niñas o personas mayores. Gran cantidad de horas destinadas a trabajos invisibilizados y no remunerados que si fuesen tercerizados o abonados por los empleadores harían colapsar el sistema económico.

(Por Helen Turpaud Barnes) Por algún azar poco feliz, las discusiones sobre los estereotipos de género muchas veces suelen deslizarse hacia los más remotos tiempos de la Humanidad. Hablar sobre la posibilidad o no de que varones y chicas hagan Educación Física de manera conjunta en la escuela, o sobre el derecho de las mujeres a trabajar fuera del hogar, o sobre maternidad y aborto, puede llevarnos sin escala hasta el Paleolítico, o al menos sumergirnos en datos más o menos traídos de los pelos pero innegablemente descontextualizados sobre la vida en el Neolítico (a nadie le importa si en lo que hoy es Europa, la Polinesia o alguna remota isla del Atlántico). Con suerte, se alejarán tan poco como a la Grecia clásica. No obstante, es increíblemente alta la probabilidad de que buena cantidad de charlas o planteos sobre el machismo en nuestra actual sociedad se ancle durante un buen tiempo en este tipo de referencias.

Se puede agradecer –eso sí- que estas referencias al menos permanezcan dentro del espectro del homo sapiens, ya que otras discusiones derivan directamente al reino animal y cuanta situación sirva de ejemplo ad hoc para intentar deslegitimar al movimiento de mujeres: fantasías biológicas para discusiones estériles.

Es que a menudo los reclamos feministas reciben objeciones del siguiente tipo: “en la Antigüedad los hombres iban a la guerra y las mujeres se quedaban cuidando a la prole”, o “cuando surgió la humanidad, los hombres salían a cazar y las mujeres se quedaban semanas en la cueva esperando que los hombres volvieran”, o chicanas del tipo “si las mujeres hoy tuvieran que salir a cazar un ciervo, se morirían de hambre”. La opinología machista echa mano de datos de manera asombrosamente impune como si quienes esgrimen dichos datos fueran especialistas en paleontología, historia antigua y/o antropología.

El problema con estos planteos es la perspectiva que implican: conectar dos períodos de la humanidad sin tener una clara justificación para ello es por lo menos descontextualizar. Pero no solo es eso, sino que también se apela a datos aislados que en sí mismos no dicen mucho. ¿Qué implicaba la guerra hace cinco mil años? ¿Qué implicaba “cuidar a la prole” en el Paleolítico? ¿Cómo creemos que se vivía en cuevas en algunas áreas del planeta? ¿Qué creemos que hacían las mujeres cuando los hombres de un clan o pueblo se ausentaban por largas jornadas? ¿Realmente quienes “salían” eran siempre los hombres?

Que la apelación a semejantes extrapolaciones se acepte con tanta naturalidad en paneles académicos, programas televisivos o aulas escolares es casi cómico. No solemos discutir el actual sistema democrático diciendo “la democracia es absurda porque hace cinco mil años gobernaban los faraones”. Tampoco decimos “está mal dar pensiones a las personas con discapacidad porque hace siglos se las encerraba en asilos”. O “no usemos anestesia en los hospitales porque en la Antigüedad la anestesia no existía” (curiosamente el único ámbito donde se apela a comparaciones absurdas como estas es en el obstétrico, donde las pacientes son principalmente mujeres…). O “no cuidemos a niños y niñas con enfermedades porque hace miles de años se les dejaba morir ya que eran una carga”.

Olvidemos por un momento que la división entre lo público y lo privado es solo propia de algunas culturas, que en muchas culturas las mujeres guerreaban, hacían caza mayor, domaban animales, o que había claras diferencias entre ciertos tipos de hombres y ciertos tipos de mujeres e incluso sociedades que no tenían divisiones binarias de género. Tengamos en cuenta por lo pronto que las fantasías antropológicas usadas en muchas discusiones son más parecidas a representaciones de glamour hollywoodense que otra cosa. El hecho de que en muchos casos las mujeres “se quedaran” en una cueva o choza esperando a los hombres que salían de caza no quiere decir que esa cueva o choza era la réplica de un departamento de clase media bahiense. Se sabe bastante fehacientemente cuáles eran las “tareas femeninas” en contextos de largas ausencias masculinas: las mujeres podían estar sometidas a todos los rigores de un clima gélido, inundaciones, sequías, debían ellas mismas cazar animales para sustentarse, construir sus propias herramientas, y hasta sus propias casas, movilizar objetos de gran peso sin la ayuda de transportes que hoy en día son comunes, pastorear ganado, cultivar la tierra, defenderse de atacantes y otro gran conjunto de trabajos considerados “pesados” que buena cantidad de hombres en la actualidad no realizan ni realizarán jamás para su sustento cotidiano (sin considerar además que el hecho mismo de tener que cuidar a niños y niñas ya es una tarea muy ardua).

Asumir que “quedarse en casa” es “no hacer casi nada” no responde solamente al actual imaginario que desconoce que las tareas domésticas son trabajo, sino que también responde a otros dos imaginarios. Lo que deben hacer las mujeres pobres en sus casas puede ser considerablemente duro por la falta de medios, de “ayuda”, de herramientas, o en condiciones climáticas duras. Si trasladamos estas dificultades de por sí grandes a otros períodos históricos en que no existían ciertas opciones incluso para quienes tendrían los medios económicos para costearlos, parece apenas un reproche a las mujeres decirnos que en otras épocas “lo femenino era quedarse en su hogar con sus hijos”.

No lo sería si tal fuera el caso. Sin embargo, ni siquiera es el caso. En un reportaje, la revulsiva y controvertida académica estadounidense Camille Paglia critica la sugerencia feminista de que a las niñas y mujeres hay que animarlas a “levantar la voz” en el trabajo, la escuela, la pareja. Observa que tal incitación no es más que una aspiración burguesa, totalmente ajena a las costumbres pasadas y presentes de mujeres pobres de zonas urbanas súperpobladas o de campesinas y comerciantes callejeras, y de culturas no occidentales. Son las mujeres burguesas, acostumbradas desde hace siglos a guardar silencio y decoro, sujetas al secreto familiar en casas bien provistas, las que necesitarían “aprender a levantar la voz”. En cambio, las campesinas, las obreras, son más bien denostadas por ser “gritonas” y “malhabladas”. Esta contraposición entre la circunspección femenina (y no solo femenina) burguesa y la ruidosa condición de las clases bajas, esclavas o campesinas no es ninguna novedad.

Podríamos objetar que la idea de silenciamiento no puede ser desconocida en tanto mecanismo con que las clases dominantes y los hombres ejercen su poder sobre las clases dominadas y las mujeres, respectivamente. Sin embargo, sorprende que la repetición de la metáfora de levantar la voz olvide que ya muchas tienen la voz levantada hace rato por pura adscripción de clase.

Del mismo modo, la estadounidense Sojourner Truth (quien en 1827 había huido de la esclavitud) irrumpió en 1851 en una convención sobre derechos de las mujeres en Ohio donde se discutía cómo “proteger” a las mujeres de ciertas violencias y rigores. Según el testimonio de una asistente al encuentro (hay varias versiones del hecho), Truth subió al estrado, mostró su voluminoso bíceps de dura trabajadora al público y espetó “Ain’t I a woman?!” (“¡¿Acaso no soy una mujer?!”) y dio un breve discurso. Era evidente para una ex esclava negra que no tenía sentido hablar de vulnerabilidad puesto que ella hacía el mismo trabajo que cualquier hombre. (Por cierto: las esclavas negras sufrían especialmente la violencia sexual, pero esto no era una debilidad intrínseca de ellas sino un método de dominación impuesto desde fuera.) Así, el planteo sobre las “debilidades” femeninas venía dado por un sector social que solo pensaba en las mujeres burguesas. Hasta el siglo XIX siempre estuvo claro: las “otras” simplemente NO ERAN MUJERES. Si la modernidad nos impuso el modelo del ciudadano como hombre blanco, heterosexual y burgués, también nos presentó el modelo de la mujer como blanca, heterosexual, burguesa y débil(itada).

Es decir que, desde los albores de la Humanidad hasta el día de hoy, la división entre “salir o quedarse en casa” no necesariamente representa/ba una oposición en materia de dificultades físicas, y en los casos en que sí, su contraparte doméstica sería vista como muy dura desde los estándares burgueses actuales. Que una opción implique mayor o menor rigor físico pierde sentido si se lo compara con la comodidad burguesa tanto de hombres como mujeres que tienen trabajos mucho más protegidos que los sectores populares o cuyas tareas pesadas en muchos casos están facilitadas por los avances tecnológicos que no existían para hacerles las cosas más fáciles a mujeres u hombres hace décadas o siglos.

Es entonces una combinación de machismo, clasismo y falta de perspectiva histórica lo que abona la fantasía antropológica de que debía ser cómodo “quedarse en la cueva/choza/aldea”.

Cada vez que escucho que alguien dice que las mujeres no deberían hacer tal o cual trabajo, “porque en la era de las cavernas las mujeres se quedaban en la cueva”, pienso en cuánto tardaría el hombre o mujer que me dice semejante cosa en siquiera prender el fuego para calentar el agua que trajo de una fuente a dos kilómetros de distancia y cocinar el ave o roedor que debió salir a cazar toda la tarde mientras protegía a sus criaturas de ser atacadas por alimañas.

No parece realmente un buen argumento.

(Por ¿Quién te juna?) En el marco del día de lxs periodistas y el #NiUnaMenos, se realizó en salón fundadores de la Universidad Nacional del Sur la charla-debate “Mujeres en el medio”. Allí las comunicadoras Sandra Crucianelli, Gisela Estremador y Virginia Calzada Frache, disertaron sobre la realidad que vive el periodismo y la sociedad en general.

En este sentido, las periodistas hicieron hincapié en la estructuración de la agenda mediática de Bahía Blanca. “Básicamente la agenda, está dominada por la agenda de gobierno. El gobierno municipal gasta una fortuna en publicidad oficial y se cubre mayormente la oficina de prensa de la municipalidad, porque esto es conveniente para el medio. Y luego está lo policial, que ocupa una buena parte”, mencionó Crucianelli, a quien no le tembló la voz al mencionar las exorbitantes sumas de dinero que algunos medios de la ciudad se llevan en pauta oficial.

“Hay medios que son FM y que se llevan en lo que va del año más de medio millón de pesos en publicidad, estamos en junio, LU2 Radio Bahía Blanca sin ir más lejos, se lleva en lo que va del 2017, un millón de pesos en publicidad municipal ¿es necesario? Gustavo Elías que es dueño de La Nueva Provincia, ¿no tiene el dinero para bancar lo que hoy es La Nueva? Bueno, sin embargo el dinero público que aportamos de nuestros impuestos va para este tipo de medios, y esto hace que estos medios se vean en la necesidad de cubrirle toda la agenda noticiosa”.

En relación a la fuerte tendencia que existe actualmente en los medios locales de cubrir temas policiales, Crucianelli sostuvo: “Lo que le estamos trasmitiendo a la gente es más inseguridad de la que hay. Una vidriera rota en los ’80 no era noticia cuando yo trabajaba en La Nueva Provincia, yo pasé por policiales y no era noticia. Lo que hacía una mechera no era noticia. Tenía que ser un robo importante, que se llevaran mucho dinero, que ingresaran por la fuerza. Tenía que tener ciertas características un hecho policial. Hoy un ratero es noticia, y así estamos”.

Siguiendo esa misma línea, la conductora del noticiero de Canal 4, Gisela Estremador agregó: “Hoy también se da una situación muy particular, en donde, ese ratero es noticia porque, a través del grupo de WhatsApp, la policía pasa las fotos que le sacó cuando lo detenían, el parte y demás; que me imagino eso en otra época no existía. Entonces claro, está todo cocinado, escribimos lo que dice el parte policial y se terminó”.

Además, Estremador hizo referencia a cómo vive el día a día dentro del medio para el cual trabaja: “Yo trabajo en un canal de cable muy pequeño que tiene una trampa en sí mismo. En donde nosotros, la verdad que la presión de ‘esta nota tiene que estar por si la tiene determinado medio’, yo no la vivo. Pero, si yo quisiera hacer algo distinto, tendría que contar con recursos que no los tengo para nada: ni el tiempo, ni lo editores, ni lo camarógrafos”. Crucianelli por su parte sostuvo: “Es cierto eso, muchas veces la gente nos dice: ‘¿Por qué no investigan esto? ¿Por qué no investigan lo otro?’ y vos vas y se lo propones a tu jefe y te dice: ‘No, eso a quién le importa’”.

ADEPA y los ataques a la libertad de expresión

Cuando se les consultó cómo se arma la agenda de los medios locales, la periodista Virginia Calzada Frache destacó los ataques que sufrieron el fotógrafo Claudio Videla y su acompañante en el marco de la reunión de ADEPA, celebrada semanas atrás en nuestra ciudad. “El viernes pasado hubo un hecho, a propósito de la visita de la gobernadora María Eugenia Vidal, en donde terminaron llevando detenidos a dos camarógrafos: un hombre y una mujer. La pregunta que les hago es: ¿Dónde lo leyeron? ¿Lo escucharon? ¿Salió en algún lado?”.

Crucianelli agregó: “Hubo una descalificación absoluta de parte de los colegas hacia estas dos personas. Te digo la verdad yo no los conocía, pero me parece terrible lo que les pasó. Discutí con un colega sobre esto porque me decía: ‘¿Quiénes son? ¿Serán militantes políticos?’. No me interesa, hoy les pasó a ellos, mañana nos puede pasar a nosotros. No importa si son buenos o malos, si son camarógrafos o no. El tema es que les pasó”. Y redobló la apuesta al agregar de forma contundente: “También es grave que se los echó tomando como argumento que se trataba de un evento privado. Las películas privado. A ver, estaba la gobernadora. Es un escenario público el Teatro Municipal, que estaba presidido por la máxima autoridad de la provincia de Buenos Aires. Eso de privado no tenía nada”.

Gisela Estremador mencionó conocer a Claudio de otros espacios y, en relación al hecho sostuvo: “Esto para mí, habla de una perversidad en este sistema en donde la pauta está jugando muy fuerte; con estos números que vos estás diciendo (a Sandra), para determinados medios y para determinados periodistas “independientes”, que están marcando una gravedad institucional que no la vamos a ver en todos lados. Pero hoy, con las redes sociales, estas cosas no pasan como agua debajo del puente. Quizás lo más grave es que no tengan ninguna repercusión puntal. Digo, no escuché al intendente decir nada, ni hablar de ciertos medios. Todos los partidos políticos, todos los funcionarios que estaban ahí, por lo menos podrían haberse solidarizado con el compañero y la compañera, o haberse asombrado de lo que había pasado. Porque aparte, nos damos cuenta que le pasó a él, le pasa a cualquiera”.

Por otro lado, las comunicadoras hablaron sobre la falta de compromiso y solidaridad por parte del Sindicato de Prensa de Bahía Blanca con lxs compañerxs atacadxs en la reunión de ADEPA, en donde el gremio local ni siquiera emitió un comunicado.

En este sentido, Estremador sostuvo: “La verdad que me parece lamentable. Sobre todo, digo, es políticamente correcto, hay que hacerlo. Por lo menos tiene que salir un comunicado. Yo no estoy en el Sindicato de Prensa, no estoy afiliada, entonces también muchas veces, cargar contra los sindicatos cuando estamos afuera, a mí mucho no me gusta”, y finalizó diciendo: “Sí me parece que carece de cierta fuerza y de cierto compromiso público y visible en la defensa activa de los y las trabajores que, en este momento en particular, estamos viviendo todos. Hoy, día del periodista y la periodista, la noticia fue que la revista veintitrés va a dejar de salir y demás. Entonces, estamos en una situación y en un escenario laboral muy precario”.

De igual manera, Crucianelli se expresó al respecto, siendo más dura a la hora de hablar del rol que cumple el gremio en nuestra ciudad: “Voy a ser sincera, el Sindicato de Prensa en Bahía Blanca responde a la patronal”, y aprovechó para contar cómo había sido su experiencia cuando estaba afiliada. “De los 17 años que yo trabajé en La Nueva Provincia, 14 estuve afiliada, y en los últimos años recibí tres suspensiones en el trabajo por negarme a cumplir órdenes que consideraba indecentes. La última suspensión fue de 29 días, que me puso al borde del despido. El Sindicato no movió un sólo dedo. Me desafilié. Después, cuando entré a televisión éramos monotributistas, autónomos. Cuando pasamos nuevamente a manos privadas, me volví a afiliar y después de un incidente que ocurrió hace un año y medio, donde me volví a dar cuenta que respondía a la patronal, me volví a desafiliar y sigo sosteniendo lo mismo. Nunca defendió los intereses de los trabajadores”.

La política actual y el rol de los medios

Hoy en día, los medios de comunicación ocupan un rol fundamental dentro de la política actual. Asimismo vale destacar que el miércoles 7, el intendente le ofreció el desayuno a lxs comunicadorxs de nuestra ciudad. En este sentido, las periodistas dieron su opinión al respecto sobre cómo es la relación entre lxs colegas y lxs funcionarixs.

Sandra Crucianelli, fue la primera en tomar la palabra. “Hay que empezar a ir a los desayunos y a las conferencias de prensa. Yo lo hablaba hoy con mi marido, y le decía a un colega: no hay que dejar estos espacios en blanco”. Gisela Estremador por su parte, sostuvo: “Yo creo que ahí muchos de ellos son más papistas que el Papa, por esa cuestión de agradar. En las conferencias de prensa no hay un solo minuto de incomodidad, que se supone que es el rol de los y las periodistas”.

Al mismo tiempo, Crucianelli recordó cómo era hacer periodismo en otros tiempos, y además tratando de explicar la falta de costumbre que tienen hoy lxs funcionarixs a ser interpeladxs. “No están acostumbrados a la interpelación. Yo siento que en los ’80, por lo menos lo que me tocó cubrir de Cabirón, y de las tres intendencias de Linares, hubo un periodismo que interpelaba al poder y que hacía las preguntas que había que hacer en el momento que era necesario”.

Por su parte Estremador, se tomó un momento para hablarle directamente a las futuras generaciones de comunicadorxs. “A mí lo que también me parece que está bueno, sobre todo de los y las estudiantes de periodismo, que por ahí arrancan en algún medio, es que se animen a preguntar. Yo sé que es muy difícil, no me hago la canchera, porque todos tuvimos nuestro primer momento, pero pregunten. Porque de última son los que menos tienen para perder, créanme”.

En el marco de la charla- debate organizada por ¿Quién Te Juna? junto a FM De la Calle y el Frente Julieta Lanteri, disertaron las comunicadoras Sandra Crucianelli, Virginia Frache y Gisela Estremador  reflexionando acerca del rol de las mujeres periodistas en los medios de comunicación locales.

“Cuando se arma una rutina desde un noticiero o desde un producto periodístico, lo primero que el responsable te pregunta es ¿y cuál es la noticia? Entonces tenemos dos tipos de productos periodísticos, el informativo -propiamente dicho- y los programas de opinión de naturaleza periodística. Ninguno de estos dos productos está liderado por mujeres en la ciudad de Bahía Blanca. Ni los programas de naturaleza eminentemente política están conducidos por mujeres; ni ninguna sala de redacción está, hoy, liderada por mujeres. Entonces la perspectiva de género, obviamente, está ausente. Las que estamos por afuera, que no tenemos ni voz ni voto en la decisión de la agenda informativa, podemos sugerir, podemos pedir, podemos acercar una fuente, pero las decisiones pasan, todavía, por lo masculino”, expresó Sandra Cucianelli.

La semana pasada un grupo de mujeres integrantes de la Fuerza Artística de Choque Comunicativo se desnudó frente a edificios públicos bajo la consigna “Femicidio es genocidio”. Al respecto, Virginia Frache opinó que “cuando los cuerpos de las mujeres están producidos, o los medios los producen para ser objetos deseables, objetos de venta, está todo bien. Cuando está presentada como un objeto sexual, apetecible, está todo bien. Ahora, cuando hacen una intervención de estas características, está todo mal. Cuando nosotras decidimos usar nuestros cuerpos como un arma para interpelar a la sociedad”.

Gisela Estremador afirmó que “en el tratamiento de los medios, sobre todo los medios hegemónicos, entendemos que hay una postura políticamente correcta sobre todo el 3J donde el cartel del Ni Una Menos, y en donde decir que matan mujeres está bien,  con ese grado de obviedad, todos lo dicen, sobre todo los varones comunicadores, después ya al segundo o tercer día donde se empieza a desmenuzar la noticia y pasan otras cosas de la marcha o de que está muy politizada y demás, ya ahí se empieza a dibujar el sentido”.

Redes sociales: “El que trata de puta a una víctima, de mi página se va”

El debate también giró en torno a la responsabilidad que tienen los medios de comunicación digitales en la producción de contenidos y en el filtro que se realiza (o no) en los comentarios de los portales.

“En los comentarios de las notas de los medios digitales, se leen verdaderas barbaridades. Pero barbaridades. Que expresan de parte de mujeres un machismo y una discriminación que, desde mi punto de vista, no deberían permitirse. Cualquiera no puede decir cualquier cosa en una red social. Cualquiera no puede insultar, menospreciar, socavar en la intimidad, la dignidad de una madre que está pidiendo justicia por su hija. Yo empecé a tomar acciones. En mi página de facebook cualquiera no dice cualquier cosa. El que trata de puta a una víctima, de mi página se va. Lo invito a irse. Y si no se va voluntariamente, yo lo bloqueo”, señaló Crucianelli.

“Hay que demostrar todo el tiempo que una está capacitada”

En un breve recorrido por la trayectoria laboral de las comunicadoras todas expresaron un punto en común: “Hay que demostrar todo el tiempo que una está capacitada para hacer lo que está haciendo”.

¿Qué se comunica y de qué manera?

“En esa construcción como periodista y como mujer, el feminismo para mí fue muy importante porque me hizo un click en la manera de contar las historias y en la manera de mirar la realidad a partir de ese lugar y lo primero que fue importante para mí fue el tema del lenguaje, darme cuenta que no nos nombrábamos, que no estábamos visibles ahí, bajo ese rotulo de usar los genéricos. Para mí desmontar eso fue un trabajo, lo sigue siendo aún hoy, porque tengo el chip de haber sido formada bajo esas consignas”, dijo Virginia Frache.

Gisela Estremador se preguntó si realmente las mujeres pueden hablar de todo en los medios hegemónicos: “Nosotras tenemos reservados determinados lugares y es hablar de tareas  de cuidado, de notas de color: moda, belleza y por ese lado. Y política y economía y otros temas  nada tienen que ver con nosotras al igual que el deporte. Aspectos que parece no estamos capacitadas para hacerlo, aun hoy si bien hay muchas compañeras que lo hacen con un profesionalismo impresionante tienen que estar a los codazos”.

“Encargadas de descubrir la verdad en los rincones más oscuros de la historia. Con su valiente trabajo, las periodistas nos colocan un espejo ante los ojos, donde se reflejan nuestro presente vertiginoso y el verdadero rostro de nuestra sociedad”.

Isabel Allende

(Por Bahiensas Feministas) Este Primero de Mayo, mujeres trabajadoras feministas queremos poner en común nuestras demandas específicas, que están vinculadas con una explotación por partida doble: la del capitalismo y la del patriarcado.

En muchos lugares esta fecha todavía está asociada solo al mundo de los hombres y se suele hablar del ‘Día del Trabajador’ excluyendo a las mujeres trabajadoras que también fueron protagonistas de esta historia. Si bien se ha avanzado en la construcción de nuevos sentidos para pensar también el día de las trabajadoras, por ejemplo desde el lenguaje, pensamos que aún falta mucho camino por recorrer.

Las mujeres hemos trabajado desde que tenemos existencia: hemos sido costureras, sombrereras, urdidoras de telares, peinadoras, entre tantos otros oficios, muchos de ellos ligados a las actividades domésticas; pero también, hemos sido campesinas, herreras, mineras, deportistas, periodistas… aún en esas épocas donde la historia oficial mostraba que las fábricas eran sostenidas sólo por varones. Hemos luchado dentro y fuera de la fábrica y nos hemos organizado para que las imágenes de mujeres referentas aparezcan en los supuestos grandes relatos. Nuestra historia como mujeres trabajadoras está plagada de esfuerzos, sacrificios y organización, porque cuando los acontecimientos les atribuían derechos a los varones nosotras todavía batallábamos para que se nos considerara también sujetas de derecho.

El capitalismo profundizó las estructuras patriarcales, devaluando nuestros salarios en comparación con el de los varones y responsabilizándonos de las tareas de cuidado que aseguran la reproducción de la vida y garantizan la producción de los bienes y servicios en la sociedad. Es así como las mujeres sufrimos una doble explotación: la del capital, compartida con todxs lxs trabajadorxs y la que nos relegó al ámbito privado haciéndonos cargo de cuidar: parir, criar, pensar comidas, hacer compras, lavar, limpiar, y otras innumerables obligaciones que implica organizar la vida en el hogar en general. En Argentina los datos muestran que casi 9 de cada 10 mujeres participan en actividades del hogar, mientras que sólo 5 de cada 10 varones lo hacen y esas tareas ocupan en promedio 3 horas más de trabajo para las mujeres. La organización social del cuidado es injusta, se deben redistribuir las tareas no remuneradas, no sólo disminuir la responsabilidad de los hogares, sino al interior de estos entre mujeres y varones. Esta distribución de los cuidados profundiza las desigualdades y puede dar lugar a la tercerización de estas tareas recayendo siempre en otras mujeres.

El contexto actual de precarización general de la vida consecuencia de las políticas neoliberales implementadas por el gobierno de Macri profundiza las desigualdades de género en diversos ámbitos de nuestras existencias. La situación de empleabilidad de las mujeres está históricamente marcada por peores condiciones laborales: en la actualidad existe una brecha salarial del 27% en sectores registrados, pero que alcanza el 39% en los no registrados, techos de cristal que nos impiden alcanzar puestos jerárquicos, o paredes de cristal que nos relegan a determinadas tareas dentro del mercado laboral, que justamente se vinculan con las domésticas. Sumado a esto, la situación cotidiana de acoso laboral ejercida por parte de compañeros varones, que sufrimos muchas mujeres en nuestros lugares de trabajo. Además, mientras los indicadores de desempleo en la argentina superan el 7% (y el 9% en Bahía Blanca), para las mujeres jóvenes este dato supera el 19%.

El recorte presupuestario que se muestra en la disminución del gasto público en servicios esenciales como el cuidado de la salud, la educación, el transporte, el alimento, delega responsabilidades del Estado y los gobiernos a los hogares, y especialmente a las mujeres que son las que se ocupan de estas tareas en la división sexual del trabajo.

El pasado 8 de marzo transformamos el Día de la Mujer en un paro internacional de mujeres. Mujeres de más de 40 países nos unimos bajo la consigna ‘si nuestra vidas no valen, produzcan sin nosotras’ para luchar por los derechos que el estado patriarcal se resiste a garantizarnos tales como la legalización del aborto, la libertad sobre nuestros cuerpos y la erradicación de las violencias económicas y los crímenes machistas.

En Bahía Blanca la fecha nos permitió a mujeres organizadas e independientes crear nuevos vínculos a través de la organización: difundimos el paro en barrios, escuelas y sindicatos; escribimos un documento común en el que plasmamos todas nuestras reivindicaciones; pintamos una bandera para encabezar la marcha con la consigna internacional y marchamos todas juntas en un día de lluvia torrencial. Organizar el paro también implicó que nos diéramos el tiempo para preguntarnos y reflexionar, por ejemplo: ¿quién para la olla cuando nosotras paramos? Ahí aprendimos que nuestra fuerza de trabajo es funcional al sistema ya que al ocuparnos de las tareas domésticas, el capital explota a los varones contemplando ese tiempo que no dedican al hogar.

Por otra parte, pudimos pensar la unidad de las mujeres en un contexto en el que nuestras vidas corren peligro cada 18 horas. Por tal motivo, participamos de multisectoriales para organizar estrategias de intervención, que incluyen la demanda al Estado en su responsabilidad sobre los femicidios y la gestión de las políticas necesarias para erradicar la violencia hacia las mujeres y combatir la cultura de la violación como parte fundamental de la cultura patriarcal.

Este 1° de mayo exigimos:

  • Revalorización, redistribución y socialización de las tareas de cuidado. Esto implica más políticas públicas: hogares, jardines, formación de personal y que el Estado exija a las empresas guarderías y lactarios.
  • Ampliación de licencias por maternidad y paternidad.
  • Reglamentación de la licencia por violencia de género.
  • Representación equitativa en las organizaciones gremiales.

Por último queremos compartir una declaración de Flora Tristán de 1843, que a pesar del paso del tiempo continúa aún vigente:

«A vosotros, obreros que sois las víctimas de la desigualdad de hecho y de la injusticia, a vosotros os toca establecer al fin sobre la tierra el reino de la justicia y de la igualdad absoluta entre la mujer y el hombre. Dad un gran ejemplo al mundo (…) y mientras reclamáis la justicia para vosotros, demostrad que sois justos, equitativos; proclamad, vosotros, los hombres fuertes, los hombres de brazos desnudos, que reconocéis a la mujer como a vuestra igual, y que, a este título, le reconocéis un derecho igual a los beneficios de la unión universal de los obreros y obreras».

«La mujer es la proletaria del proletariado (…) hasta el más oprimido de los hombres quiere oprimir a otro ser: su mujer».

¡Que viva el 1 de mayo! ¡Que viva la lucha de las trabajadoras y los trabajadores!