Este fin de semana se realizará la edición número 34 del Encuentro Nacional de Mujeres, Lesbianas, Trans y Travestis y No Binaries en la ciudad de La Plata. Se esperan más de 150 mil personas.

Una de las principales iniciativas pretende que el evento sea declarado Plurinacional para tener en cuenta a las integrantes de pueblos originarios en la identidad política del encuentro.

Natalia D´amico, integrante de la Campaña Somos Plurinacional, señaló en FM De la Calle, que “retomamos los debates que nos dimos en Chaco y Trelew sobre el carácter plurinacional del encuentro. Teníamos un mandato de los dos anteriores para incluirla en este, nos encontramos con posiciones ultraconservadoras en la comisión y armamos la campaña retomando la lucha de las feministas del Abya Yala y las Mujeres Originarias por el Buen Vivir”.

“Los encuentros hace 34 años son un espacio donde las mujeres y las disidencias nos encontramos y discutimos nuestras problemáticas, pero no somos solo mujeres ni argentinas las que nos encontramos, hay compañeras mapuches, aymaras, y también mujeres trans y travestis, todas identidades que venimos batallando para que sean incluidas, nos parece una reparación histórica. Tiene que ver con una diversidad cultural muy grande”.

¿Por qué hay tanta resistencia a la plurinacionalidad? “Para mí hay un posicionamiento de que nada cambie, que el encuentro siempre fue así y tiene que ser y llamarse así. Hay escondido un argumento que tiene que ver con la disputa de poder que en todos los espacios las hay y hoy esta super visible. Eso es  un peligro para las compañeras que vienen desde distintos lugares del país, hay muy poca información”.

Respecto de los ejes de este encuentro, D´amico comentó: “Creo que va a haber un debate muy grande respecto a la situación económica y política del país, como la crisis afecta a las mujeres y a las disidencias, la lucha por el aborto legal seguro y gratuito, después del debate en el congreso el encuentro va a servir para pensar nuevas estrategias”.

“Estamos organizando una peatonal feminista desde la Avenida 7, desde calle 50 a 56, el sábado a las 7 va a estar el festival de la campaña por el aborto, hay dos marchas contra los travesticidios, es el tercer año consecutivo y hay una grilla multicultural y pluridisidente con muchísimos artistas del país y América”.

Este año serán restituidos los restos de Juan Calfucurá, el líder indígena más importante del siglo XIX, quien dominó los territorios del sur argentino desde las Pampas hasta la Patagonia norte durante 40 años.

Ayer se realizó una jornada cultural de homenaje al toqui de la cual participó el vocero de la Confederación Mapuche de Neuquén Jorge Nahuel.

“Es una de las personalidades más trascendentes en la historia reciente del pueblo mapuche porque logró mantener la frontera entre el pueblo nación mapuche y el Estado en construcción que era Argentina hace 130 años atrás. Defendió la soberanía y la vida libre y fue consciente de que si esa campaña atravesaba la frontera significaría la destrucción de la comunidad mapuche”, dijo a FM De la Calle.

Nahuel afirmó que “esta personalidad que logró la unidad mapuche era no solo un estratega, sino un político y representante de una cosmovisión que supo inculcar a la comunidad, por eso le rendimos homenaje y necesitamos que su figura que ha sido denigrada por la sociedad sea reivindicada. Se van a instalar 10 hitos, uno va a ser en Capital Federal, pretendemos sacudir la conciencia de la sociedad argentina para que entienda que no se puede seguir sosteniendo una cultura que reivindica a los genocidas que tanto perjuicio le han causado a la sociedad”.

La tumba de Calfucurá fue profanada y su cráneo expuesto en el Museo de Ciencias Naturales de La Plata. “Allí el perito Moreno generó una de las tantas aberraciones, que fue estudiar a los pueblos originarios y a aquellos que consideraba líderes para tratar de comprender sus conductas”.

“Este experimento que realizó dejo cientos de restos humanos que han sido prisioneros de la ciencia y que, producto de una ley, desde el 2000 el Estado tiene la obligación de restituiros. La restitución de Calfucurá generó una movilización muy grande en el pueblo mapuche porque todos quieren ser parte. Conformamos una Comisión que está gestionando de qué manera se van a restituir sus restos y dónde se van a construir los hitos”.

Nahuel comentó que “Calfucurá pertenece a una dinastía que era de los Curá. Él logró, a través de un toqui, símbolo de piedra, tener una facultad de clarividente, de poder comunicarse con la naturaleza. Lo desarrolló muy fuertemente y le permitió tener una fuerte autoridad sobre su pueblo y lograr la unidad militar ante un poder que buscaba quebrarla, sobornando y amenazando. Por eso ha quedado muy fuertemente su figura en la memoria del pueblo mapuche”.

(Por Agustina López Oribe para ANRed) Tras 14 años, se dictó sentencia sobre el juicio civil que la Federación Pilagá realizó al Estado Nacional por los delitos de lesa humanidad durante la Masacre de La Bomba en 1947. 

El juez subrogante Fernando Carbajal, a cargo del Juzgado Federal Nº 1 de Formosa, ordenó hacer lugar a la demanda promovida por la Federación de Comunidades Indígenas del Pueblo Pilagá y estableció una serie de resarcimientos para el pueblo pilagá.

Alerta sobre la falta de iniciativa por parte del Estado de esclarecer los hechos durante el proceso y destaca la labor de Valeria Mapelman, documentalista, quien no solo recabó testimonios de los sobrevivientes durante 4 años para el documental Octubre Pilagá y escribió un libro profundizando la historia, sino que también registró la mayor parte de los trabajos periciales y aportó documentos oficiales relevantes para la investigación. La sentencia expresa que pudieron probarse una sucesión de hechos que desencadenaron la masacre, la persecución y ocultamiento posteriores.

Se acreditó que hubo durante varios meses del año 1947 una comunidad espontánea de población pilagá en el paraje La Bomba, donde previamente ya era habitado por un grupo pequeño y el cacique Oñedié tenía una chacra. El resto de las personas que llegaron al lugar fueron convocadas por Tonkiet, un líder religioso con capacidad de sanador. No puede probarse la cantidad de gente convocada allí pero podrían ser miles. Cantaban, bailaban y transitaban por el pueblo Las Lomitas donde habitaban criollos y quedó probado que las ceremonias religiosas y de curación eran los aspectos centrales de la concentración.

Esta presencia fue considerada como una “invasión” y motivó en un primer momento el ofrecimiento por parte de la Gendarmería de ser reducidos y trasladados a la Colonia Aborigen Bartolomé de las Casas y luego, frente a la negativa de los pilagás, se desencadenó una masacre que duró varios días.

“Dicho contexto era de un conflicto de base cultural, racial y económico, entre una comunidad que reclamaba derechos básicos (comida y la posibilidad de decidir su propio destino) y un Estado que se mostraba impotente para dar respuesta a esa demanda y, cuando lo intentaba agravaba el conflicto (provisión de alimentos en mal estado) o respondía según baremos de la época con la pretensión de “reducirlos”, reflexionó el juez en el escrito.

Una vez desencadenado el fusilamiento masivo que según el magistrado fue “planificado y organizado por las autoridades estatales”, a cargo del comandante Emilio Fernández Castellanos, jefe del Escuadrón 18 de Gendarmería, penetraron sus tropas, acompañadas de algunos civiles en el monte “en forma de abanico” y agrega el juez: “típica maniobra de despliegue para ocupación del territorio”.

Se deja claro que “no existió ningún ataque que justificara la respuesta del uso de ametralladoras” y que “los disparos se realizaron sobre la población civil mayormente desarmada” porque días antes la Gendarmería había retirado todo elemento de metal o considerado peligroso del asentamiento multitudinario. Esa fuerza “los persigue matando a hombres y violando y asesinando mujeres y niños”, asegura el fallo.

No puede establecerse la cantidad de víctimas porque no hay registros oficiales de ningún tipo, dejando en evidencia que hay un intento claro de ocultamiento de los hechos por parte del Estado. “Este silencio oficial debe ser severamente reprochado pues se constituye en una clara demostración del carácter ilegal y clandestino de los actos realizados”, escribe el juez Carbajal y “con la complicidad de los medios de prensa”.

Se produjo luego una persecución y matanza sistemática de los pilagá huyendo que además de centenas de ametralladoras contó con un avión de la Fuerza Aérea que despegó en El Palomar, aterrizó en Resistencia donde se extrajo la puerta principal para colocar una ametralladora Colt Calibre 7,635 milímetros que permaneció una semana en el territorio de conflicto. “El uso de la aviación para la represión del pueblo Pilagá es también un dato fáctico probado, que patentiza nuevamente la desproporción en la actuación del Estado”, sentenció Carbajal.

Se ocultaron los actos ilegales quemando las tolderías de los asentamientos y los cadáveres dispuestos en el lugar: “el fuego como elemento encubridor de los actos”, enfatizó el fallo.

La reparación otorgada no será de tipo individual y ordena la sentencia dos tipos de reparaciones: No patrimoniales y Patrimoniales. La primeras son de carácter integral y el primer acto de reparación es el propio dictado de la sentencia que “implica establecer los hechos sucedidos y posiciona a los actores en el rol que le cupo como víctimas y victimarios, dejando establecida la verdad histórica judicialmente determinada”. Luego estipula su publicación en la web del Ministerio de Justicia de la Nación y el INAI; la publicación en el Boletín Oficial y ordena incluir el 10 de octubre en las efemérides nacionales como recordatorio de la “Masacre de La Bomba”. Adjudica toda coordinación a la Federación Pilagá para redactar, imprimir y distribuir material de difusión para uso educativo. Además ordena al Estado la realización de un monumento conmemorativo y que otorgue una serie de becas destinadas a promover y fortalecer al pueblo pilagá.

Las reparaciones patrimoniales serán destinadas a promover el fortalecimiento institucional de la Federación Pilagá y será de la suma de 720 SMVM (Salarios Mínimos Vitales y Móviles, actualmente de 12.500 pesos) a razón de 6 SMVM mensuales para cerca de 6000 personas que conforman la Federación.

La provincia de Buenos Aires instituyó “el Año Nuevo de los Pueblos Originarios el día correspondiente al solsticio de invierno para el hemisferio sur”.

El decreto 672, fechado el 13 de junio y publicado hoy en el Boletín Oficial, establece que estarán justificadas las inasistencias motivadas por la celebración “de todos los individuos que se desempeñen en el ámbito del Poder Ejecutivo Provincial, que se auto reconozcan indígenas en base al derecho humano a la libre determinación, independientemente de que formen o no parte de una comunidad indígena organizada y/o registrada, devengándose su remuneración y gozando de los demás derechos emergentes de la relación laboral como si hubieren prestado servicio”.

También serán justificadas las inasistencias “de los alumnos y docentes miembros de pueblos originarios, en todos los niveles y modalidades educativas de la provincia de Buenos Aires, requiriéndose para el caso de los alumnos la manifestación escrita de sus responsables”.

La norma deroga el Decreto 865/06 que establecía el Año Nuevo de los Pueblos Originarios el día 21 de junio y cubría las inasistencias solamente en el ámbito educativo.

El pueblo mapuche celebra su Wiñoy Xipantv, “la nueva salida del sol”. El solsticio de invierno marca el inicio de un nuevo ciclo para la cosmovisión originaria.

El lonko Jorge Nawel comentó a FM De la Calle que es una fecha “muy importante porque es el día central dentro de la vida y cosmovisión mapuche. El inicio del ciclo de vida de la tierra y por ende para los mapuches. Estamos felices porque estamos convocando a la sociedad neuquina y ella responde porque queremos que sea una fiesta para el hemisferio sur, la naturaleza se expresa para todos lo que viven en esta región”.

“Es una forma de parar ante una industria tan dañina como es el fracking y la actividad hidrocarburífera. Tiene consecuencias porque hay un sistema que agrede y explota la naturaleza sin ningún tipo de control, en la actualidad hay desastres naturales que son producto de estas grandes industrias criminales”, aseguró el referente de la Confederación Mapuche de Neuquén.

Fabiana Méndez Calfunao, integrante de Kumelen Newen Mapu, afirmó que el we tripantu “es muy importante para renovar nuestro ser mapuche. El regreso del sol renueva el conocimiento y pensamiento. Nosotros somos parte de la naturaleza y como parte de ella nos renovamos en nuestra fuerza y conocimiento. A pesar de los intentos de dominación y exterminio nuestra memoria sigue viva. Extiendo mi saludo a los presos y presas políticas de los pueblos originarios y a las comunidades que esta en instancia de desalojo y de persecución política”.

Desde la Comunidad Mapuche Urbana de Olavarría Pillan Manke, Mirta Millán dijo que con el nuevo ciclo “la noche es más larga y el día más corto. A partir de realizar la ceremonia nos comunicamos y relacionamos con los elementos de la naturaleza y a partir de prender el fuego sagrado empezamos a dar inicio a la ceremonia”.

Este fin de semana realizaron un encuentro “muy grato porque contamos con la presencia de hermanos de Bolívar, La Plata y Bahía Blanca y los miembros de la comunidad de Olavarría. Fue una instancia de renovación donde pudimos vincularnos con las fuerzas naturales del territorio ancestral. Hemos sentido la fuerza del toqui, del lonko Lautaro y de Calfucura donde hemos entendido qué es lo que nos dicen los abuelos y abuelas para este ciclo”.

“Fue un noche muy armónica y un amanecer con neblina, entendemos que no estamos en el mejor contexto y que nos va a costar pero queremos centrarnos en el buen hablar, el buen pensamiento y el buen sentir. Apelamos a la interculturalidad y a la plurinacionalidad”, afirmó.

Belén Calapeña, integrante del pueblo kolla, sostuvo que “además de ofrendar, festejamos. Tiene que ver con la recuperación de nuestra identidad y calendarios, de a poco lo iremos recuperando como otras celebraciones. Es fundamental para que sea una realidad la interculturalidad y un Estado que reconoce a los pueblos originarios”.

Jorgelina Cárdenas Millapi, desde Sierra de la Ventana, afirmó deseó que “este nuevo ciclo nos permita estar bien de salud, que es una de las cosas más importante. Lo demás va sucediendo con el transcurso del buen vivir”.

“Que esté fuerte y palpitante nuestro piuke (corazón) para ir sintiendo con cada latido. Que se nos permita escuchar y respetar nuestra ñuke mapu. Que nuestra sensibilidad y el sentido de conciencia sea tan grande que podamos contagiar a otros a los que lo único que les importa es la explotación desmesurarada y el enriquecimiento propio. Que la gente que hoy tiene un pequeño o gran espacio de poder se pueda dar cuenta que es tan pobre que lo único que obtiene es mucho dinero. Que nuestra gente esté con mucho newen para seguir en esta lucha”.

La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos denunció penalmente a las autoridades del Ministerio de Seguridad por “la existencia de un plan criminal ejecutado contra las comunidades mapuches, conflicto que desde diciembre del año 2015 tuvo un salto cualitativo de violencia y muerte”.

“Es la creación de un plan de hostigamiento como si fuera un enemigo interno, son las riendas a la represión de una manera organizada, modificando normas de convivencia pacífica de las reglas de seguridad que están sujetas a supervisión de carácter internacional por respeto a la vida. Todo esto se dejó de lado para tratar de ser un brazo armado de algunos intereses económicos de grandes poseedores extranjeros de territorios nacionales, del despojo de la tierra, y hacer añicos lo que la Constitución manda que es el respeto por los pueblos originarios”, comentó Ernesto Moreau.

El referente de la APDH dijo a FM De la Calle que “se ha destruido el tríptico que cuando cayera la dictadura se estableciera en el gobierno de Alfonsín que eran las leyes de Inteligencia, la de Seguridad Interior y la de Defensa a la Democracia. Esto está hecho añicos por el Ministerio de Seguridad”.

La cartera de Bullrich actúa amparada en la reforma del Código Procesal, vinculada con la utilización de la flagrancia para resolver “cualquier situación que resulte conflictiva en términos políticos y en este caso demográfico”.

“En este camino, el asesinato de miembros de la comunidad utilizando el poder represivo, armas de fuego y tiros por la espalda, es un ensañamiento sobre estos pueblos, haciéndolos pasar como si tuvieran la idea de constituir una república autónoma dentro de Argentina y haciéndolos pasar por subversivos. Cosa que no es verdad, estos pueblos lo que persiguen es que se cumpla la Constitución”, comentó Moreau.

El próximo martes los abogados de Emanuel Ginóbili avanzarán con la querella contra miembros del Lof Paicil Antreao por el delito de usurpación del territorio que, ancestralmente, pertenece a la comunidad mapuche.

Florentino Nawel, integrante de la Confederación Mapuche de Neuquén, comentó a FM De la Calle que “hay una docena de imputados mapuches en el juzgado de Villa La Angostura. Hay una intención de parte de Ginóbili de llevar a juicio esta causa, nos parece una aberración que en vez de tener una actitud honesta, como dijo alguna vez que si veía que era territorio mapuche lo devolvía, ahora quiere iniciarnos un juicio”.

“Paicil y Antreao colaboraron con la Comisión de Límites y Fronteras porque necesitaban baqueanos para realizar el trabajo y en compensación y reconocimiento les otorgaron 625 hectáreas, que son parte del territorio que estas personas disputan. Están dentro del Lote 9 que fue entregado en 1902”, comentó Nawel.

“El martes se va a saber si el juez da pie para que el juicio se inicie. Esto va a ser un proceso, no es de un día para el otro. No sé qué pruebas tiene para decir que esas tierras son de él. Tenemos nuestras personas que han nacido y se han criado en este territorio y tienen el conocimiento ancestral sobre el territorio”, finalizó.

El Centro Mandela denunció que integrantes de comunidades originarias de Villa Río Bermejito (Chaco) son obligadas a tener relaciones sexuales a cambio de bolsones de alimentos que entrega en Ejército.

Rolando Núñez informó a FM De la Calle que tres mujeres testimoniaron en el marco de una asamblea que el organismo de derechos humanos realizó el fin de semana largo de Semana Santa.

“Una me contó que si no hacia eso no recibía las cajas alimentarias. El segundo testimonio fue similar y después vino el testimonio de una criolla que dijo que lo hizo una vez, que habló con su pastor y que le dijo que no tenía porqué hacer eso y que las cajas se las debían dar igual”.

Nuñez expuso la situación en una radio local y “se produjeron devoluciones por whatsapp. Cuando desgrabamos el reportaje y lo subimos a la página web, empezaron a venir comunicaciones de Sauzalito, en lo profundo del Impenetrable pero no con el Ejército sino con algunas ramas del sector político y municipal- Y en Nueva Pompeya nos dijeron que ocurría del mismo modo que en Sauzalito pero para conseguir trabajo. Esas comunidades son vulneradas hace décadas, son comunidades enteras que están desprotegidas”.

“Del poder político nadie se comunicó con Centro Mandela, del Poder Judicial tampoco. Anoche se presentó una persona del Ejército para conversar este tema. Si me van a tomar testimonio que sea por escrito, que venga con DNI, con acreditación de pertenecer al Ejército, con nombre de superiores y vamos a filmar la entrevista. No sé si era o no del Ejército Argentino. Calculo que deben estar investigando”, finalizó Nuñez.

Sergio Maldonado se refirió en FM De la Calle al espionaje sufrido por su familia en el marco de la investigación sobre la desaparición y muerte de su hermano Santiago.

“A mitad de año nos enteramos de la intervención de mi teléfono, aunque (el juez)  Lleral se calló la boca, la fiscal y el juez se dedicaron a investigarnos a nosotros en vez de buscarlo a Santiago”.

Maldonado agregó que “cuando aparece un D’Alessio, si te ponés a ver, no es Bullrich. Si D’Alessio tenía toda esa estructura, personal servicios de inteligencia, todo a disposición, qué le queda para que tengan Gendarmería, Bullrich, Gonzalo Cané. ¿Cómo pueden dudar de lo que nos hicieron a nosotros?”.

“(El gendarme) Echazú se autoimputó y de esa manera tuvo acceso a la causa. En la otra causa de espionaje se presenta Gonzalo Cané, que en ese momento estaba en el Ministerio de Seguridad y después pasa al Poder Judicial. Su abogado es el mismo de Pintos, que es el prefecto que le dispara a Rafael Nahuel y de Chocobar, personajes que están involucrados en el gatillo fácil. Como todos responden al Estado, los abogados de Echazú son los abogados que responden al Ministerio de Patricia Bullrich”.

“En la apelación del cierre de la causa, por momentos defendían a Echazú y por momentos a Gendarmería. Decían que estaba justificado lo que habían hecho de ingresar ilegalmente porque ellos se basan en la figura de flagrancia”.

Sergio Maldonado compartió una entrevista con su abogada Verónica Heredia y la Madre de Plaza de Mayo, Nora Cortiñas, en la emisión de este miércoles de En Eso Estamos.

“Las resistencias al neoextractivismo son todavía marginales, en el sentido de que toca zonas de pequeñas y medianas localidades lejanas a los grandes centros industriales. Hay ahí un gran desafío que es el de lograr un cambio cultural, una nueva narrativa y un diálogo con sectores sindicales, territoriales urbanos, sectores políticos de las grandes ciudades, que hoy en día son muy indiferentes a la problemática ambiental o que la desconocen en absoluto”, dijo Maristella Svampa.

La socióloga conversó con FM De la Calle a partir de su libro “Chacra 51: regreso a la Patagonia en los tiempos del fracking”, un ensayo sobre el avance de la explotación de energías extremas entre las chacras productoras de peras y manzanas de Allen, Río Negro.

Svampa mezcla, a través de su historia familiar, la literatura, la sociología y la filosofía con la militancia socioambiental.

“Hay un grave problema en la Argentina donde a diferencia de otros países no se discute sobre la fractura hidráulica así como otras actividades extractivas altamente controversiales (…) de destrucción y sacrificio de los territorios”, manifestó la investigadora del CONICET y licenciada en Filosofía por la Universidad Nacional de Córdoba.

Agregó que “en Argentina se sigue hablando de oportunidades, se sigue hablando de una visión eldoradista, como si la Argentina estuviera destinada a convertirse en una suerte de potencia energética a través de la explotación de estos yacimientos no convencionales. No se da una discusión completa o integral que incluiría precisamente diferentes aristas de los impactos socioterritoriales hasta, por ejemplo, el desplazamiento de otras actividades económicas, como es el caso de la actividad frutícola en el Alto Valle de Río Negro y en Neuquén. Hoy es Allen el que está más que amenazado y donde el avance de locaciones hidrocarburíferas es tal que hay un retroceso cada vez mayor de la actividad frutícola. Muy probablemente van a ser otras, también, las localidades impactadas por el fracking. Mientras tanto las autoridades hoy siguen negando que se haga fracking”, aseguró.

“Chacra 51” es también el reflejo de una vida dedicada al estudio de problemáticas socio-territoriales, tanto en clave nacional como latinoamericana, donde no sólo profundiza sobre las energías extremas y su impacto negativo sino también se evidencia que el proceso “es mucho más caro, tiene mucho menos rendimiento energético y produce más accidentes, no sólo de trabajadores sino también derrames. Y esto es lo que está sucediendo tanto en Vaca Muerta como en Allen”.

La socióloga desarrolla el concepto del páramo y del racismo ambiental para entender la complejidad de su enfoque.

“La imagen del páramo yo la traje a colación para dar cuenta precisamente de lo que estaba sucediendo con las chacras. El progresivo desmonte ante la crisis y la avanzada de las locaciones hidrocarburíferas. Es sabido de las transformaciones territoriales que genera la explotación petrolera ya que después la tierra no pueda utilizarse para nada y lo que deja es desierto de piedra o un páramo. Yo lo que señalo es que no hay capacidad de resiliencia alguna, no se puede recuperar, y esto es efectivamente el páramo: es una imagen muy asociada también a nuestros tiempos del antropoceno, esta nueva era geológica en la cual la crisis y la devastación ambiental amenaza la vida misma en nuestro planeta”.

Respecto al “racismo cultural” Svampa aseguró que “no hay conciencia ambiental y es muy complicado abrir esta discusión. Yo hablo de racismo ambiental también para el caso de Allen donde la indiferencia de la población e inclusive de muchos chacareros es muy flagrante. Tal es así que los impactos que están denunciando a través de distintas notas periodísticas es posible verlos ahora sobre la población rural, pobre e invisible. Por lo cual, creo que en la población hay una suerte de ‘racismo ambiental’ que hace que se minimicen los impactos porque esto todavía no ha tocado el corazón de la población más integrada y que sobre todo vive en los cascos urbanos”.

“Mientras esto perjudique a las poblaciones pobres y marginales, la gente no se va a preocupar en demasía y esto me parece tremendo, terrible y da cuenta de un cinismo o de mala fe porque la gente sabe en el fondo, le hace ruido esto del avance del fracking entre peras y manzanas. Por más que YPF sea el sponsor de la Fiesta de la Pera o que todas las pequeñas radios locales reciban la pauta publicitaria de los servicios petroleros, lo cual atenta contra la posibilidad de discutir”.

Svampa destacó que “hay que recordar que el kirchnerismo efectivamente no promovió el desarrollo de energías renovables, hizo una apuesta a fondo en los combustibles fósiles. Ahora este gobierno tiene un doble discurso, porque si bien tiene un presupuesto limitado para el desarrollo de las energías renovables, tiene un presupuesto ilimitado a favor de los combustibles fósiles, sobre todo de los no convencionales con Vaca Muerta. Así que no nos engañemos: la matriz económica argentina no va a cambiar gran cosa, porque el gobierno hace la apuesta sobre todo en Vaca Muerta y de eso son conscientes los funcionarios”.

Sobre los antecedentes de gobiernos progresistas en la región y su política socio-territorial, la escritora opinó que “implicaron una gran expectativa política en términos de nueva izquierda pero que, hacia el final del ciclo, derivaron hacia modelos de dominación más tradicional que conllevaron un fuerte proceso de concentración en los líderes o lideresas, como también en procesos que han derivado en algunos casos en gobiernos autoritarios como el caso de Venezuela. He sido muy crítica no solo de lo que tiene que ver con la matriz productiva, la economía, sino también con las dimensiones políticas de este proceso.  (…) Ha habido una suerte de solidaridad automática y acrítica en relación a estos gobiernos, diciendo que si uno le hace una crítica le está haciendo el juego a la derecha, al imperialismo, etcétera. Yo no soy de esta idea, creo que efectivamente hay que hacer ejercicio del pensamiento crítico”.

“Igualmente soy consciente de que las resistencias al neoextractivismo son todavía marginales, en el sentido de que toca esas zonas de pequeñas y medianas localidades lejanas a los grandes centros industriales, con lo cual hay ahí un gran desafío que es el de lograr un cambio cultural, una nueva narrativa y un diálogo con sectores sindicales, territoriales urbanos, sectores políticos de las grandes ciudades, que hoy en día son muy indiferentes a la problemática ambiental o que la desconocen en absoluto”, finalizó.

El sábado a las 19 se proyectará la película “Toda esta sangre en el monte” con presencia de su director Martín Céspedes. La actividad es organizada por la Secretaría de Derechos Humanos de la CTA Bahía Blanca-Coronel Dorrego   en el salón de la AJB (Ing. Luiggi 63).

La película relata la situación actual del movimiento campesino, específicamente la situación que ha atravesado el MOCASE de Santiago del Estero a lo largo de los últimos años, y repasa sus estrategias de organización política-social.

“Es también sobre la violencia. Una violencia económica de un capital que llega a los territorios campesinos con una lógica de acumulación y que lo que hace es destruir comunidad, territorios y cuerpos;  una violencia política de gobiernos que hacen la vista gorda permitiendo que ese capital entre e irrumpa y con una violencia institucional-judicial que lo legitima, lo avala a través de la impunidad”, contó Céspedes a FM De la Calle.

Parte del largometraje cuenta el asesinato de Cristian Ferreyra, hecho ocurrido en 2011 mientras defendía su territorio de sicarios que trabajaban para un empresario agropecuario de la zona. Se “toma de excusa el juicio de los asesinos de Cristian para dar puntapié a lo que es este conflicto y poder conocer un poco la realidad que se está viviendo en Santiago del Estero, tanto lo que es la organización política como a los modos de vida”.

“Porque al fin y al cabo la lucha por la tierra en realidad es una lucha por un modo de vida que quizás quienes habitamos las ciudades esos modos de repensar nuestras vidas están más relegados, quizás estamos más centrados en cuánto más de esa renta del capital podemos acaparar para poder vivir mejor”, afirmó.

Toda esta sangre en el Monte tardó varios años en poder terminarse y, según el director, es “una película que se explica así misma, esos modos de vida, esos conflictos, los vemos a través de la observación y me parece que es lo más interesante que tiene. Es como estar ahí viviendo las situaciones y me parece que la película en ese sentido se muestra bastante bien sola”.

“La construcción del documental es también una construcción colectiva con la organización campesina, yo no quería caer con la película del porteño que va a mostrar cómo viven los campesinos (…) y para eso no hubo un guión previo marcado al cual ir a filmar, sino que fue ir y devenir en el lugar lo que surgiera. Fue algo muy interesante, muy enriquecedor y que también termina de alguna forma aportando a toda esa riqueza y a lo multifacético que es la organización campesina. El MOCASE es realmente muy potente, imaginemos que están luchando contra un poder gigantesco que es el agronegocio y al día de hoy no han perdido ni un metro de tierra”, finalizó.

Mañana comienza la novena edición de la Feria del Libro de Sierra de la Ventana, una fiesta cultural, autogestiva y comunitaria que ofrece más de cuarenta eventos, stands, muestras y paseo artesanal.

Carolina González, integrante del colectivo organizador, comentó a FM De la Calle que este año el vínculo íntimo con la naturaleza atraviesa la propuesta y es el disparador de las actividades que se desarrollarán en los Galpones Ferroviarios y el Centro Cultural de la localidad.

“Seguimos manteniendo y marcando esa relación tan cercana con la naturaleza y por eso el lema es ‘Cultura y naturaleza: una feria bio-agradable”.

El fin de semana tendrá al libro en el centro de atención rodeado por “todo lo que el pueblo y la zona están con ganas de recibir y de mostrar. Por eso muchas veces es un punto de encuentro para gente que hace música en la zona o que hace alguna actividad artística, traen muestras o presentan lo que estuvieron trabajando durante el año. Es multicultural o pluriartístico”.

“La Feria del Libro, al ser un evento comunitario, todos los años la vamos peleando desde ese lugar, para que se mantenga de esta forma, desde la comunidad, autogestiva. Este año es particular, al menos económicamente, no estamos teniendo casi apoyo. Estamos tratando de solventar todo con poco dinero que se había recaudado la feria anterior”, aseguró González.

Consultada sobre el contexto de ajuste dijo que “viene difícil la mano pero como siempre le ponemos la mejor intención y todos los que participan se hacen eco de este espíritu y vienen a formar parte de este evento cultural, a hacer desde ese lugar la crítica o hacer la fuerza para que las cosas vayan para el lugar que queremos, para que mejore todo un poco. Y para no perder, sobre todo, estas cuestiones de la cultura que si no muy rápida y fácilmente nos sacan de las manos”.

“Este año nos sentimos más apoyadas todavía por toda la gente que participa, todos los artistas, todos los profesionales que se acercan y vienen a formar parte de la feria”, agregó.

Este viernes abrirán los galpones recuperados a centenares de niñas y niños de las escuelas de la zona y luego se desarrollará el amplio cronograma que puede leerse en esta nota o en el muro de facebook de la Feria del Libro.

Mirta Millan, integrante de la Comunidad Mapuche Urbana de Olavarría Pillan Manke participó de una Jornada Intercultural promovida por la UNS en la cual se presentó el libro “Buenos Aires Indígena”, editado por la Comisión Provincial por la Memoria. Además, pasó por los estudios de FM De la Calle.

Millán contó que el libro “es un material inédito, lo trabajamos con Inés Rosso, que es licenciada en Geografía. Empezamos a trabajar con mapeos desde nuestra propia lógica y desde nuestros territorios actuales porque los mapas que existen no dan cuenta de los pueblos originarios de la provincia de Buenos Aires. Logramos en varias etapas llevarlo concretamente a un libro bajo la posibilidad mancomunada de la UNICEN,  la Comisión Provincial por la Memoria y la Mesa Autogestionada”.

La Mesa Autogestionada en Educación Intercultural fue fundada hace seis años y su carácter itinerante “es lo que le dió mucha vitalidad. No perder el foco que son las políticas públicas las que tienen que quedar para las generaciones actuales y las que vienen.  (…) Es importante ver el pantallazo que se plantea en América Latina. Tenemos países que están a años luz de nosotros porque se están planteando, por ejemplo, como lengua en segunda instancia el castellano cuando nosotros perdimos nuestros idiomas originarios, es el caso de Panamá, de Ecuador”.

“En provincia de Buenos Aires recién es la visibilización, o sea, hablar que hay poblaciones originarias o afrodescendientes. Más allá de que acá exista normativa no se aplica. La interculturalidad está contemplada en normativas internacionales porque Argentina ratificó el convenio de la OIT, también en lo que es la Constitución Nacional y  Provincial y la Ley de Educación Federal también lo contempla”.

Consultada sobre los cambios político-culturales luego del caso de Santiago Maldonado, Millán comentó que “sucedió lo que dijimos: Santiago Maldonado era un emergente de lo que iba a suceder a posterior, en función de las políticas represivas del Estado, la militarización de los territorios y la aplicación de la ley antiterrorista haciéndose eficaz a través de causas armadas a nuestros hermanos y hermanas”.

“Después sucedió lo de Rafael Nahuel, sucedió lo del allanamiento en el Pu Lof y en Vuelta del Río… Entonces, lamentablemente se dio lo que habíamos pensado y enunciado en un primer momento. Estamos viviendo un escenario político muy complejo, un escenario en el cual estamos viendo que los derechos han sido totalmente avasallados, sobre todo lo que tiene que ver con los pueblos originarios. Hay intereses de trasnacionales, convenidos con el Estado nacional y provincial y es muy difícil poder llevar a cabo esos intereses si hay indígenas en el medio. Esta es la resistencia y creo que no sólo nuestra resistencia, sino que es en toda América Latina”.

La dirigente mapuche opinó sobre el debate que llevaron las mujeres originarias al Encuentro Nacional de Mujeres en Trelew para darle el carácter pluricultural. “Sabíamos que iba a haber participación pero no tan masiva (…) en toda situación de fricción una puede quedarse con el mero relato pero, sin embargo, queríamos trascender. Se logró y la verdad que fue contundente.  Y lo emocionante fue en la marcha, primero que tuvimos la posibilidad, solidariamente y a conciencia, que las compañeras de la Ola Verde nos cedieran el espacio para poder marchar y lo emocionante fue  ver cómo nos esperaban gritando ¡este es territorio ancestral mapuche!”.

Respecto al reclamo del aborto legal, seguro y gratuito, Millán afirmó que como comunidad “asumimos el pañuelo verde entendiendo que es un contexto en el cual muchas mujeres mueren por aborto clandestino y son las más vulnerables y, entre ellas, nuestras propias hermanas en lugares como villas, Chaco, Salta o acá mismo en la provincia de Buenos Aires”.

“La verdad que eso lo asumimos y lo defendemos mas allá que desde el punto de vista de la salud de los pueblos originarios teníamos todo un conocimiento que teníamos que recuperar, que está, que es el cuidado con el cuerpo y el tema de tener medidas preventivas ante el embarazo que, a raíz de toda ésta colonización y consolidación del Estado, se prohibió”, concluyó.

En los meses que siguieron a la desaparición de Santiago Maldonado se cometieron apelando a la supuesta búsqueda de pruebas atropellos y abusos de violencia institucional en distintas comunidades aledañas a la zona de Esquel.

Moira Millán respondiendo a su rol de weichafe mapuche (guardiana, defensora) perteneciente al lof (comunidad) Pillán Mahuiza (Chubut), acompañó a integrantes de la comunidad Vuelta del Río al Juzgado Federal de Esquel para exigir el cese de tal burdo hostigamiento y la renuncia inmediata del juez a cargo de los allanamientos Guido Otranto.

Estos reclamos se realizaron de manera pacífica durante toda la jornada tal como registraron los medios de comunicación allí presentes.

A días de este evento Moira Millán recibió violentas amenazas de muerte por teléfono y un permanente hostigamiento por parte de las fuerzas policiales.

Moira Millán, madre y sostén de sus cuatro hijos, desde los 21 años ha recorrido el país conociendo las comunidades de 36 naciones originarias que habitan nuestro territorio, sus realidades y problemáticas. Su lucha abarca desde la defensa de los territorios, los derechos de las mujeres indígenas y el equilibrio y reciprocidad con la naturaleza. Este camino la ha llevado junto con otras ha conformar el Movimiento de Mujeres Indígenas por el Buen Vivir.

El 26 de junio Millán fue notificada que por orden del juez Guido Otranto ella era la única imputada bajo la figura de “coacción agravada” por los hechos sucedidos el 20 de septiembre de 2017 en el Tribunal de Esquel anteriormente detallados.

“Nuestra lamngen (hermana) deberá presentarse a declaración indagatoria por un delito inventado que está penado de entre dos y cuatro años de prisión el miércoles 19 de septiembre de 2018 en el Juzgado Federal de Esquel”, informaron desde el Movimiento de Mujeres Indígenas por el Buen Vivir.

#ReclamarJusticiaNoEsDelito

Contacto para prensa: Evis Millán +5492915745857

Mail: [email protected]

FB: Movimiento de Mujeres Indígenas por el buen vivir

Ismael Ramínez, niño qom de 13 años, fue asesinado por la policía chaqueña cuando un grupo de jóvenes pedía mercadería en un supermercado del Barrio Obrero de Roque Sáenz Peña. Otro pibe fue herido en el ojo y 19 personas fueron detenidas.

Rolando Núñez, integrante del Centro Mandela D.D.H.H., explicó a FM De la Calle que “evidentemente hubo una concentración, principalmente, de personas jóvenes frente al mercado de Impulso en un barrio de la ciudad de Sáenz Peña, que es la segunda ciudad por población, del Chaco”.

“El saqueo no se produjo, no ve en los vídeos que nadie salga con mercaderías, bolsos, ni tampoco con elementos del supermercado. Sí evidentemente intentaron ingresar, cuando se tensó la situación se escucharon disparos y allí es cuando recibe el disparo Ismael Ramírez, que es un adolescente de 13 años que recibió un tiro en el tórax, debajo de la tetilla. Este joven es qom y del Barrio Obrero, un barrio un pobre, casi no tuvo chances de sobrevida porque el disparo fue mortal”, comentó.

Nuñez aseguró que “hay personal de policía en Sáenz Peña, está incluso el jefe allí, tengo entendido que va a hacer una conferencia de prensa, y veremos cómo avanza eso. Sáenz Peña es compleja, tiene barrios indígenas numerosos”.

“Veremos cómo manejan esto, en la base de todo esto está la falta de comida, de chicos sin proyecto de vida, son muy jóvenes, está el alcohol, la droga. Un montón de conflictos que, lamentablemente, van conspirando contra la convivencia más armónica. No veo al gobierno con la respuesta necesaria, tanto en el plano policial como en el plano social, que es una herramienta necesaria”, manifestó.

Para el dirigente esta situación se puede asociar “fundamentalmente a la inequidad social, a la falta de acceso al sistema educativo, a un sistema sanitario que no da respuesta y un sistema de seguridad social muy debilitado producto de todos los actos corrupción  que se produjeron en los últimos tiempos”.

“Tenemos un desequilibrio primario que es lo que sale de comparar ingresos con gastos. Hemos tenido un mayor déficit financiero que, por el sistema de endeudamiento público que tomó en dólares la provincia del Chaco se redujo. Todo eso apuntó a cumplir con los puntos del pacto fiscal que firmaron varios gobernadores de provincias argentinas con el actual gobierno pero desfinanciaron las políticas sociales y, por eso, todo está paralizado en esta provincia”, aseguró.

Núñez concluyó: “El sábado a la noche en Resistencia, lo de anoche en Sáenz Peña y la tensión labrada que existe en este momento yo la asocio a la mala gestión del gobierno provincial y, de alguna manera, potenciado por las malas políticas económicas y sociales que viene diseñando el gobierno nacional con una inflación galopante, que hace casi imposible que las familias puedan comprar comida. El problema es social, es de pobreza y de falta de comida”.

Tras la autorización para la instalación de una base militares estadounidense cerca del yacimiento petrolífero Vaca Muerta y ante el decreto que otorga a las fuerzas armadas la posibilidad de intervenir en asuntos de seguridad interior, conversamos con Jorge Nahuel, integrante de la Confederación Mapuche de Neuquén.

“Esta noticia que anunció el presidente se suma a todo un estado de preocupación, porque se ha dibujado una imagen de terrorismo, de violencia extrema, de atentando que no tiene nada que ver con la realidad. Porque acá, si hay alguien que está actuando al margen de la ley y violando todos los preceptos constitucionales y legales, es la industria petrolera que ingresa con total libertad y protegida por la fuerza pública que sea necesaria y que le permite a estos grupo corporativos explotar a plena luz del día”, manifestó.

“Nosotros tenemos a Gendarmería apostada. Hay un contingente de 400 gendarmes para proteger Vaca Muerta, el Municipio de Añelo ya ha otorgado un predio para construir una base de operaciones para Gendarmería”.

“Entonces, cuando se suma eso, la base militar que ya también tiene un terreno otorgado, más el anuncio presidencial, sentimos todo verde oliva acá alrededor”, enfatizó.

Nahuel explicó que “lo que se sabe es la información pública que ha hecho el Gobernador anunciando como una verdadera burla al sentido común de que, acá se va a instalar una base del Comando Sur de Estados Unidos, para realizar tareas humanitarias”.

“Esta base no tiene ninguna lógica más que, poder generar una base militar que controle y proteja todos los interés que el fracking hoy está aplicando. Recordemos que el fracking, hoy es una técnica que está manejada, fundamentalmente, por empresas norteamericanas. Entonces, toda es inversión es la que, se supone, vienen a proteger semejante destacamento militar”, aseguró.

Se cumplen este sábado 159 años de la masacre indígena perpetrada por las fuerzas de Bahía Blanca. El episodio registrado por la historia oficial como “el último malón” fue ordenado por el toqui mapuche Juan Calfucura luego una serie de ofensas y en una particular situación política.

Compartimos en este aniversario un material producido durante la sexta edición del ciclo Bahía Originaria organizado por FM De la Calle y Kumelen Newen Mapu. En dicha ocasión, el historiador Sebastián Alioto (UNS) contextualizó los hechos que tuvieron su máximo punto de barbarie con “la hoguera del escarmiento”.

“El comandante Orquera, que había tenido una actuación más bien pálida el 19 de mayo, encima decidió que los cadáveres de los indígenas que habían muerto en el combate sean reunidos en lo que hoy es la Plaza Rivadavia y quemados. Se hizo una especie de pira funeraria en la cual se quemaron los cadáveres de los combatientes muertos para espanto de los propios pobladores de la ciudad”, relató.

Kumelen Newen Mapu realizará una ceremonia este 19 de mayo a las 9 en Parque Noroeste. Posteriormente se compartirá un desayuno a la canasta.

En 1859 el Estado de Buenos Aires se había dividido de la Confederación Argentina.

Calfucura, que era el jefe indígena más importante en ese momento, del grupo salinero, había tenido buena relación con Rosas, basada en la diplomacia y las raciones -una cantidad de ganado, caballar y vacunos- y lo que se llamaban vicios -yerba, azúcar, tabaco-, bienes de consumo que venían del mundo occidental, criollo, que el Estado les daba a los grupos indígenas en compensación por mantener la paz en la frontera.

Cuando cae Rosas y se produce la secesión de Buenos Aires de la Confederación, el nuevo gobierno, los liberales de Mitre, los herederos de los unitarios que después pasaron a gobernar parte de la Argentina, tenían un plan distinto que era bajar sustancialmente las raciones y enfrentar a los grupos nativos.

Calfucura adoptó una posición de reacción contra eso, buscó aliarse con Urquiza -el jefe de la Confederación- en contra de Buenos Aires mientras negociaba con Buenos Aires si podía reestablecer el equilibrio y la paz.

No fue posible. Hubo malones en el ’52, ’53, después una pequeña paz y en el ’55 y ’56 otra serie de malones por parte de Calfucura y de varios de sus aliados.

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Uno de los talentos de Calfucura fue no cerrarse en su propio grupo, parte de las raciones iban a sus propios capitanejos y hacia otros pueblos o grupos indígenas en las pampas y en la cordillera y más allá, en la Araucanía, lo que hoy es territorio chileno. Calfucura había hecho una red diplomática muy grande.

La mayoría de los malones están concebidos desde el punto de vista indígena como un resarcimiento de un daño. En la lógica indígena las personas que han sido ofendidas están obligadas a vengarse de esa afrenta y no pueden eludirlo.

Había varias afrentas acumuladas en el marco de una política agresiva del Estado que empezó con la caída de Rosas y se fue profundizando cada vez más.

La principal fue lo que ocurrió en febrero de 1858. El ejército de Buenos Aires invadió las tolderías de los salineros. Fue la primera y la única vez que lograron hacerlo. Buenos Aires decidió pasar a la ofensiva y envió dos expediciones. Una más al norte contra los ranqueles, en lo que hoy es el norte de la provincia de La Pampa, esa expedición fue catastrófica porque estaba mal preparada y porque es un territorio árido en el que hay poca agua en superficie y hay que conocer bien dónde está y cómo sacarla.

En cambio, a la expedición del sur algunos la consideran un fracaso pero en realidad no lo fue. Se armaron dos columnas, una salió de Bahía Blanca y otra de Azul. Se juntaron en la Sierra de la Ventana, en Sierra de Curamalal, y de allí remontaron los arroyos de Pigüé y demás, mantuvieron algunas escaramuzas con partidas indígenas y siguieron avanzando hacia el núcleo de la territorialidad salinera que era la laguna de Carhué y la planicie que está alrededor, que es muy fértil, era el campo de invernada para sus ganados. De ahí hacia el oeste hasta Salinas Grandes, pasando Salinas Grandes, eso era lo que se llamaba el monte pampeano en el que hay árboles que no son de gran porte pero dan sombra y frutos que alimentan al ganado y a las personas.

Ese territorio fue invadido por las fuerzas de Buenos Aires, prácticamente sin combate porque Calfucura y sus aliados adoptaron la estrategia de salir rajando.

Destruyeron los toldos, se llevaron los animales, las ovejas y las vacas, y destruyeron los sembrados. En contra de la leyenda que suele circular, los indios cultivaban la tierra e inclusive las fuentes militares de la época hablan de que cada toldería tenía su huerta, que eran tanto de pantas autóctonas como plantas introducidas por los criollos. Por la cantidad de toldos, huertas y la superficie ocupada, podemos calcular que había unas tres mil personas, que es mucha gente para la densidad poblacional de esa época.

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Parte de los invasores habían salido de Bahía Blanca y eran el comandante militar, el comandante de la Legión Agrícola, incluso gente de las pulperías, vecinos de Bahía Blanca, gente que estos indígenas conocían de todos los días. No tenemos que pensar que esas poblaciones estaban separadas por una frontera que nadie cruzaba. Todo lo contrario, estaba lleno de gente que iba y venía, de hecho Bahía Blanca se fundó con un contingente de militares, por supuesto, de pulperos y de indígenas. Y desde ese momento de fundación en adelante, los nativos siempre estuvieron, a veces viviendo en los alrededores, a veces viniendo a comerciar. Pero no una vez por año: todo el tiempo. Calfucura, de hecho, se carteaba con mucha gente de Bahía Blanca. Por ejemplo con el mayor Iturra que es uno de los comandantes de la expediciones.

Entonces, ahí se la jura.

Sigue manteniendo correspondencia pero Iturra le hace otra tracalada. Calfucura después de la invasión manda a una de sus esposas en una especie de prenda de paz, con otra gente a comerciar a Bahía Blanca y le dice a Iturra: “Cuídemela, cuiden a la gente que va con ella”. Iturra la mete presa y la manda a Patagones.

Ya son dos ofensas.

Y la tercera, el mismo año de 1858, Yanquetruz -que era cacique de los tehuelches- es asesinado en Bahía Blanca en circunstancias que no están del todo claras. Aparentemente, en una pulpería se emborrachó, se peleó con alguien de la Guardia Nacional y lo mataron.

Yanquetruz era pariente de Calfucura, no estaba en buenos términos con él, al contrario, parecía que iba a tomar el partido del Estado de Buenos Aires, pero de todas maneras era pariente y estaba obligado a vengar su muerte según el Ad Mapu, el código de costumbres de los mapuche.

Una serie de ofensas y una situación política que hizo que Calfucura movilizara todas las fuerzas que tenía disponibles para atacar Bahía Blanca.

Eran entre 1500 y 3000 guerreros, que es muchísimo. La guarnición de Bahía Blanca, sumando todas las fuerzas, la Guardia Nacional, la Legión Agrícola, los soldados de línea, los Granaderos, sumaban como mucho 500 o 600 hombres.

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Cierro lo de la invasión del ’58.

Esa expedición se retira de las salinas, vuelve a las sierras y tiene pensado volver a atacar y expulsar a los indios de ahí. Pero Calfucura vuelve al lugar, les queman el campo y les empiezan a hacer una serie de incursiones menores que los obligan a retirarse y toda esa gente vuelve a Bahía Blanca y Calfucura empieza a planear el contragolpe.

Eso es lo que se produce el 19 de mayo de 1859, un malón muy grande.

Se produce a la madrugada, de noche, eso es clásico de todos los ataques de la guerra fronteriza de la región y en todas las que se enfrentan sociedades no estatales con sociedades estatales. Se realizan al amanecer, cuando el enemigo está desprevenido, si es posible antes de que amanezca porque se puede marchar de noche sin ser vistos. Los militares hacían lo mismo.

Primero se van llevando el ganado que hay en las estancias de los alrededores, después directamente entran en las pocas calles que estaban delimitadas en la ciudad y saquean algunos objetivos claves. Uno era una pequeña estancia que estaba en el medio de la ciudad donde había provisiones y armas de la Guardia Nacional.

Segundo, un lugar que es objeto de especial atención que es el almacén de Iturra, que había tomado la precaución de morirse dos meses antes pero estaba su viuda y ellos sabían cuál era su negocio, prácticamente estaba dedicado al comercio con indígenas. Lo saquearon, se tomaron todo lo que había y, además, hubo un gran empeño en quemarlo, en demostrar que estaban tomando una represalia contra él. De hecho, las bajas que se dieron entre los nativos se supone que se dieron en ese contexto, se ensañaron algunos con la pulpería de Iturra y dieron tiempo a que la Guardia Nacional y la Legión salieran, porque al principio se habían enclaustrado en el fuerte. Estaba en la esquina de 19 de mayo y Zelarrayán.

La historiografía más oficial sobre Bahía Blanca y la época dice que hubo una heroica actuación de la Guardia Nacional y de la Legión Italiana, que expulsaron a los invasores. En realidad no fue así o, por lo menos, expulsaron a los pocos invasores que habían quedado en el casco de la ciudad pero el grueso de los atacantes se quedó todo el día a la entrada de la ciudad. Los indios tenían una fuerza muy superior y los bahienses solo atinaron a defender como podían el casco de la ciudad. Cuando los indios le plantearon una batalla a campo abierto no pudieron hacerlo, los indios le hicieron un desfile ecuestre que es un desafío, es mostrar la propia fuerza ante el otro.

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Al día siguiente, el comandante Orquera, que había tenido una actuación más bien pálida, encima decidió que los cadáveres de los indígenas que habían muerto en el combate sean reunidos en lo que hoy es la Plaza Rivadavia y quemados. Se hizo una especie de pira funeraria en la cual se quemaron los cadáveres de los combatientes muertos para espanto de los propios pobladores de la ciudad.

Al otro día le escribieron una carta diciendo: “Por favor termine con esto”. Porque los cadáveres seguían ardiendo. Imagínense el olor a carne quemada y, además, la barbarie. Ni siquiera los propios pobladores que habían vivido el ataque y todas sus consecuencias, la crudeza, ni siquiera ellos podían soportar semejante barbarie. No se sabe qué pasó, se supone que finalmente la cortaron con eso.

Dentro de la lógica indígena -dentro de la de todos los pueblos del mundo- los cuerpos de los muertos son algo que hay que respetar, que necesitan un tratamiento especial que les asegure su paso a la otra vida o un determinado bienestar que por supuesto en este caso no pasó. Es una afrenta clásica de todos los conflictos que van escalando hacia un lugar de no resolución el de no respetar esta especie de convenciones de dar un tratamiento humanitario a los cadáveres de los vencidos, es un gesto clásico de desprecio.

Ese ataque fue el más grande de ese momento pero era parte de una serie de ataques que Calfucura y sus aliados, incluyendo al gobierno de Paraná, atacaron otro fortines de la frontera y, de hecho, terminaron ese mismo año tomando y ocupando los fuertes de Azul y Tandil. Durante un tiempo lo tuvieron tomado fuerzas mitad indígenas de Calfucura y mitad de la Confederación. Buenos Aires recuperó esas poblaciones más o menos rápidamente en un par de meses.

Ese contexto empieza a terminar con la batalla de Cepeda, una primera batalla entre Buenos Aires y la Confederación, y sobre todo con Pavón cuando Urquiza se rinde y empieza el proceso de unificación del Estado nacional que va a cambiar las condiciones para los indígenas, va a debilitar mucho su posición porque ahora ya no tienen dos Estados para negociar o combatir, tienen uno solo en proceso de unificación, de integración cada vez mayor al mercado mundial, de formación de instituciones estatales como el Ejército.

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Entonces, de ahí en más la situación va a ser cada vez más difícil. La década del ’60 es una década impasse porque desata la Guerra del Paraguay y las fuerzas del Estado están enfocadas en eso, pero la década del ’70 es una década en que el Estado nacional tiene la decisión definitiva de avanzar sobre territorios indígenas.

No es la ocasión más notable en la modesta y sórdida historia de Bahía Blanca, en varios sentidos hubo hechos mucho más terribles.

En el ’29 Lavalle fusila a Dorrego. Estomba era unitario y su sucesor, Morel, también. Morel lleva una columna desde Bahía Blanca para tratar de ayudar a Lavalle, ahí hay un grupo de indígenas que toma el partido contrario, el federal. Las fuentes dicen “fueron seducidos por Rosas”. ¿Qué hacen? Se dan vuelta y matan a todos los oficiales de la localidad y además sitian Bahía Blanca durante un tiempo prolongado, están a punto de tomar Bahía Blanca hasta que finalmente son dispersados.

En la década del ’30 hubo una cantidad de invasiones, en el marco de todas las expediciones que hizo Rosas, sobre el territorio borogano -por ejemplo- que era el mismo que después ocupó Calfucura y sobre los ranqueles que fueron expediciones tremendas. Masacres en las que murió mucha gente -sobre todo varones y adultos pero mujeres también- y mujeres y niños fueron secuestrados y traídos a Bahía Blanca como cautivos. Las mujeres fueron violadas, las familias fueron separadas y partidas. Eso no pasó solamente en la llamada Campaña del Desierto sino antes también, incluida esta ocasión en la que Bahía Blanca fue el punto de concentración de esa población.

Tampoco fue “el último malón”. En 1870 hubo otro malón grande, también comandado por Calfucura, Cañuquil y sus aliados, pero se llevaron todas las haciendas de los alrededores de Bahía Blanca y no entraron a la ciudad, entonces en la memoria local quedó como un hecho distinto, con otra magnitud.

La Lof Paicil Antriao de Villa La Angostura, Neuquén, puso en resguardo un sector de su territorio que fue invadido por una imobiliaria perteneciente a un fideicomiso en complicidad con el bahiense Emanuel Ginóbili y el poder político de esa localidad.

Tino Nawel, weken de Lof comentó a FM De la Calle que “esta lamentable situación que ahora le toca a nuestros bosques nativos, a nuestra biodiversidad, justamente es de un proyecto que fue pensado y diseñado en el año 2011. En ese entonces el ministro (de Desarrollo Territorial) era Leandro Bertoya”.


“Tuvimos que tomar esta decisión de poner en resguardo este espacio territorial que está siendo fuertemente impactado por un proyecto de un fideicomiso desconocido y que entendemos fue avalado por la provincia de Neuquén y responsabilidad también del municipio local. Y por otro lado sin nuestro consentimiento, sin la consulta previa a la comunidad para llevar adelante este proyecto”.

Respecto a las consecuencias para el ambiente explicó que “han arrasado con todo tipo de especies nativas existentes en el lugar; especies únicas como los Arrayanes. Lo que han hecho no tiene nombre, lo que han hecho nos trae un fuerte impacto ecológico, ambiental y cultural”.

Consultado sobre la violación de los acuerdos establecidos con el gobierno provincial sostuvo que “a nosotros nos genera sospechas porque esto, revisando y estudiando la Ley de Bosques, tiene oficialmente reconocido un mapa donde salen todas las categorías y esta categoría que está instalada justamente en esta parte del territorio es de color rojo, es declarada zona roja por la ley, es intangible: no se puede tocar, no se puede construir, no se puede hacer nada que impacte o afecte a la naturaleza y sin embargo se está haciendo”.

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Sobre los terrenos comprados años atrás por Emanuel Ginóbili, Nawel explicó que “en todo este sector están distribuídos estos lotes, un lote que le han entregado también de manera inconsulta a la comunidad al señor Ginóbili, hace aproximadamente doce años y ahora se suma este otro proyecto del fideicomiso que es un lote colindante”.

“El tema es que el único acceso que hay para llegar al otro lote es el que hay en lo de Ginóbili, o sea que Ginóbili hoy está siendo cómplice de ese proyecto que está destruyendo el bosque”, manifestó.