Condenaron a siete policías por el asesinato de Daniel Solano

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(Por Fernando Tebele para La Retaguardia)  El tribunal presidido por María Evelina García Balduini condenó a prisión perpetua por el crimen del joven salteño de origen guaraní, a los policías de Río Negro Sandro Berthe, Pablo Albarrán Cárcamo, Diego Cuello, Pablo Bender, Héctor Martínez, Juan Francisco Barrera y Pablo Quidel.

En una larga lectura de más de cuatro horas que comenzó hoy a las 10, el tribunal tomó casi todos los pedidos de los abogados de la familia, Sergio Heredia y Leandro Aparicio. El fallo fue seguido en una sala colmada, por referentes de Madres de Plaza de Mayo del Alto Valle, familiares de víctimas de represión estatal como Mónica Alegre (mamá de Luciano Arruga) y Sergio Casas (papá de Matías Casas), entre muchos otras personas que acompañaron la causa.

La lectura completa pudo escucharse a través de una transmisión especial de Radio Zona Libre, la radio de Familiares y Amigos de Luciano Arruga y Radio La Retaguardia la replicó. A las 14:23 se escuchó la condena a perpetua que fue festejada en la sala. El actual embajador argentino en Estados Unidos, Fernando Oris de Roa, fue vicepresidente de la empresa Expofrut, la empresa para la que trabajó indirectamente Daniel Solano, cuyo cuerpo aún no fue encontrado. 

Los 7 policías que llegaron a juicio por el crimen del joven salteño Daniel Solano, fueron condenados esta tarde a prisión perpetua como coautores del delito de homicidio agravado por alevosía y por el hecho de ser policías.

Daniel Solano era miembro de la comunidad guaraní Misión Cherenta; en octubre de 2011 viajó desde su Tartagal (Salta) natal a la zona de Valle Medio de Río Negro para trabajar en forma temporaria en la cosecha de manzanas, a través de la empresa tercerizadora Agrocosecha SRL, en el establecimiento de la multinacional belga Expofrut, ubicado en la localidad de Lamarque. Al cobrar su primer sueldo, un mes más tarde, descubrió que el dinero recibido era menor al acordado y comenzó a organizar un reclamo junto a sus compañeros. En la madrugada del 5 de noviembre fue visto por última vez mientras era sacado por policías del boliche Macuba, en Choele Choel.

Su papá, Gualberto Solano, y otros familiares de Daniel, vivieron en un acampe en esa ciudad durante estos años de impunidad hasta llegar al juicio. Gualberto murió durante el juicio y no alcanzó a ver la justicia que llegó para su hijo, aunque según contó su abogado Sergio Heredia a La Retaguardia pocos días después de su muerte “Gualberto Solano murió sabiendo quiénes mataron a Daniel, cómo lo mataron y quiénes encubrieron”. La tristeza que lo llevó a la muerte hoy se mezcló, en muchas de las personas que lo acompañaron en la larga lucha, con la emoción de haber conseguido desarmar la trama de impunidad que hay detrás de su crimen.

El caso de Daniel Solano desnuda la trata de personas, explotación y violencia de todo tipo a la que son sometidas miles de personas que cruzan el país para trabajar en las peores condiciones como “golondrinas”, la manera en la que se conoce a los laburantes que vuelan kilómetros incontables para llegar a realizar esas tareas generalmente mal pagas, y poco tiempo después regresan a sus lejanos hogares.

Solano había viajado por segunda vez para realizar este tipo de trabajo. Con su entereza quiso organizar a sus compañeros tras asumir la estafa a la que estaban siendo sometidos. Eso le costó la vida, pero su muerte no ha sido en vano y hoy se levantan su nombre y su rostro como bandera para denunciar que, aún con esta condena, la situación de miles de personas en los campos de las grandes empresas agroexportadoras continúa siendo la misma. Lo que intentó ser una lección para el resto de los laburantes, quizá pueda terminar siendo la bandera que ayude a cambiar esa realidad.

Así como durante estos 7 años costó una enormidad denunciar que Solano estaba desaparecido, el actual gobierno premia a los empresarios de este tipo de empresas con las embajadas más importantes. Será interesante escuchar la opinión acerca de esta condena de Fernando Oris de Roa, nuestro representante ante los Estados Unidos. Aunque uno supone que quizá sea imposible.

Vale acotar que la emisión de la señal que nos permitió hoy escuchar la larga lectura de la sentencia, la generaron los integrantes de Radio Zona Libre, Fermín Martínez y Nadia París. Ambos están mencionados en el nefasto informe acerca de la RAM que generó hace unos meses el Ministerio de Seguridad de la Nación. A Martínez se lo acusa incluso por la participación en un supuesto hecho de sabotaje contra un pozo petrolero de la región. Hoy quedó claro que en realidad son culpables de hacer cosas peligrosísimas como la de esta jornada: difundir causas demasiado incómodas para el poder. Sus armas estuvieron a la vista de todo el mundo: consolas, micrófonos y cables que nos permiten informar lo que gente muy importante quiere ocultar.

Foto: Jóvenes por la Memoria.