Doña Carmen: una historia de Bukaneros contra Piratas

(Por Luis Ponte*) Situémonos en España. Más precisamente en Vallecas, barrio obrero al sudeste de Madrid, donde habita Doña Carmen Martínez, de 85 años, antigua vecina y reconocida simpatizante del Rayo Vallecano. El Rayo es el único equipo de barrio que queda en la Liga Española de Fútbol, y el de presupuesto más pobre.

Una mañana de noviembre de 2014, varios patrulleros de la policía nacional española, bloquean la calle donde vive doña Carmen. El objetivo de semejante despliegue de la fuerza pública: desalojar a la anciana de la propiedad que habita y le pertenece, desde hace 50 años.

Corren tiempos de crisis en España. La burbuja inmobiliaria estalla por el aire, y sus filosos restos esparcidos, dan de lleno como suele suceder, en la dignidad de los  más desprotejidos.  “No más viviendas a los fondos buitres” dice la organización “Plataforma de Afectados por la Hipoteca”.  El Estado, sin embargo, falla a favor de los fondos y los bancos, y más de 500.000 familias pierden sus hogares.

Esa mañana, es el turno de Carmen. Años antes, salió de garante de un préstamo a favor de su propio hijo. La crisis lo convierte en impagable. La justicia dictamina a favor del prestamista. Y ni el centenar de vecinos que salen a reclamar por ella, pueden impedir lo inevitable. Doña Carmen, vecina de Vallecas, e hincha histórica del Rayo, queda en la calle.

Pero al día siguiente, sucede un hecho que da un giro a esta historia. En la conferencia de prensa previa al partido del Rayo Vallecano contra el Celta de Vigo, su entrenador Jémez, habla del caso de Carmen Martínez:

Carmen no se quedará sola. Que mediante una ayuda económica que aportarán él, los jugadores, los dirigentes, el club, y los socios que se sumen, salvarán a Carmen de la calle, pagandole los gastos de alquiler de una nueva vivienda. Y  por supuesto, en el mismo barrio de Vallecas.

El gesto solidario, no sorprende a los vallecanos, pero impacta y trasciende las fronteras del barrio. Doña Carmen, la humilde anciana de Vallecas, empujada a la calle por la crisis y por el propio sistema, llega a las primeras planas de los medios nacionales y deportivos de España Y del mundo. (Aquí en Argentina, incluso, en varios medios gráficos) a tal punto y, vaya paradoja del destino, que opaca la noticia de la muerte de la Duquesa de Alba (una de las personas más rica del país, con 3.000 millones de €, dueña de palacios, castillos, títulos nobiliarios, miles y miles de hectáreas, y segunda propietaria de tierras, después de la Iglesia Católica).

Ese domingo, el Rayo vence 1-0 al Celta de Vigo. El estadio, colmado de hinchas vallecanos está feliz por el resultado pero también, por el gesto de su plantel y del club. Se extienden banderas y carteles: “Orgullosos de Uds.”,  “Carmen se queda”, “Solidaridad de un barrio obrero”, y un cuarto: “Rayismo contra los desalojos”. Los medios subrayan titulares como: “más equipos como el Rayo”, “ya son campeones”.

Luis Jiménez el hijo de doña Carmen , dice en conferencia frente a las cámaras:  “Que nos haya ayudado el club más pobre nos hace pensar que otro equipo más poderoso como el Real, podría haber hecho algo, pero bueno, no tenemos palabras de agradecimiento, para el Rayo”.

Y esas palabras, no son casuales y encierran, de cierta manera, el sentido de esta historia. Que sucede en Vallecas. Un extenso barrio de más de 350.000 habitantes al sudeste de Madrid. Barrio con una fuerte tradición e identidad obrera y contraculutral. De los más castigados, dicen, por los bombardeos franquistas durante la Guerra Civil.

Barrio donde tiene sede este Rayo Vallecano, también ligado a ideales de conciencia política y lucha social. Y de dónde surge como emergente,  a principios de los noventa, los denominados Bukaneros, colectivo de hinchas del Rayo Vallecano.

Que – más por causalidad que casualidad- instalaron en Vallekas (algo impensado en nuestro fútbol argentino) el  “Día contra el Racismo en los Estadios de fútbol” (en cuya primera edición en 1997 invitaron a medio centenar de inmigrantes a presenciar un partido como parte de una jornada de convivencia junto a ellos) y también, las Jornadas contra la Represión. bajo el lema “Contra el racismo, la represión y el fútbol negocio, Rayo, nunca caminarás solo”.

Bukaneros, en su página web dice “una historia basada en la lucha y defensa del equipo, del barrio y de la forma de entenderlo siempre limpia de racismo, y de fascismo. En su facebook, hace dos días, subieron un collage de fotos del barrio de Vallecas con grafittis pintados por los Bukaneros, contra el machismo.

Ellos – como los barras de acá- también se juntan con los jugadores, pero no para apretarlos o extorsionarlos por dinero, sino para explicarles cada año, la realidad de Vallecas. La identidad del barrio. También el trueque que piden, es otro: aliento incondicional de la hinchada por entrega total adentro de la cancha. Como ese día, en el que perdieron 1-0. Los jugadores avergonzados – a punto de perder la categoría – se fueron al vestuario y la hinchada los obligó a salir no para insultarlos, sino para aplaudirlos por el esfuerzo, a pesar de la derrota. Curiosamente, a partir de allí, ganaron los 4 partidos restantes y salvaron la categoría.

Y en otro posteo en fbook, escriben: “en un mundo en el que solo cuenta el dinero y la renta, el fútbol no es excepción, los millones y la TV se llevan todo el protagonismo a costa de la esencia de este deporte: los hinchas. Como bien dijo Galeano jugar fútbol sin hinchas, es como bailar sin música.”

Eso dice la hinchada del club con el presupuesto más bajo de la Liga, con € 25 millones, frente a los € 500 millones del Real o del Barca.  O a los más de 25 millones de € que ganan por año Messi o Ronaldo (algo asó como 1,5 millon de pesos argentinos por día). Estos contrastes no le impidieron ser en 2013, el tercer equipo de Europa con mayor % de posesión de pelota y de remates al arco, despues de (otra ironía de la realidad) los mismísimos Bayern Munich y el Barca. Con presupuestos mas de 30 veces superiores.

Vallecas, el barrio obrero de Madrid, su equipo, el Rayo Vallecano, y su hinchada, los Bukaneros, van de la mano del lema que despliegan cada domingo en su  bandera gigante: “Somos pobres con orgullo, con cojones como puños”.

Un portal español, escribió: lo que hizo el Rayo Vallecano por Carmen es fútbol en estado puro, aunque no se haya pateado un balón. Ni uno.”

La historia no termina allí: meses después cuando el club le entrega el total de lo recaudado, Doña Carmen, dona la mitad de ese dinero, para traer a España, desde Nigeria a los hijos de un ex arquero del club, nigeriano, moribundo, cuyo último deseo, es verlos antes de morir.

* Luis Ponte es productor y gestor cultural. Fue director de la Alianza Francesa en Bahía Blanca y realizado innumerable cantidad de producciones artísticas y culturales en la región. Además ha colaborado con otras instituciones en carácter de asesor. Desde 1973 hasta el momento se desempeñó como columnista en distintos medios de comunicación. Actualmente integra la Productora Nariscopio. Obtuvo una Diplomatura Superior en Ciencias Sociales con mención en Educación y Nuevas Tecnologías por Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) y también un Posgrado de Gestión Cultural y Comunicación en la misma entidad.