“El endeudamiento es una hipoteca gigantesca”

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El economista Julio Gambina comentó que la salida de Luis Caputo del Banco Central responde a “diferencias de política monetaria y económica dentro del gabinete” y que parece haber ganado la pulseada Nicolás Dujovne al poner a su segundo al frente de la entidad monetaria.

“Tampoco sé qué quiere decir que va creciendo el poder de Dujovne”, dijo a FM De la Calle y agregó que “todavía no se informa el acuerdo con el Fondo Monetario y el presidente del Banco Central renuncia, no es una señal de fortaleza del gobierno Macri, digamos que es un momento de mucha turbulencia en medio de un inmenso paro general”.

“A nivel mundial esto se lee, hay un fortalecimiento de las organizaciones sindicales, sociales, con una movilización muy importante en el día de ayer no solo en Buenos Aires sino en varias ciudades y hoy paros con piquetes, es una situación de mucha incertidumbre en la política nacional”, declaró.

Gambina adelantó que “cualquiera de las cifras mencionadas -entre 20 y 3 mil millones de dólares extra- no alcanza para cubrir el déficit externo de la Argentina, con lo cual va a hacer falta reforzar, si no presta el Fondo Monetario habrá que ir a algún otro organismo internacional, seguramente se está negociando con algunos bancos”.

“Y el resultado es un gigantesco crecimiento de la deuda pública argentina. Ya el Presupuesto 2019 dice que el año que viene se van a pagar 600 mil millones de pesos en intereses que, para tener dimensión, es mayor que los 530 mil millones en salarios que va a pagar el Estado nacional: salarios de la educación, de la salud, de la seguridad, de la administración pública”.

El economista explicó que “el endeudamiento es una hipoteca gigantesca que destruye cualquier perspectiva de asegurar un equilibrio fiscal en Argentina porque, por mucho que alardean con el déficit fiscal 0, el déficit fiscal total -que incluye el financiero pagando intereses de la deuda- es gigantesco, son 3.2% del PBI”.

Al ser consultado sobre la legitimidad de la deuda y la obligatoriedad de su pago, a pesar de haber sido esta vez tomada por un gobierno democrático, Gambina afirmó que “según la Constitución la deuda la arregla el Parlamento” y eso no ocurrió.

“El acuerdo con los holdouts sí pasó por el Congreso, ahí tenés la complicidad no solo del gobierno sino de la oposición. El planteo de la izquierda solo tiene sentido en tanto y en cuanto se logre una mayoría política popular que rompa la hegemonía del partido de pago de la deuda que hay en el Parlamento y en la sociedad, es un problema político por excelencia”.

Para el economista cabría preguntarnos “por qué se tomó la deuda, cuáles son las comisiones, cuáles son los acuerdos con los bancos, por qué se canalizó de la forma que se canalizó, es más, cómo se dilapidaron los recursos en estos meses de corrida cambiaria”.

“Esas reservas internacionales, ¿por qué se usaron para ser depositadas en cuentas de especuladores y no se utilizaron para una pensar una política económica de carácter alternativo?”.

“Yo haría una consulta popular: el Banco Central gastó 15 mil millones de dólares en especulación, ¿estaría de acuerdo la población en que se utilizaran para el desarrollo de la agricultura familiar, de la economía comunitaria, la economía social, solidaria, cooperativa, de las empresas recuperadas, las pymes, en el estímulo y aliento a la producción local, de la economía regional, una política energética de soberanía?”, concluyó.