“El machismo en internet es censura”

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Marina Benítez Demtschenko vivió en carne propia los vacíos de la ley ante delitos informáticos, una pesadilla a la que tuvo que enfrentarse cuando su ex pareja difundió material íntimo sin su consentimiento.

Desde ese entonces viró su profesión, la abogacía, hacia la defensa de los derechos de las mujeres ante delitos de violencia machista en internet y creó la organización “Activismo Feminista Digital”. Diserta esta tarde en la Cátedra de Violencia de Género de la UNS.

“Tomé conocimiento de todo un sistema disfuncional desde el Estado para el abordaje de esta problemática, a partir de ahí empecé a estudiar y me comprometí con un proyecto de ley para la penalización de toda agresión digital dentro de la violencia machista”, comentó en diálogo con FM De la Calle.

La violencia machista online no solamente apunta a la difusión de material íntimo sino también “al acoso virtual,  comprende el acecho, el hostigamiento por cuentas conocidas o anónimas, o hackeo de redes sociales. Todas estas facetas de violencia machista vulneran un montón de derechos fundamentales de las mujeres”.

“Los varones lo sufren en un mínimo porcentaje, por eso reconocemos que es violencia machista, somos más víctimas nosotras porque hay un sistema que no acompaña, una sociedad que culpabiliza, que nos condena. Lo que pasa con el resto de las violencia pasa en Internet porque allí también se refleja el machismo”.

Desconocimiento en organismos estatales

“El gran problema radica en la falta de preparación del personal del Estado, estamos combinando no solo la perspectiva de género, que es tan compleja para incorporar, adicionado al conocimiento de cómo operan las tecnologías”.

“Por eso es que desde la organización proponemos la alfabetización digital de las usuarias, que comprendan cómo deben llevar adelante la autogestión de las plataformas, que conozcan sus derechos digitales. Y, además, la capacitación a agentes del Estado”.

“Más que cuidarnos nosotras lo que decimos es que pongamos el foco en los agresores. Esto no está bien. También exigirle a los varones que dejen de normalizar la exposición de la intimidad de las mujeres y que entiendan que estas tecnologías les permiten impunidad. Que no sea un delito no significa que no cause daño. Estas prácticas son delitos en otras partes del mundo, hay que generar concientización muy fuerte sobre los varones porque el grupo del fulbito o de los pibes del barrio está lleno de material no consentido de mujeres en la intimidad”.

La libertad de expresión como uno de los derechos más socavados por la violencia machista

“El machismo en internet es censura porque desacredita, humilla y, como efecto colateral, hace que llames vos a la autocensura para no recibir violencia en los niveles que recibimos. Para evitar eso cierro las cuentas, no hablo, no participo. Así opera el machismo que no quiere que estemos presentes en los espacios digitales”.

“Estamos hablando de apologías de femicidios, cosas muy bravas, por eso tratamos de apuntar a la alfabetización de las usuarias en el plano legal. Esto es un delito. Queremos incentivar a la denuncia porque permite el reflejo en estadísticas para luego realizar políticas públicas”.

Qué reproducir en los medios y qué no

“La falta de terminología adecuada. Vemos noticias sobre pornovenganza que como término tiene un corte sexista porque no es porno ni venganza, es material íntimo lesionando la intimidad y privacidad de una mujer”.

“Por otro lado se juega mucho con el morbo de `te voy a mostrar este material´ y se continúa con la viralización. Lo mejor que podemos hacer es inhibir la continuidad de esa circulación. Ir contra lo que efectivamente genera el click, contra el morbo para la atención publica. La vida íntima de las mujeres motiva la atención pública y se utiliza como producto”.