“Envión en lucha, la Muni no escucha”

Talleristas e integrantes del Programa Envión continúan en lucha por la regularización de las condiciones laborales y el pase a planta permanente. Durante la mañana organizaron una manifestación frente al Palacio Municipal.

Continúan con retención de tareas y concentraciones en el hall de Alsina 65, tras la negativa del intendente Héctor Gay a atender sus demandas.

“Es muy difícil hablarle a un gobierno municipal que se enorgullece de haber reducido su planta municipal en 100 personas. Es muy difícil hablarle a un Estado municipal que cercena todos los días los derechos de niñas y niñas, no solo con los Enviones sino con los cierres de comedores, sabemos la pelea de docentes que trabajan en esos lugares. Yo no seria la misma como los pibes no son los mismos cuando pasan por el Envión”, señaló una ex trabajadora del barrio El Saladero.

Una de las participantes del taller en Villa Harding Green expresó: “Me emociona y me entristece ver la situación en la que nos encontramos, pasando por tantos reclamos sin que nos escuchen. Ojalá puedan escuchar la voz de los jóvenes que les estamos diciendo que es importante para nosotros, más allá del reclamo laboral, doy fe del esfuerzo que hace cada equipo, puedo hablar por mi equipo, le ponen garra día a día para seguir adelante. Ver las fotos de esta semana, como todos los días entraban en la Municipio y eran ignorados, y aun así siguen insistiendo, ojalá que a partir de este reclamo empecemos a ver cambios”.

“Es lindo ver a todos los enviones que están apoyando esta lucha para que estemos de vuelta, Envión no está solo y es para sacar chicos de la calle, ayudarlos con los estudios. Ellos se levantan todos los días, nos preparan cosas, nos esperan todas las tardes con la merienda y con propuestas. Es lindo estar con ellos pero no es lindo que las sedes estén cerradas. Ya muchos no nos podemos ver, espero que el intendente nos escuche y nos den una razón para que Envión siga”, comentó un adolescente que participa de los encuentros.

“Yo trabajé durante muchos años en este programa, Envión de Saladero. Me formó como profesional de la educación, no hubiese sido la misma. Uno está feliz porque están todos los actores sociales y políticos, pero me gustaría que esta lucha no se tuviera que dar. Estamos hablándole a un Estado municipal que está sordo, que no le interesan nuestros jóvenes, no le interesan los niños y niñas de barrios con vulnerabilidad social. Los Enviones están ubicados en barrios estratégicos, los equipos técnicos están conformados por profesionales que creen que solamente se puede recuperar la juventud, que solamente son posibles los derechos si existe la justicia social”.