Procesada por besar a su esposa en el subte

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El día después del #8M la Cámara de Apelaciones confirmó el procesamiento de Mariana Gómez, detenida en el subte porteño por besar a su esposa Rocío Girat. Terminó agredida, apresada por Policía de la Ciudad y el fallo de primera instancia que la procesó por “resistencia a la autoridad” fue cuestionado por sus prejuicios de género. FM De la Calle habló con el abogado defensor, Lisandro Teszkiewicz.

El letrado manifestó  que se trata de “un trámite surcado por una cantidad de prejuicios muy importante, prejuicios machistas, lesbofóbicos. Los propios policías argumentan que inician las actuaciones porque Mariana Gómez estaba fumando en un lugar prohibido, y esos mismos declaran que había otra gente fumando” pero que no iniciaron actuaciones por esos hechos.

“Está en su propia declaración que hicieron una selección arbitraria de Mariana y lo único que la distinguía es el hecho de estar besándose con su esposa en la estación Constitución. Era un matrimonio despidiéndose” porque tomaban diferentes colectivos, dijo Teszkiewicz.

Agregó que el accionar policial fue “muy discriminador, a Mariana le decían ‘pibe’, la agredieron, la golpearon, posteriormente ya en la comisaría la desnudaron; todo ese accionar tuvo una carga muy fuerte de odio de género, odio hacia la diversidad sexual”.

Respecto a la justicia, aseguró que en vez de remediar la situación “empieza en sus distintas instancias a avalarlo. Primero descarta la prueba que aportamos desde la defensa, y descarta toda línea de investigación en relación a discriminación o violencia de género por orientación sexual” por parte de la Policía de la Ciudad.

En segundo lugar, “la justicia le da valor de ‘verdad indiscutible’ -quizás citando la Doctrina Chocobar del Poder Ejecutivo- a la palabra del policía: lo que los policías dicen es verdad”. También utilizan declaraciones textuales en los resolutorios de la jueza de grado: “Afirma como hechos probados declaraciones textuales al punto que toma como cierto una frase que habría dicho Rocío -que Mariana era violenta-, esposa de Mariana, cuando [el policía] nos negó tomarle declaración”.

“Nos encontramos con esta situación en el tribunal de primera instancia, con la jueza María Fontbona de Pombo. Supusimos que la Cámara de Apelaciones Nacional iba a ponerle una medida a esta situación, en ese marco presentamos la apelación que fue acompañada por importantes organizaciones (dos de ellas con trayectoria en el tema de género y diversidad sexual), concluyó Teszkiewicz.