“Se le comunica que ha sido sentenciado a muerte”

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El profesor Edgardo Luis Fernández Stacco fue sentenciado a muerte por la Alianza Anticomunista Argentina. La banda comandada por el diputado nacional Rodolfo Ponce lo condenó por el supuesto “delito de traición a la patria y al gobierno del pueblo por sus vinculaciones con el ERP y la entrega de la universidad a la sinarquía internacional”.

Al igual que su esposa, fue cesanteado por el interventor de la UNS, Remus Tetu, y se exilió en Venezuela hasta 1983. “Me honró de integrar esa lista”, dijo semanas atrás al tribunal que juzga a cuatro sicarios de la Triple A.

Están imputados Héctor Forcelli, Raúl Aceituno, Juan Carlos Curzio y Osvaldo Pallero. Las audiencias continuarán los días 23, 29 y 30 de octubre.

Tras la dictadura de Onganía, la llegada de Cámpora al gobierno fue acompañada por la movilización estudiantil y la reacción de sectores que, representados por La Nueva Provincia, denunciaban que el marxismo se “adueñaba” de la UNS.

En 1974, Fernández Stacco fue electo secretario académico del Departamento de Matemáticas y nombrado por el rector Víctor Benamo. En octubre “fue renunciado” el referente peronista y asumió en su lugar Antonio Tridenti, quien designó a Stacco como director del Departamento de Matemática.

Un día, recibió un sobre a su nombre con una carta escrita a máquina: “Comunicado. Por haberse reunido el tribunal del pueblo (del verdadero pueblo) y ser encontrado culpable del delito de traición a la patria y al gobierno del pueblo por sus vinculaciones con el ERP y la entrega de la universidad a la sinarquía internacional, se le comunica que ha sido sentenciado a muerte. Esta sentencia será cumplida en el lugar que sea encontrado”. En manuscrita, firmaban: AAA. 

Fueron cinco los profesores amenazados. Entre ellos estaba Benamo, director del Diario El Eco, a quien ordenaban publicar la lista de “condenados” a lo cual el ex rector se negó.

“Tuvimos una reunión con Tridenti y cada uno trató de resolver el problema por su lado. Hubo una solicitada del personal de Matemática que publicó La Nueva Provincia. Debo agradecer a todo el personal de ese momento porque, salvo dos profesores, fueron hasta el diario a presentar sus documentos y firmaron, cosa que era bastante peligrosa. Junto con esa salió otra de la universidad que firmaba Tridenti”.

Consultado por las motivaciones de las amenazas en su contra, el profesor dijo desconocerlas, a diferencia de lo que ocurría con Benamo dado que los ataques surgían del enfrentamiento entre “la Tendencia –dirigida por el abogado- que era la parte más radicalizada del peronismo y la CGT local” encabezada por Ponce.

“Era conocida mi militancia en el Partido Comunista, lo comprobé cuando ya en democracia se pudieron pedir los prontuarios que había preparado la Policía de la provincia de Buenos Aires. Debo decir con orgullo que tenía un dossier bastante importante. Se veía cómo funcionaba la policía dentro de la universidad, pero mi actividad fue siempre pública. Fui vicepresidente del COFACHI, que presidió el doctor Pablo Lejarraga, cuando empezaron a venir los compañeros chilenos perseguidos por Pinochet”.

El matemático recordó que para potenciar algunas áreas del Departamento recurrieron a la contratación de varios profesores extranjeros. Por ello, en más de una ocasión tuvieron que ir a dar explicaciones a la Policía Federal.

“Ellos hacían la extrapolación de que toda persona que venía de un país socialista debía ser comunista, totalmente erróneo. (…) A junio de 1974, al decir de un profesor visitante, el Departamento era una fiesta. Pero se ahogó todo en octubre con las amenazas a mi persona y con el clima que se vivía en Bahía Blanca”.

Fernández Stacco mencionó que la aparición pública de la Triple A fue con el asesinato de Luis Jesús García. “Debe haber unos 25 o 30 estudiantes que fueron secuestrados y asesinados en esa época”.

“Era vox populi que el director de ese grupo era Rodolfo Ponce. Remus Tetu una vez que asume el rectorado de la UNS le da entidad a esta patota, los nombra, eran más de 20. Argibay era el jefe porque figuran en la resolución con su libreta de enrolamiento y el sueldo de cada uno. Siempre Argibay ganaba mil pesos más que el resto”.

Para el autor de “Abandono de la contemplación. Apuntes para la historia de la Universidad Nacional del Sur”, Tetu fue el responsable intelectual del asesinato de David Cilleruelo. “Era el último día de inscripción, así que había más de 200 testigos que vieron cómo llegaron estos señores con el auto con las dos patentes de bronce que decían Rectorado. Suponemos que no tomaron el auto robándolo, se los prestó seguramente el rector para cometer el asesinato”.

No bien ocupó la UNS, el rumano cesanteó a más de 200 docentes. “Me honró de integrar esa lista, lo mismo que mi esposa. El Departamento de Matemática quedó diezmado, hubo más de 25 expulsados y tres o cuatro profesores que creyeron conveniente abandonar Bahía Blanca”.

Ante las amenazas, Fernández Stacco aceptó una invitación para conformar el Departamento de Ciencias en la Universidad de Mérida, Venezuela. “La situación familiar era complicada porque mi señora el 8 de octubre tuvo mi segundo hija. Yo hice punta y me fui. Al poco tiempo pudimos reunir la familia en un exilio que duró hasta diciembre de 1983”.

“Volvimos muy pocos. Había una cuestión sínica de Tetu, cuando un rector de otra universidad consultaba, él recomendaba a los que expulsaba”. El profesor intentó reincorporarse a la UNS pero no pudo hacerlo inmediatamente. Durante tres años participó del proceso de normalización del Departamento de Matemáticas de la Universidad del Comahue.

Tetu seguía trabajando en ambas casas de estudio y viajaba semanalmente “con su esposa y Guglielminetti”, a quien había designado como director de Construcciones Universitarias aunque “era su guardaespaldas”. El testigo mencionó que en esa época el rumano fue entrevistado por el diario Rio Negro, al cual dijo que “no tenía nada que ver con la Triple A” y que estaba seguro que “defendían al país”.

La toma de la Tecnológica

Consultado por la toma de la UTN, ocurrida en agosto del 74, aseguró que fue en el marco del enfrentamiento interno del peronismo. El conflicto tuvo repercusión nacional mediante un pedido de informes que el diputado Héctor Sandler realizó al ministro de Educación “para que tomara alguna medida por el atropello que había sufrido la docencia y los estudiantes”.

El testigo leyó una solicitada de la CGT: “El diputado Sandler ha expresado que la UTN Bahía Blanca ha sido ocupada por matones a sueldo, calificaba de matones a sueldo a quienes siempre han puesto la cara para salvar la estructura docente que había caído en manos de una camarilla internacional (…) Jamás los trabajadores universitarios entregarán una universidad que nos pertenece desde sus inicios aunque se alíen todos los enemigos del país, cualquiera que sea el disfraz que utilicen en la emergencia”.

“O sea, reconocían que la toma de la UTN había sido hecha por parte de la CGT local”, concluyó.

En cuanto a los motivos de la represión en los claustros, el profesor afirmó que “como se desprende de los editoriales de La Nueva Provincia, la universidad era un lugar del marxismo que conspiraba contra el país, contra el gobierno legal. Cuando fallece Perón, el 1 de julio de 1974, es nombrado Oscar Ivanissevich como ministro de Educación. Era un ultramontano católico que había sido ministro en la primera presidencia de Perón. En su discurso inaugural dice: ‘Volvemos después de 24 años con la doctrina de Cristo que Perón transformó en el justicialismo’”.

Nazis y ultramontanos en las aulas

“De inmediato, en Buenos Aires, nombra al rector Ottalagano y en Ciencia, que era un departamento modelo desarmado durante la Noche de los Bastones Largos, nombró como decano a Zardini, un geólogo ignoto. Este llamó al padre Menvielle -director de la revista fascista Cabildo- que hizo un exorcismo por los pasillos de los edificios de Núñez donde funcionaba Ciencias Exactas de la UBA. Su primer acto de gobierno fue comprar 50 crucifijos para poner en todas las aulas. Ese era el ambiente que se respiraba en la casa de altos estudios”.

En Bahía Blanca en enero del 75 asumió Remus Tetu. “Era uno de los tantos refugiados que llegaron en la época de Perón. Decía que tenía título pero nunca lo mostró, decía ser profesor de Sociología y Demografía. Fue contratado por el Instituto Tecnológico del Sur, hubo varios profesores contratados, sobre todo en Economía y otros que llegaron a Física que eran muy buenos que los llevó Richter a Bariloche”. 

Fernández Stacco dijo que el profesor de Economía Florín Manoliú había firmado un pacto de ayuda mutua cuando Rumania fue invadida por Hitler, “siempre hacía manifestaciones de tipo anticomunista y elogios a lo bien que se vivía en Rumania en la época que habían sido invadidos”.

En cuanto al ex presidente de la Cámara Federal, Néstor Luis Montezanti –recientemente procesado por su participación en la Triple A- dijo que lo recordaba como un abogado que trabajó en el Departamento de Administración hasta la creación del Departamento de Derecho. “Traducía libros para sus alumnos de autores franceses y alemanes que hacían profesión de nazismo”.