Machos, chinas y osacos
Marcelo Constant
Del texto que tienen en sus manos, Marcelo Constant realizó una breve edición previa que estaba más centrada en la crónica fotográfica de la explotación de los indígenas del Chaco en los ingenios azucareros. En esta oportunidad, Sudestada publica un libro considerablemente ampliado y revisado por su autor que enriquece la investigación con nuevos datos, reflexiones e imágenes que permiten demostrar en forma contundente la cruel explotación a la que fueron sometidas las parcialidades wichis, tobas, chorotes y chiriguanos en aquel periodo por las administraciones de Ledesma, El Tabacal y La Esperanza, por mencionar solo a los más connotados.
El interés que despierta el libro comienza desde el título mismo: Machos, Chinas y Osacos. Esa era la denominación que consta en los registros contables de los ingenios azucareros para rotular a sus trabajadores originarios, tanto se tratara de hombres a los que animalizaba denominándolos: machos; mujeres con el despectivo Chinas (hembra de un animal), y a los niños con el cuando menos curioso tilde de Osacos. Tales categorizaciones que disminuyen su humanidad corresponden también a una retribución diferencial, obviamente decreciente del macho al osako. Todos ellos arrancados del Chaco por los “sacadores de indios”, los proveedores de mano de obra esclava.
Del prólogo de Marcelo Valko.
Marcelo Constant es escritor y licenciado en Historia. Es autor de los libros de relatos Antología para destruir (1987), Música de corderos (1990), Un invencible amor (2006), y de las novelas Hombre con Niebla (2004) y Hombres de Mar (2012).