La Argentina dislocada
(Por Alfredo Grande) La revista dislocada fue un programa, de tinte humorístico, que debutó en Radio Argentina en 1952 y su día y horario inicial era el domingo, entre las 12.30 y las 13.30. Posteriormente, pasó a Radio Splendid y en 1959 se trasladó a Canal 7. Más tarde, se emitió por el Canal 13, emisora en la que permaneció hasta 1973 cuando fue prohibido bajo la dictadura de Alejandro Lanusse. La popularidad de “deben ser los gorilas, deben ser…” también es un aporte de la Revista Dislocada. Wikipedia permite precisiones que la memoria desdibuja.
La palabra “dislocada” se asocia con “alocada” y desde ahí hay un pequeño paso a la “asociación libre” siempre ponderada por los psicoanalistas. Alocada, dislocada, trastocada, hacen referencia a la pérdida de una idea directriz. Y no por asumir la creatividad de líneas de fuga rizomáticas como diría un deleuziano, sino a mi sencillo criterio, por una manera estéril y suicida de irse siempre por las ramas. Por las lianas lo hacía Tarzán, un blanco inglés criado por gorilas. Metáfora de cuya potencia histórica dejaremos para otros trabajos. Actualmente la argentina dislocada es la argentina del converso, del oficialista serial (como le gustaba decir al inefable Bernardo Neustadt), quien en una noche de alucinógenos lo vio a Menem alto, rubio y de ojos celestes.
“En una cultura no represora
siempre que llovió no paró.
Lloverá hasta ahogar
a toda la canalla gobernante.”
(Aforismo implicado A. G.)
Quizá lo profetizó a Macri, pero los profetas siempre generan desconfianza y temor. La verdad a futuro no es muy popular en estos pagos. Lo dislocado alude también a los súbitos cambios de lugares. O estar de los dos lados del mostrador. O del bando privatizador y años después del bando nacionalizador, sin que haga mella ni nadie cuestione demasiado. Poliladrones de guante blanco, aunque por la reiteración de eso que llaman corrupción, cada vez están más grises. Supongo que algunos me contestarán desde la teoría del caos. O desde el principio de incertidumbre. O desde la física cuántica. Pero la política que es el movimiento real de la lucha de clases, nada sabe de estas sutilezas. Las incoherencias, las falsedades, las verdades a medias que son mentiras sin medias, están en la superficie. Pero no es una superficie plana. Tiene pliegues, recovecos, sus cavernas y sus penínsulas. No hay tarifa plana para conocer e intentar transformar la realidad. Entendiendo la realidad como modo de producción de cosas y personas. Hay fábricas con trabajadores (algunas quedan) y hay cárceles con esclavos y esclavos que producen especialmente ropa y sexoplacer. Pero están en diferentes planos.
La cultura represora anhela una realidad aplanada y achatada. Dos planos como máximo, sin la dimensión del tiempo histórico ni del espacio de la lucha política. Todas las formas de la esclavitud corporal, mental y social. Gracias al sitio “El Sudaméricano” me reencuentro con este texto de Simón Bolívar en su discurso de Angostura: “La esclavitud es la hija de las tinieblas; un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción; la ambición, la intriga abusan de la credulidad y de la inexperiencia de hombres ajenos de todo conocimiento político, económico o civil; adoptan como realidades las que son puras ilusiones; toman la licencia por la libertad, la traición por el patriotismo, la venganza por la justicia. Semejante a un robusto ciego que instigado por el sentimiento de sus fuerzas marcha con la seguridad del hombre más perspicaz, y dando en todos los escollos no puede rectificar sus pasos” (15 de Febrero de 1819 Citado por Silvio Frondizi en La Realidad Argentina)
Es lo que denomino el “alucinatorio social”. Los espejos que deforman y pervierten al vero icono, o sea, la verdadera imagen. Hoy el anti macrismo se nutre de todas las izquierdas, pero también es una estrategia del “robusto ciego” que gobernó una década y más y nos regaló como opción al “absoluto mal” el “relativo mal” del peor gobernador que en la provincia ha sido. Daniel el Tranquilo fue elegido y luego, despreciado. Y antes también, así que tenía una vacuna contra el veneno del deprecio.
“Tenemos que construir lugares para resistir y para insistir.
Pero resistir al represor
y para insistir con el deseo.”
(Aforismo implicado A. G.)
El anti macrismo único es una estrategia canalla. Porque se están colando aquellos que todo hicieron para que llegara lo que ahora pretenden combatir. El recurso de buscar al peor para extrañar al malo. No es casual que a diferencia del 83 cuando Luder vio hundirse su proceso de reconstrucción nacional, no hayan aparecidos mariscales o mariscalas de la derrota. Lo que transforma la derrota en fracaso. Se derrotó a sí mismo el otrora Frente para la Victoria. Eligieron un candidato para sabotearlo. Con alevosía agravada por el vínculo. Un antimacrismo brutal permitirá que “mister músculo” lave toda la inmundicia de la suicida estrategia electoral. Suicida y homicida porque ha entregado indefensos a trabajadores precarizados hace más de 5 años a las fauces del tiranosaurios rex.
La Argentina dislocada es como un Tetris psicótico donde nada encaja. La fragmentación, la dispersión, la dislocación del llamado campo popular, que es un campo minado por el oportunismo, por la demagogia y por todas las formas de corrupción, incluyendo las ideológicas, obligan a una tarea previa a intentar la Unidad. A la que me permito denominar “UNIÓN EN LA DIVERSIDAD”. Como fundante diferenciar lo diferente de lo incompatible. Lo incompatible son los relatos que postulan la comunidad organizada y la anulación del conflicto. O sea: la abolición de la lucha de clases. Lo incompatible: discriminar en el Instituto que lucha contra todas las formas de la discriminación. El Inadi echó por mail a 60 de sus 400 empleados como vienen haciendo de a miles otras áreas del Estado.
Es la Argentina dislocada. No conozco otro remedio para esta letal enfermedad, este dengue psicosocial y político que insistir con el deseo y resistir al represor. Y construir como en la película Kamchatka “lugares desde donde resistir”. O sea: colectivos militantes. Donde haya ternura con el compañero y dureza con el enemigo.