Carlos Nine: luto y legado
(Por Astor Vitali) El sábado pasado, pinceles y lápices humedecieron sus pelos, casquillos y maderas con el llanto indibujable de una pérdida: murió Carlos Nine. Tenía 72 años. El artista fue reconocido en el mundo, principalmente en Francia donde publicó al menos 21 libros. Muchos no tienen correlato editorial en Argentina, cuestión que lamentablemente no sorprende.
Dibujante, pintor, guionista y escultor, nació en 1944. Entre los años 1983 y 1990 trabajó intensamente en las tapas de la memorable revista Humor. También se recuerda su labor en Fierro, Echo des Savannes, Il Grifo, Co & Co, entre otras.
“Hay muchas personas que no saben que Nine estuvo sin dibujar 17 años. Se dedicó a la militancia política –comprometido militante peronista- y uno de los que lo rescató fue Andrés Cascioli. Insistió y se lo llevó a la revista Humor e hizo una serie de tapas maravillosas. Yo quedé maravillado con ese primer contacto. Pocas veces he visto usar la acuarela o los pasteles o los carbones como él los usaba: un nivel superlativo”, dijo a FM De la Calle el artista y docente Guillermo Arena.
“Aunque el dibujo argentino y del mundo está de luto, Nine siempre va a estar porque la obra de él no va a morir nunca”, sostuvo.
“Fue un maestro de cambiar las cosas, de verlas de otra forma. Fue un creador en todo sentido. Fue un gran experimentador. Rompió reglas y fue más allá. Es de la raza de los grandes”, agregó el artista.
“Con el tema de la historieta armaba en forma extraña: no le gustaba encerrar en cuadros. A veces tampoco usaba globos”.
De cualquier manera, una vez más, la búsqueda de originalidad, entendida como aquella voz propia que le habla a alguien diferente, forjó el milagro de su obra que hoy celebra el mundo y mitiga el dolor de su pérdida. También allí está el legado y la esperanza.