Salgán: un siglo vital
(Por Astor Vitali) Uno de los siglos más vitales de la historia musical argentina se llama Horacio Salgán. Nació un 15 junio de 1916 y el viernes pasado decidió modular su vida, cambiar de modo: vivir en el canto del pueblo.
El piano fue su lengua desde los seis años, cuando se sentó a estudiar. El trabajo su medio y su arte también a temprana edad, musicalizando proyecciones cinematográficas. Otro mundo en el mismo país.
“Como pianista Salgán es irrepetible. En la consideración de todos los pianistas de la Argentina no hay alguien que haya podido interpretar el piano como Horacio Salgán. Después a eso hay que sumarle su capacidad como gran arreglador y compositor”, dijo a FM De la Calle el arreglador, compositor y pianista Lucio Passarelli.
“Se ha ido uno de los grandes ídolos –no sólo del tango- de la cultura nacional y se va en silencio. Porque los hacedores de la cultura en nuestro país no sé en qué están pensando… Hernán Lombardi, toda esa gente. Ver como vi ayer el féretro… a mí me corre el frío por el cuerpo cuando hablo de Salgán. ¿Qué tenemos los argentinos en la cabeza?”, dijo el Maestro en referencia a la poca importancia que los funcionarios políticos que deberían fijar políticas culturales asignaron a la figura de Salgán. Lo que podría hacerse extensivo tanto a su obra en vida como a la envergadura que no le dieron oficialmente a su figura tras la noticia de su muerte en una decisión política que habla de las prioridades del gobierno en materia cultura, cuyo ministerio no hizo mucho más que un retuiteo pidiendo aplausos. Ni siquiera hay (hasta el momento de la publicación de este artículo) una mención en la página de la cartera.
Sonido actual
“Tengo un LP de Salgán con la orquesta en los años 50. 51 y 52. Vos lo escuchás y parece que eso se escribió anteayer” y “siempre manteniendo los elementos que hacen al tango como género”, agregó Passarelli.
Por su parte, el pianista, director y arreglador Luis Cicive coincidió en que Salgán “fue un revolucionario en cuanto al que le dio al tango un acento distinto, matices. Dio vuelta todo. Salió de los moldes de la época. Sus arreglos son espectaculares. No sólo lo que hizo para su orquesta sino para otras”.
“Yo creo que Piazzolla reconoció también los aportes que hizo Salgán”. agregó.
“La obra de Salgán la seguí toda mi vida desde mis comienzos con el tango. Me atrapó esa manera de hacer tango que creó Salgán. Como pianista era un virtuoso”.
Además, el Maestro sugirió a los estudiantes de piano “escucharlo, escucharlo y escucharlo. Tener la suerte de conseguir los arreglos originales de el: ahí está todo”.
Susana Salgán, hija del gigante, escribió estas líneas horas después del vendaval que anotició su deceso:
“Mi padre se ha ido a juntarse con sus grandes amigos que deben estar armando una maravillosa Orquesta. Me lo imagino reuniéndose con Adolfo Abalos, Ubaldo De Lio, Mario Clavel, Enrique Villegas, Dante Amicarelli, Antonio Agri, Oscar Pareta y no quiero dejar a nadie a fuera. La lista es muy larga disculparán que no la continúe pero entienden a qué me refiero. ¿Se imaginan “QUE ORQUESTA, QUE ARREGLOS”? Él seguirá inspirándonos así que no es un adiós es un ‘Hasta Luego’”.
Las únicas fórmulas para que Salgán haya sido Salgán la da el mismo Salgán: dedicación, amor, humildad y trabajo. Es una fórmula implícita en estas pocas suficientes palabras suyas que compartió su hija:
“Mi máxima ambición, y lo fue desde niño y también lo es hasta hoy, es aprender a tocar el piano, lo mejor posible. Y así sigo: porque me retiré de las actividades públicas, no de la música”. Horacio Salgán.