Luis Dolores Leiva

La víctima era presidente de la Unión Ferroviaria de Ingeniero White y vivía junto a su familia en calle Avenente 3109 de Ingeniero White.
Con carácter previo a los hechos descriptos a continuación, LEIVA había sido objeto de amenazas y persecución en relación a su actividad de militancia.

El 7 de mayo de 1976, LEIVA fue secuestrado en su domicilio, por un grupo personas armadas que dijeron ser policías, y que circulaban en un automóvil Ford Falcon. En el acto, los captores amenazaron con armas a su esposa Haydée Prudencia ALVAREZ y a uno de sus hijos presentes.

La víctima fue trasladada –vendada y atada– al CCDyT “La Escuelita”, donde permaneció en cautiverio y sometida a torturas hasta el 20 de mayo del mismo año, fecha en la que fue liberado en cercanías del puente la Niña de Ingeniero White.

La desaparición de LEIVA le trajo como consecuencia la cesantía de su trabajo.

Diez días después de su liberación, LEIVA fue citado al Destacamento de Inteligencia 181, siendo atendido allí por el Teniente coronel Osvaldo Bernardino PAEZ y el Coronel Aldo Mario ALVAREZ. En esa oportunidad, se le informó que existían denuncias en su contra “como agitador profesional ligado a la subversión”.

Durante el tiempo en que Luis Dolores LEIVA estuvo desaparecido, su familia realizó gestiones informales ante las autoridades eclesiásticas, el Vto. Cuerpo de Ejército y personal militar. Además, realizaron denuncias policiales e interpusieron un recurso de Habeas Corpus que tramitó ante el Juzgado Federal de Bahía Blanca.

Alrededor del 15 de julio de 1976, la víctima volvió a ser secuestrada, junto a sus hijos Luis Eduardo y Graciela Haydée, siendo todos ellos trasladados a la Base Naval Puerto Belgrano, donde permanecieron en cautiverio algunos días.

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