“En Bahía hay privaciones energéticas severas”
María María Ibáñez y Mauro Reyes elaboraron un artículo que analiza la pobreza energética y el impacto de los subsidios a la energía en la ciudad. “Las privaciones energéticas no escapan a la lógica de desigualdad evidenciada en otras esferas relevantes. En Bahía Blanca el acceso a gas natural de red es elevado, sin embargo, en el caso de asentamientos informales este es prácticamente nulo”.
“Cuando hablamos de pobreza energética estamos intentando ver aquellos hogares que tienen privaciones para satisfacer los servicios energéticos como la calefacción, la cocción de alimentos, la obtención de agua caliente sanitaria, la refrigeración de alimentos”, dijo a FM De la Calle la economista Ibáñez.
La situación de pobreza energética es definida en el documento como: “La falta de satisfacción de servicios energéticos esenciales para la vida humana, inducida por una falta de acceso, cantidad y calidad no solo de energía sino de equipamiento, lo cual es provocado por diversos factores, como por ejemplo socioeconómicos (insuficiente nivel de ingresos, educación, etc.), geográficos (desconexión a la red), edilicios (tipo de construcción, aislación en aberturas, etc.) y culturales (preferencias por ciertas fuentes energéticas); que en última instancia repercute sobre el nivel de bienestar de los miembros del hogar”.
“Las privaciones energéticas no escapan a la lógica de desigualdad evidenciada en otras esferas relevantes. En Bahía Blanca el acceso a gas natural de red es elevado, sin embargo, en el caso de asentamientos informales este es prácticamente nulo. En la mayoría de las zonas de estos asentamientos (21 zonas) se utiliza gas envasado para cocción (datos de 2018). Si se considera la cantidad de hogares por zona se puede afirmar que el 96% de los hogares de los asentamientos informales no posee conexión a gas de red”.
Ibáñez planteó que “cuando hablamos de privación para satisfacer servicios energéticos nos referimos a la forma que acceden a la energía, si la conexión es regular o irregular, calidad de la energía y al equipamiento. Esto es algo que no se tiene en cuenta, la calidad de electrodomésticos, calidad de calefacción afecta al gasto energético y esto es uno de los determinantes de pobreza energética”.
Explicó que en Bahía “las privaciones de la energía son severas porque hay una proporción interesante de la población que está desconectada de la red de gas natural y esto lleva a que en condiciones económicas menos ventajosas se realicen la quema de residuos o leña a nivel intra hogar o que los hábitos de consumo sean limitados cambiados en términos de la falta de acceso”.
“Encontramos gran presencia de electrodomésticos con gran consumo energético, con inseguridad energética”, comentó.
El estudio muestra inconsistencias en términos de tarifas y subsidios energéticos. “Bahía Blanca hace un año ingresó en el beneficio de Ley de Zona Fría lo que implica que los hogares conectados a la red de gas iban a recibir un 30% de descuento o subsidio en su boleta de gas y los hogares en condiciones de vulnerabilidad el descuento ascendía al 50%. A su vez, esta ley establece que los hogares que usan garrafas iban a acceder a una garrafa un precio subsidiado a un valor del 50% y solo se complementa con los hogares con tarifa social o que usaban la garrafa subsidiada con anterioridad. Ahora ya estamos recibiendo las tarifas con esquema de segmentación, que va en el sentido opuesto al beneficio de Zona Fría”.
Ibáñez dijo que “no podemos dejar de reconocer que la mayoría de los hogares en condiciones de vulnerabilidad habita territorios desconectados de la red de distribución, son poblaciones con un nivel educativo menor que el promedio de la ciudad y que manifiestan carecer de acceso al servicio de internet. La nueva reglamentación tarifaria implica completar un formulario online donde uno tenía que tener un medidor y declarar diferentes cuestiones. ¿Dónde posicionamos a los hogares vulnerables que declaran tener uso de gas envasado o quema de residuos intra hogar? ¿Cuál sería el efecto de la segmentación de tarifas conociendo que hay un sector de la población que es pobre energéticamente y pueda ser excluido de los subsidios por no poder completar el formulario o tener conexiones irregulares?”.
Por último, explicó que “los estudios demuestran que cuando uno aplica una política sobre precios -en este caso a la energía- y da ese beneficio a hogares que tienen otras privaciones, por ejemplo satisfacer sus necesidades alimentarias, ese ingreso disponible lo van a destinar a satisfacer otras necesidades. Hay políticas de precios de energía, sin embargo eso no se traduce en una disminución de privación energética”.