Espía en la Delegación: “Ezequiel Gabella no comprende la palabra institucionalidad”
El gobierno municipal de Tornquist continúa respaldando a quien se desempeñó como espía del Batallón 601 durante la última dictadura cívico-militar y ahora es “delegado” en Sierra de la Ventana. Julio Renato Baamonde “fue el alma” del desfile del 9 de julio realizado en la ciudad turística, según la palabra del Secretario de Gobierno de la gestión se Sergio Bordoni.
Ezequiel Gabella también señaló en declaraciones calificadas por parte de la comunidad serrana como “negacionistas” que “es una de las personas que se lo merecía por las ganas que le pone a su función, más allá de los contratiempos que le hicieron vivir y la persecución frecuente”.
Baamonde es un ex Personal Civil de Inteligencia que arribó a la dependencia municipal de la localidad de manera irregular y provocó el repudio de vecinos, vecinas, organismos de derechos humanos y del Concejo Deliberante local.
Un grupo de vecinos y vecinas autoconvocadas, difundieron en un comunicado ante los dichos de Gabella que “Baamonde fue parte del mecanismo de persecución ensañada que desapareció miles de personas, que entregó a cientos de bebés en manos de apropiadores, y que al día de hoy continúa resguardando archivos e información de estos delitos cometidos”. También indicaron que Baamonde no es “víctima”, sino que fue parte de un engranaje perverso de un sistema victimario dentro del Plan Sistemático del Terrorismo de Estado.
Sandra Kifer (JxC), presidenta del Concejo tornquinstense, dijo a FM De la Calle que “desde el Concejo hemos expresado nuestra posición desde el primer momento, se hizo una vez que nos enteramos de la designación”.
“La democracia se basa en la verdad y en la actitud de quienes participamos en política. No debemos adoptar políticas negacionistas del pasado. Se lo podemos dejar a un vecino que no se mueve en el ámbito político”.
Por otro lado, afirmó que están haciendo un seguimiento porque si bien Baamonde fue designado como delegado, el decreto se derogó y se hizo un contrato de locación por asesoramiento técnico para que no deba renunciar a percibir su jubilación.
“No es habitual, una persona que cumpla la función de delegado no tiene que tener un contrato por asesoría, tiene que estar mencionado como delegado. Pero como Baamonde es jubilado el debería para poder ejercer debería haber pausado su jubilación”, explicó.
El PCI no firma como delegado y quien asume esa responsabilidad es Gabella.
Paula Bertrán, docente y residente de Sierra de la Ventana, dijo a este medio que “escuchar a Gabella hablando en estos términos, sorprendido de que su Concejo Deliberante pida la destitución como si estuviéramos hablando, tiene cero sentido de la legalidad, de la institucionalidad”.
“Entendemos que la gente no tiene recursos cívicos ni formación de como se gestiona un órgano de gobierno. Esa gestión municipal, lo que hace es seguir trabajando desde el capricho, desde medidas autoritarias de 0 institucionalidad”.
“La palabra obsesión la comprende, la palabra institucionalidad no, no lo comprende no lo puede reproducir en sus acciones”, aseguró por los dichos del funcionario, quien “está dando vuelta el asunto, no comprende la responsabilidad que tiene como funcionario y mas aún cuando tiene un micrófono”.
“Es como una cosa totalmente doméstica, no somos una familia, esto es una institución”.
Más que un mozo
Según la investigación de la periodista Luciana Bertoia, el PCI fue designado en el Batallón 601 por el segundo jefe de la unidad Julio Bellene. Este represor estuvo procesado por la represión a los militantes montoneros que volvieron al país en el marco de la Contraofensiva en la causa que inicialmente tramitó en el juzgado federal de Claudio Bonadio aunque murió antes de que el juez federal Ariel Lijo dictara sentencia en 2007.
Además, el representante de Bordoni llegó a la estructura de inteligencia por recomendación de otro militar, Pablo Agustín Taquini, mencionado por un subalterno como quien trasladó en 1976 a un grupo de detenidos-desaparecidos desde la Unidad 6 de Rawson hasta la Unidad 9 de Neuquén. Posteriormente al traslado, ya no se supo nada de ellos.