Fallo judicial: más allá de la presencialidad o la virtualidad
El titular del Juzgado Contencioso Administrativo N°1, Agustín López Cóppola, ordenó a dos instituciones educativas que brinden los materiales necesarios para garantizar la continuidad escolar de cuatro hermanas en situación de extrema vulnerabilidad.
“Es un fallo interesante para pensarlo desde la sociedad, qué es lo que sucede mientras algunos están entre la presencialidad y la virtualidad”, dijo a FM De la Calle María de los Ángeles Rosón. La abogada agregó que “la crítica no es para destruir al Estado, ni a los docentes ni a los padres. Es para construir, para que se mejore la realidad”.
Se trata de cuatro chicas de 8, 11, 14 y 16 años que viven Loma Paraguaya y concurren a las escuelas Primaria N°65 y Secundaria N°43. Las niñas son asistidas por la ONG Hogar Mamá y Yo.
“La ONG se encarga de hacer acompañamiento de adolescentes hasta los 21 años que han sido mamás recientemente. En este caso, la joven de 14 años les transfiere su angustia por no poder acceder a los contenidos mínimos del ciclo escolar. Ella fue mamá hace poco, pero en el 2020 su situación había sido tremenda porque no podía acceder a materiales o a lo que accedía era escaso y este año está haciendo dos años juntos”, comentó Rosón.
La letrada entendió que “hay una clara vulneración al acceso a la educación. Es una familia de 4 hermanas que dependen de su mamá que está sin trabajo. Viven en situación de pobreza extrema. Sumado a que la pandemia y las nuevas modalidades hicieron que las niñas no puedan acceder a los contenido mínimos a través de clases virtuales. La mamá cuenta con un teléfono antiguo y puede cargar datos cuando tiene dinero. Les entregaban el material de las materias en un pdf que tenían que imprimir”.
Mediante una medida judicial “el magistrado tiene en cuenta esta situación de desamparo económico, de vulnerabilidad de todo el grupo familiar y le planteamos que vea cómo la vida de cada niña ha sido afectada”.
López Cóppola “ordenó a la Dirección General de Escuelas que le entreguen el material impreso, que organicen la vinculación, que organicen encuentros de manera presencial y cualquier otra medida para que el servicio educativo sea brindado”.
Rosón comentó que “este fallo expresa una realidad dura que vive Bahía y una realidad de la que el sistema educativo no se hace cargo como las resoluciones lo indican. Lo importante es que aquí la madre y las chicas fueron escuchadas a través de un fallo judicial que valora el derecho a la educación de las chicas”.
La abogada destacó que el juez pidió dos informes a las escuelas y “fueron bastante magros. Cuando el juez les preguntó específicamente cómo se impartía la educación a estas niñas respondieron en términos generales. Las escuelas conocen que la mamá tiene un solo celular. Recibieron el oficio y al otro día la citaron a una de las chicas para darle el material”.
“Desde la escuela esperaba una reacción de alegría en el sentido de estar contentos con que han sido escuchados, que son reconocidos los chicos, pero hasta ahora no hemos tenido una respuesta en ese sentido”, finalizó.