Ocho años sin Solano: “Poca vocación de justicia y mucha burocratización del dolor del pobre”
Se cumple este martes el octavo aniversario del homicidio y la desaparición del cuerpo del trabajador golondrina Daniel Solano. El joven guaraní, oriundo de Tartagal, había viajado a Choele Choel para la cosecha de fruta.
Daniel alzó su voz contra la explotación a la que era sometido junto a sus compañeros por parte de las empresas Agrocosecha y Expofrut y fue secuestrado, golpeado y asesinado por efectivos de la Policía de Rio Negro la noche del 5 de noviembre de 2011. Su cuerpo desaparecido fue reclamado desde entonces por su familia, la cual se instaló frente a la sede del Poder Judicial.
En un mensaje dirigido a FM De la Calle, el sacerdote Cristian Bonin recordó las condenas de algunos de los policías responsables, las muertes de tristeza de Gualberto Solano y la abuela de Daniel y las complicidades de la justicia.
“Se cumplen ocho años de la pertinaz acción encubridora de la policía rionegrina que es la que lo desapareció y lo asesinó, acompañado por el paraguas protector del Poder Judicial y distintos actores que se complementaron en calidad de cómplices del deseo de la policía, deseo que hasta el presente se está ejecutando, que es mantener desaparecido el cuerpo de Daniel”, afirmó.
Bonin destacó que “lo que se logró en estos ocho años de trabajo en los que nos fuimos integrando en capacidad de reacción frente a, en principio, lo que era la ausencia de un joven. Después fuimos observando que esa ausencia se nutría de una historia donde hay explotación laboral, participación policial en la desaparición, encubrimiento judicial y relajamiento de los municipios, del Estado y de los deliberantes a la hora de procesar lo que empieza a revelar de modo diáfano esta desaparición”.
“Se juzgó a los responsables durante cinco meses. El tribunal de Roca, de modo unánime, falló contra los siete policías rionegrinos acusados y les dio pena perpetua. Los policías apelaron y el 21 de diciembre de 2018 el Superior Tribunal de Justicia de Rio Negro ratificó lo que dijo el tribunal. La pena justa es cadena perpetua e inhabilitación perpetua para la función pública. A los policías les queda una opción de apelación que es la Corte Suprema. Esa medida se la denegó el Tribunal de Justicia, entonces, los policías apelaron ante la Corte. La prueba es abrumadora y el debate judicial dejó a las claras que la policía rionegrina tiene participación en el asesinato, la desaparición y el encubrimiento”, describió.
El sacerdote que abrió su parroquia para cobijar a la familia Solano en su búsqueda de Daniel agregó que la causa “avanza pero a un tiempo desesperantemente lento. Es un Poder Judicial con poca vocación de justicia y mucha burocratización del dolor del pobre y tiempos favorecedores para los victimarios. Ese tiempo que va pasando mortifica aún más a las víctimas, al punto que se cobró la vida de Gualberto Solano, el papá de Daniel, que murió de resignación, de tristeza, de cansancio, y de la abuela de Daniel, Juana María, que están sepultados en Tartagal”.
“Hay un juicio a otros tres policías, que son los que estaban haciendo adicionales en Macuba Megadisco la noche de la desaparición de Daniel. Se les formularon cargos recién este año y la acusación data de 2012. Es un tiempo muy injusto”.
Bonin comentó que esta tarde realizarán una misa en el acampe frente al Juzgado de Choele Choel: “Ahí estuvieron viviendo Gualberto, Mayra, Pablo y Romina Solano durante muchos años, reclamando. Ese acampe hecho con madera y nylon negro es como el David y Goliat frente al Poder Judicial que es un edificio grande, de cemento, alto, con oficinas, aire acondicionado. Frente a eso, la taperita, este pequeño lugar trinchera de esperanzas de las víctimas de la violencia y la impunidad”.
“Al lado del acampe que permanece de pie porque Daniel todavía no apareció y no se efectivizó justicia hay un arbolito que plantó Gualberto con vecinos de la localidad en 2012 y va creciendo. Ahí nos vamos a sentar a compartir música, oraciones, testimonios, un rato de encuentro y confraternización para afianzar los lazos para trabajar unidos en la búsqueda de Daniel y justicia”.
Por último, Bonin subrayó la labor de los abogados Leandro Aparicio y Sergio Heredia y agradeció a quienes se sensibilizan “con todas las causas reveladoras de las violencias que atentan y conspiran contra la legítima experiencia de justicia que tenemos que hacer en esta vida y el legítimo gozo social de la gente”.