Teatro Municipal: El gobierno conocía su estado desde los primeros meses de gestión
(Por Astor Vitali) En la mañana del martes, el secretario de Infraestrucutura, Alejandro Meneses (quien ante reiterados pedidos de entrevista de quien suscribe decidió no responder) y el titular del Instituto Cultural, Ricardo Margo difundieron el informe sobre la estructura y seguridad del Teatro Municipal elaborado por la UTN.
No anunciaron cuál sería el plan de acción, si dieron aviso a la Comisión de Patrimonio ni cómo avanzarían con el esquema de licitaciones. Es decir, no hay novedades. Ya habían anunciado el cierre por tiempo indeterminado sin anunciar plan de acción. La única pseudo novedad es que recibieron un informe de la UTN de cuyo contenido ya estaban al tanto por informes internos.
Algunos elementos del mencionado trabajo académico:
“No existe, en el Teatro Municipal, tablero eléctrico alguno que cumpla totalmente con las normas (…).El estado actual de los mismos supone un alto riesgo, tanto para las personas como para las instalaciones. Estos riesgos implican que los tableros eléctricos no están preparados para la protección contra contactos directos ni indirectos, y los peligros de incendio por falla eléctrica son notorios”.
”La instalación eléctrica de Teatro Municipal de la ciudad de Bahía Blanca, no cuenta con las medidas de protección adecuadas para prevenir los contactos directos e indirectos de las personas, ni el riesgo de incendio de origen eléctrico. Es decir es una instalación altamente insegura y por ello riesgosa”.
En cambio, respecto del edificio en sí mismo, “el Teatro Municipal de Bahía Blanca se encuentra en muy buenas condiciones para la edad del mismo. No se corren riesgos estructurales, salvo algunos desprendimientos menores en sectores interiores puntuales de la construcción, que en los que ya está programada la reparación o intervención, tal es el caso de la Sala Pairó y el Hall de Ingreso-Boletería”.
Es menester destacar que este informe es de carácter visual, pedido de urgencia y a último momento por el municipio, cuyas autoridades improvisaron. En otras palabras, no se realizó un informe técnico profundo, con mediciones, aparatos y estudio fino.
Lo cierto es que el informe viene a ratificar una realidad que estaba en manos de la actual gestión prácticamente desde haber asumido el gobierno. Desde el año 2016, las autoridades de la cartera cultural recibieron informes internos del estado de cosas en material eléctrica.
Ocurre lo que ocurre siempre. La inversión cultural no es prioridad de la agenda gubernamental y, en contexto electoral, acuden a anuncios (nuevamente) de supuestas inversiones que hubieran sido mucho menos onerosas a su tiempo en lugar de alentar el deterioro por desinversión.
Cabe hacer un llamado de atención en torno de la suerte del personal contratado ya que, en la filosofía del ajuste Cambiemos, no sería raro que estén pensando en aplicar su único instrumento de gobierno: la tijera. No es responsabilidad de los trabajadores la ineptitud de los funciorios a cargo, quienes cacarean de especialistas, pero improvisan como neófitos prescindibles.
En rigor, al Teatro Municipal de Bahía Blanca, le hace falta de personal técnico. Actualmente, opera con al menos la mitad de la planta para llevar adelante las funciones necesarias. Para hacer algunas de las tareas que el propio informe de la UTN reclama que se hagan, en concepto de seguridad, hace falta destinar personal específico. El estado del Teatro Municipal también es víctima de la precarización salarial y del ajuste.
Las autoridades estaban al tanto y no hicieron nada. No cabe ahora simular que no estaban al tanto mandando a hacer este informe como si fuera una novedad.
Como dijimos el día en que anunciaron el cierre por tiempo indeterminado: “Enhorabuena si hubiera la decisión política de invertir en el teatro público con el objetivo de dejarlo en óptimas condiciones pero nada en la esfera terrícola indicaría que se tratara de esto.
El hecho de verse obligados a cerrar el teatro les viene al pelo para justificar superficialmente la acción verdadera: ajustar. Para la vida cultural de Bahía Blanca cerrar el teatro por tiempo indeterminado es una locura. Pero sobre todo lanzar esta medida a la que se ven forzados sin un plan B.
En concreto: más de doscientas y pico de funciones planificadas por la comunidad cultural local tiradas al tacho por la falta de planificación de la actual gestión”.