Bolsonaro y las ideologías más vivas que siempre
(Por Astor Vitali) Izquierdas y derechas nos sólo posiciones partidarias. Izquierdas y derechas son maneras de pensar y actuar en el mundo. No se piensa en abstracto: se piensa a la izquierda o a la derecha de algo.
Un elemento muy arraigado del pensamiento de derecha es que se “acabaron las ideologías”, que “ya no hay izquierdas ni derechas” y que a lo sumo se trata de una cuestión de ser honesto en la vida y de administrar mejor o peor.
La visita de Jair Bolsonoro evidencia que la vigencia del pensamiento en un sentido o en otro, de izquierdas y o de derechas no sólo están a la orden del día sino que justifican el minuto a minuto del devenir de la vida. Porque es precisamente con personajes como estos que se busca infundir el pensamiento de derecha en el “sentido común”.
Vamos a citar algunas aseveraciones del cruzado Bolsonaro -verificadas por el periódico Perfil- durante distintas entrevistas para ejemplificar esta operación:
“Estoy a favor de la tortura. Y el pueblo está a favor también”.
“No emplearía (hombres y mujeres) con el mismo salario. Pero hay muchas mujeres competentes”.
“Sería incapaz de amar un hijo homosexual. No voy a ser hipócrita aquí. Prefiero que un hijo mío muera en un accidente a que aparezca con un bigotudo por ahí”.
“Yo no soy violador, pero si lo fuera, no la iba a violar porque no lo merece” (en 2003 a la diputada del Partido de los Trabajadores María del Rosario, mientras se debatía una ley sobre la violación).
“No corro ese riesgo porque mis hijos fueron muy bien educados” (2011, en entrevista en TV, al ser cuestionado sobre cómo sería su reacción si alguno de sus hijos se enamorase de una mujer negra).
“No es una cuestión de colocar cupos de mujeres. Si ponen mujeres porque sí, van a tener que contratar negros también”.
“El afrodescendiente más flaco allá pesaba siete arrobas (antigua unidad de medida). No hacen nada. Creo que ni para procrear sirven más” (2017, tras visitar un “quilombo”, reducto en donde viven personas de descendencia africana, y comparándolos con vacas).
“Hay que dar seis horas para que los delincuentes se entreguen, si no, se ametralla el barrio pobre desde el aire”. “Vamos a fusilar a la ‘petralhada’ aquí en Acre” (2018, en campaña en el estado de Acre, refiriéndose a los militantes del izquierdista Partido de los Trabajadores, PT).
“El hijo empieza a mostrarse amanerado, gay, cambia su comportamiento, ¿verdad ?, ya oí de algunos aquí…, menos mal que me dieron unos chirlos de chico, mi padre me enseñó a ser hombre”. “No voy a combatir ni discriminar, pero si veo a dos hombres besándose en la calle los voy a golpear” (2002, en entrevista).
“No hacen nada. Más de mil millones de dólares al año estamos gastando en ellos” (sobre los brasileños con ascendencia africana).
“Defiendo la pena de muerte y el rígido control de la natalidad, porque veo la violencia y la miseria que cada vez se extiende más por nuestro país. Quien no tiene condiciones de tener hijos, no debe tenerlos” (1993, durante una reunión del Congreso).
“El pobre solo tiene una utilidad en nuestro país: votar. La cédula de elector en la mano es diploma de burro en el bolsillo. Sirve para votar por el gobierno que está ahí. Sólo sirve para eso y nada más”. “El error de la dictadura fue torturar y no matar” (2016, durante una entrevista en una radio brasileña).
“Deberían haber sido fusilados unos 30.000 corruptos, empezando por el presidente Fernando Henrique Cardoso” (1999, en entrevista).
“Dios encima de todo. No quiero esa historia de estado laico. El estado es cristiano y la minoría que esté en contra, que se mude. Las minorías deben inclinarse ante las mayorías” (2017, en conferencia).
“Es una desgracia ser patrón en este país, con tantos derechos para los trabajadores” (2014, entrevista en diario).
“El 90% de los hijos adoptados (por parejas homosexuales) van a ser homosexuales y se van a prostituir, con seguridad” (entrevista en televisión).
“Ella no merece (ser violada), porque ella es muy mala, porque ella es muy fea, no es de mi gusto, jamás la violaría. Yo no soy violador, pero si fuera, no la iba a violar porque no lo merece.” (A la diputada del PT, María del Rosario)
“A través del voto, no va a cambiar nada en este país. Solo va a cambiar, desafortunadamente, cuando nos partamos en una guerra civil”.
Un sujeto de claro pensamiento derechista gobierna el territorio más importante de Latinoamérica. Nuestro presidente es su aliado. Bolsonaro llamó a votar por su reelección. El proyecto ideológico, político y cultural de Bolsonaro se asemeja a lo que el macrismo quiere de vos y de mí como sociedad.
He aquí, el pensamiento Bolsonarista, es decir, la reivindicación del pensamiento de derecha, el mejor argumento para comprender por qué “Doña Rosa” debería patear con la zurda, en lugar de auto flagelarse a diestra y siniestra.