“Con tu rastro”, un regalo que suena

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(Por Astor Vitali) Se trata de un sencillo de Manu Angelini con la producción artística de Sebastián Schachtel  y la participación de los músicos Javier Casalla, Lisandro Diez y Diego Díaz. Fue producida y grabada durante el 2020, cuenta con una particular historia sobre su nacimiento y desarrollo, que el artista cuenta a FM De la Calle durante esta entrevista, en la que además se refiere a la situación de la música independiente frente a las nuevas plataformas y el monopolio discográfico.

La canción discurre sobre un rimo muy bello ¿Cómo surge?

Fue muy natural. La canción surge de un melodía ternaría, el estilo más conocido es el vals. Es uno que a mí siempre me gustó mucho y debe estar instalado en mi bagaje.

En cuanto a la sonoridad, se refleja un concepto contemporáneo pero también referencias tradiciones cálidas, por ejemplo en la toma de la guitarra.

En ese sentido hay una decisión bien clara de mantenernos en un sonido tradicional en lo que es la instrumentación. Tenemos dos guitarras, un violín y un contrabajo. Esto podría ser una milonga y sus músicos tocando en vivo.

La búsqueda que tuvimos con el productor artístico que es Sebastián Schachtel, fue pensarlo como si la persona que escucha estuviese ahí con nosotros y fuésemos los músicos que estamos tocando en una peña o una milonga.

¿Cuál fue el origen de la inspiración?

El disparador en particular es que estaba trabajando en Monte Hermoso, en una temporada de verano, durante unos meses. Caminando hacia el trabajo, mi amigo Santiago Iglesias me llamó para darme la noticia de que él iba a ser padre. Ni bien terminó la conversación telefónica, todo el resto del camino empecé a componer esta melodía y a grabarme con el teléfono. Llegué del trabajo, le puse una letra. Esto mismo es lo que hoy es la última estrofa de la canción final.

Después quedó abandonada bastante tiempo. Nunca más la desarrollé.

El año pasado, en plena pandemia, se conectaron dos situaciones: por un lado, tenía ganas de regalarle algo a Lola y que me encuentro con ese fragmento y así fue el desarrollo.

Tenés un trabajo en distintitos géneros como intérprete. A partir de esta posibilidad en las plataformas de no editar discos enteros ¿pensás en un repertorio propio como autor?

Me hice esa pregunta a mí mismo. Si bien lo pensé como un regalo, como una dedicación, para mí terminaba ahí. Pero también pensaba en hacer un trabajo integral: si voy a hacer una canción hay que trabajarla a full en todo sentido, en lo instrumental, en lo compositivo, en lo musical. Y me parecía que quedara en un archivo enviado por mail era desperdiciar un trabajo.

Yo no tengo una carrera solista, y por el momento, respondiendo a tu pregunta, no me pienso así. Pero de todas maneras está la posibilidad de tener canales en las redes sociales y dije, yo largo esta canción.

Me empieza a pasar ahora que tengo canciones desarrolladas o en desarrollo y que no van con las bandas que integro. Ahora tengo esta vía de poder presentarlas por ahí y hoy no tenemos la necesidad de hacer un disco con doce canciones. Está la posibilidad y si surge otra canción lo haré.

Aparece también una decisión estética que es la animación, muy orgánica con la propuesta musical. ¿Cómo la trabajaron?

Eso está bueno porque también tiene que ver con esta naturalidad con que se dio la composición musical. Como la canción es algo que no es tangible, no es un objeto, yo me quedaba con la sensación de que quería darle algo, un objeto. Entonces me apareció la idea de hacer un soporte, y empecé a dibujar una cajita para hacer con cartón y regalarle unas semillas.

Le conté esto a Leo Perrotta y me devuelve un boceto que me encantó: esta cajita la covirtió en un objeto animado. Como los grandes artistas me dio mucho más de lo que yo me imaginaba y complementó la canción de una manera inigualable.

Spinetta decía que los artistas son como un banco pero al revés: “no ponés guita y te dan guita”…  

Pasa lo mismo con los músicos que formaron parte de la grabación. Uno como compositor iba con sugerencias para los instrumentos pero siempre lo que venía era mucho más de lo que yo me había imaginado.

¿Cómo funciona tu cabeza a la hora de pensar determinada obra musical? ¿Pensás también en todo lo aledaño, en cómo se va a presnetar, dónde, en qué formatos?

Sí, cada vez me está pasando más que no puedo separar la producción del dispositivo o la plataforma donde se va a presentar. De alguna manera, me está pasando que el pensamiento es integral, casi a pesar de lo que yo quisiera. Porque a veces pienso que lo ideal es generar el producto artístico y después ver cómo adaptarlo a la plataforma.

Yo a veces me confundo un poco con esta situación porque también las plataformas son muy demandantes para el artista, en relación a la cantidad de material que hay que generar para abastecerlos. Por ejemplo, YouTube es claro que hay que subir un material visual, no alcanza con subir una portada estática. Pero a la vez tenés Spotify, que es sólo musical. Después tenés las redes sociales, donde uno convocaría al público a esas otras plataformas y también hay que pensar el contenido que uno sube ahí en relación a la obra y para mí esto no puede estar desprendido de la obra.

Creo que la obra debería estar circulando en todos lados a la vez, como si tuviese distintas cabezas y no sea un solo objeto que está en un solo lugar. Entonces eso te lleva a la necesidad de estar actualizado, por eso digo que es muy difícil y demandante porque esas redes se viven actualizando.

Por decir algo concreto, cada red social tiene sus medidas muy exactas de imágenes, para que se vea bien. A una red subís la imagen de una medida y esa misma imagen no sirve en otra plataforma. Es un laburo muy grande que nos pesa un poco pero hay que hacerlo porque es la manera de que finalmente la obra sea consumida.

Se suele decir que a veces -producto de esta exigencia que mencionabas-, el artista está pensando en todo menos su arte. A su vez, hay un discurso dominante que difunde la idea de que las nuevas tecnologías y plataformas “democratizan” y permiten que todo el mundo acceda a difundir sus obras. ¿Son efectivamente una herramienta que ayude al sector independiente o en rigor terminamos cambiando de milonga pero el repertorio es el mismo en otro escenario, teniendo en cuenta que las grandes empresas también juegan en esas plataformas con batallones publicitarios y otros recursos inaccesibles para el común?

En la medida en que haya monopolios, es todo sarasa lo que podemos construir alrededor de eso. Yo puedo dar algunos ejemplos concretos de artistas independientes que tienen una gran llegada y que han podido hacer una gran carrera. Pero, de alguna manera, lo que está pasando es lo mismo que pasaba con la era del cd o la era del disco.

Hay multinacionales que siguen teniendo la capacidad de instalar artistas, de difundir a gran escala ciertas músicas. Y no tiene que ver con calidad, estamos hablando de otra cosa. Tiene que ver con que el circo funciona para pocos y el resto lo que estamos haciendo con este tipo de tecnología en la que se dice que todos tenemos posibilidad es en realidad pelearnos por esos diez lugares que hay de mainstream de esas grandes empresas.

Y de hecho es lo que pasa. Hay un estudio muy interesante que se hizo creo que en 2013. Un licenciado de apellido Torres le preguntó a músicos independientes de Capital Federal qué relación tenían con la industria, es decir, con lo que es llamado el mainstream. El cien por ciento dijo que ninguna. Sin embargo, la materia prima del mainstream son los artistas independientes. O sea que el mainstream no genera sus propios artistas. En alguna época sí lo hacía, desarrollaba un artista, lo inventaba, lo formaba, le enseñaba a bailar a cantar, etc…

Invertía…

Invertía. Ahora espera. Lo que hace es esperar qué artista emerge. Cuando llega a 15 mil seguidores y lleva gente, lo agarra y nadie puede resistirse a un contrato porque tampoco hay limitaciones artísticas. Por lo tanto, la relación es directa porque el mainstream se nutre del sector independiente.

El problema es el monopolio. El 80 por ciento de las ganancias que generar en la Argentina se las quedan las discográficas. Del 20 por ciento restante, 15 se lo queda una empresa de Buenos Aires. Nos queda el 5 por ciento para el resto del país. Es nada.

Con tu rastro

Disponible en plataformas digitales (YouTube, Spotify, iTunes, Deezer, Pandora, iMusica, Amazon Music, Napster, entre otras).

Lyric Video disponible en el canal de YouTube Manu Angelini: https://www.youtube.com/watch?v=QJ6xjJLhBjg

Enlace a la canción en Spotify: https://open.spotify.com/album/43Tt517zg1luRYfkaJxWJP?si=juWSqDxJSDSvaW-GngxjbA