“Sería lindo que todos tengan comida en su casa”

En Puertas del Sur un grupo de mujeres integrantes de La Garganta Poderosa cocinan tres veces por semana meriendas y almuerzos para más de 400 personas. FM De la Calle compartió una jornada de producción: “Soñaría que esto de darle de comer a la gente fuera diferente, que no viniera a buscar comida, que no precisara, que estuviera mejor”, nos dijo Raquel.

Arriba, de izq. a der.: Ivana, Romina, Rocío, Dora. Abajo: Brenda, Raquel y Jaqueline.

Este jueves se encontraban preparando bollitos de pan casero rellenos con fiambre para repartir a la tarde. “Vienen los chicos con su bolsita y su botellita y se llevan la merienda. Estamos alrededor de 200, 250 entre chicos y grandes porque hay chicos que vienen y piden para la mamá y para el papá también”, contó Ivana.

Se hacen repartos de comida, además de la olla popular, los roperos y un espacio de salud.

“Vienen las compañeras que saben tomar la presión, la glucemia, y hacen los controles mínimos acá en el vagón para acompañar a la sala del barrio y la de Vista Alegre”.

“Siempre me gustó estar con los chicos, ayudar, ver que hay chicos que pasan y te dicen ‘hoy no comí nada’, eso te parte”, añadió.

“La harina, la leche, viene tramitada a través de La Garganta de allá de Buenos Aires. Ellos nos mandan los camiones una vez cada 45 o 60 días y de ahí viene todo lo que es alimento seco. Está viniendo poca leche, poca harina y del Municipio no recibimos nada de eso. El resto es salir a pedir donaciones para llegar al mes”, comentaron.

“Hoy amasamos alrededor de 400, 500 bollitos hemos hecho. 10 kilos de harina. Somos 3 pero seríamos 4 los jueves a la mañana”.

Para recibir la merienda, “se arman filas, a veces no se hacen tan largas porque los chicos van intercalando entre el horario en el que van viniendo. Al principio se nos hacían filas que llegaban hasta la vuelta de la plaza”.

“Yo dejé mi trabajo para empezar con el merendero. A medida de que va pasando el tiempo uno se va dando cuenta de que comete ese error porque a uno sí le hace falta lo que es el salario”, refirieron.

El 8 de marzo, en el Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras, La Poderosa presentó un proyecto de Ley de Salario para las Cocineras Comunitarias.

Por otro lado, marcaron que “el merendero -el vagón- no tiene agua, hay que ir a buscarla a una cuadra para poder traerla” y que “para poder preparar la leche tenemos que poner pavas eléctricas e ir haciendo de a poquito en un fuentón porque nos faltan ollas y garrafas, no alcanzan las garrafas que nos dan desde el Municipio”

“Ellas vienen a hacer porque los chicos necesitan esa comida. Eso tiene que ser remunerado”.

Otro punto que destacaron es que las donaciones de las personas son cada vez menores ya que la inflación va imposibilitando realizar donaciones.

“Desde que se hizo el cambio de delegado no pudimos acceder ni a la harina ni a la leche”.

“Siempre soñé en grande y para el barrio. Tenemos una plaza bastante grande y se podría hacer un centro de salud que esté cerca de los vecinos, para los que no pueden llegar. Siempre soñé con estirar nuestro espacio porque el vagón nos queda chico”.

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