“El gobierno de Río Negro presentó información sesgada sobre la planta nuclear”
Lo aseguró Fabiana Vega, integrante de la Asamblea No Nuclear de Viedma, en comunicación con El Mejor Equipo de FM De la Calle. Bahía Blanca vuelve a barajarse como una opción para la instalación de la central nuclear luego de la prohibición aprobada por la legislatura rionegrina.
Fabiana relató que “desde el anuncio de que se instalaría en Río Negro la planta nuclear, hubo una reacción por parte de todas las asambleas patagónicas y publicamos conjuntamente una carta abierta al gobierno de China en rechazo a la planta nuclear en Argentina y en la Patagonia en particular”.
El segundo paso fue la conformación de la asamblea desde la cual se planeó “realizar distintas actividades para concientizar, manifestar abiertamente el rechazo, informarnos e informar, formarnos en el tema. Empezamos a generar charlas informativas con gente de Movimiento Anti Nuclear del Chubut; expertos como Raúl Montenegro de FUNAM Córdoba; Jessica Visotsky, para que cuente la experiencia del Polo Petroquímico en Bahía Blanca. También se proyectaron documentales sobre el tema (el ciclo, los residuos), sobre la megaminería de uranio y cómo contamina”.
La asambleísta dijo que las autoridades “presentaban una información sesgada, información de cómo operaba una planta en situación normal pero sin tener en cuenta la megaminería de uranio, ni que la disposición de los residuos radioactivos no se ha resuelto en ningún país del mundo”.
Fabiana manifestó que “cuando el gobernador [Weretilneck] dice que le escribe al presidente que no desea la planta nuclear en ningún lugar de Río Negro. En realidad la oposición es la que presenta el primer proyecto de ley para ver si es verdad lo que está diciendo. Al día siguiente de esta presentación, [el oficialismo] muestra su proyecto, pero con un segundo artículo que dice que se exceptúa de la disposición del primer artículo el reactor CAREM-25 creado por INVAP”.
Vega aseguró que el artículo 2 generó un rechazó absoluto y ratificó: “Nosotros no queremos energía nuclear china pero tampoco argentina. Sigue siendo la misma contaminación, los mismos riesgos. La única diferencia es la cuestión de la soberanía, pero todo lo demás persiste. Ese es el debate que sigue y nos mantiene movilizados”.
Los aspectos negativos de una planta nuclear “empiezan con la minería de uranio porque para ello es necesario destrozar todo el hábitat donde se desarrolla la extracción de uranio, que ya de por sí es radioactivo. De hecho, tenemos una planta de enriquecimiento de uranio en Pilcaniyeu, cuyo estudio de impacto ambiental nunca pudo aprobar esa planta, así que lo archivaron e igual la habilitaron”, denunció Vega.
“Por otro lado, tenían previsto tirar directamente al mar el agua con la que enfriaban los reactores, lo que provocaría contaminación térmica también durante el proceso que ellos llaman ‘limpio’. La contaminación térmica exterminaría a todas las especies en una zona donde hay cinco áreas protegidas. Y está el hecho de la disposición de residuos que quedarían en la planta nuclear. Esos residuos son una bomba de tiempo”.
Vega expresó que “es impensable dejar esa herencia a las generaciones futuras por una cuestión de energía eléctrica que, además, tampoco sería para las poblaciones. Sería para megaemprendimientos mineros, petroleros. Eso lo informan incluso Aranguren y Gadano, no lo digo porque sí, tenemos el respaldo de sus informes”.
Finalmente señaló que “en otros casos el desconocimiento genera miedo pero en este no. Saber que no solamente en los países del primer mundo no han podido resolverlo y Argentina en esas cosas… no hay control nada. Pero aunque hubiese control, no es posible resolverlo. Y no tiene sentido, porque hay otras alternativas que son menos costosas, no son riesgosas y que pueden proveernos de energía eléctrica, suponiendo que la quieran para las poblaciones”.