Escuelita VII: sobrevivientes neuquinos reconocen el avión que los trasladó a Bahía Blanca

A pedido de la defensa del imputado Juan José Capella se realizó una inspección ocular en el aeropuerto de Neuquén. El represor pilotó el avión con militantes secuestrados en el sur que continuaron su cautiverio en el centro clandestino La Escuelita de Bahía Blanca. Nueve personas aún continúan desaparecidas.

“El avión estaba modificado, todos teníamos la necesidad de escuchar el motor porque estaba encendido cuando subimos y lo cambiaron, tiene un motor más potente. Las butacas son otras, hay más cantidad, uno lo reconoce porque lo vivió y lo vuelve a sentir, uno cierra los ojos y vuelve a sentir todo de nuevo. Coincidimos que era el avión, las butacas se atornillan, se pueden desmontar y cambiar. Ayer fue el Día del Detenido Desaparecido e hicimos esa revisión con la ausencia de muchos compañeros que no volvieron de La Escuelita de Bahía”, dijo a FM De la Calle Dora Seguel.

La defesa de Capella solicitó la inspección tras la declaración del “experto” Carlos Martínez Junor a quien la Fiscalía pidió imputar por su participación en los “Vuelos de la Muerte” de Campo de Mayo.

“Las pruebas del aeropuerto indican que es ese el avión, con la matrícula y el piloto que viajaron esos tres días con gente desde Neuquén a Bahía Blanca y de Bahía Blanca a Neuquén (…). Estaba pilotado por Capella. El perito Junor es uno de lo que viajó a Francia a recibir un curso para el manejo de estos aviones, para traerlos al país, son los mismos aviones que fueron utilizados para los vuelos de la muerte, el avión está en Bahía Blanca y el destino fue Bahía Blanca”, dijo la testigo.

“Junor nos trató de convencer que ese no era el avión, nos ubicamos perfectamente en ese ámbito, lo reconocimos todas las víctimas, no hay otra posibilidad, fueron ellos, son ellos, quien lo piloteaba era él (Capella) y está en los registros del aeropuerto”.

Seguel contó que durante la pericia “estuvieron los jueces, defensores y el perito. Los abogados querellantes y el fiscal se negaron a participar porque consideran que él no puede hacer de perito y haber participado en todo este tema, no avalaron a él ni al peritaje. Sí estuvieron cuando las victimas hicimos el reconocimiento”.

“Elida Sifuentes fue la única que pudo verlo porque se demoraron segundos en ponerle la venda. Yo veía la luz en el piso, en el asfalto de la pista y la sombra de mi cuerpo, adentro nos ubicábamos perfectamente. Yo me senté en un lugar y me di cuenta que no era el espacio, por ejemplo el oficial que nos vigilaba en el vuelo fue a buscar un chocolate porque mi hermana estaba descompuesta y el recorrido había sido menor y, por lo tanto, me corrí para aquedar en esa posición, tenemos un manejo y un reconocimiento interno, intuitivo, el cuerpo tiene memoria”, sentenció.

Seguel relató que estuvo dos días en cautiverio en el centro clandestino de torturas y exterminio La Escuelita de Bahía Blanca y luego fue abandonada en una ruta junto con su hermana Argentina, “vendadas y atadas, pudimos pedir ayuda en una estación de servicio, se llamó a la policía, y desde ahí pudimos avisar a los familiares y nos fueron a buscar a Bahía”.

El juicio transita la instancia final, restan declaraciones de cinco testigos propuestos por la defensa. “Yo tengo fe y confianza en mis abogados, creo que es irrefutable lo que demostramos y contamos que es la verdad. Merecemos justicia, 45 años de espera no puede ser en vano, cada vez que uno declara, que se enfrenta a un juicio, están los compas con nosotros, ellos nos volvieron y nosotros somos las voces que tienen ellos, se siente mucha más fuerte el clamor de justicia”, finalizó.

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