Expectativas
(Por Astor Vitali) El martes se inauguró el período anual del Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil. Se aplicará un porcentaje de 26,4 (que no debe llamarse aumento) ¡en tres tramos hasta julio! ¿Vos estás de acuerdo con esto? Si no es así ¿quiénes y por qué aceptan fijar nuestras vidas en la pobreza y por qué aceptamos que nos representen?
Treinta integrantes del consejo votaron que por el sí. Acordaron. ¿En nombre de quién? ¿En qué lugar se les mandató para aprobar este número? Yasky se abstuvo. Cachorro Godoy votó en contra.
El monto anterior era de 69.500 (el que está vigente). Pasa a 80.342 en abril, 84.512 pesos en mayo y 87.987 pesos en junio.
Este salario es la base mínima fijada por la mesa mencionada que debe recibir cualquier trabajador. ¿Bajo qué supuesto? Bajo el supuesto de que esto le asegure, según su definición formal, “alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte, recreación y vacaciones”.
¿Puede alguien que trabaja garantizar alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte, recreación y vacaciones con la cifra de este acuerdo? No. No puede hacerlo se tome la medición que se te tome para comparar ese monto con los valores reales que implica cubrir esas necesidades.
Entonces, nuevamente ¿por qué aceptan los treinta que aceptan? ¿En nombre de quién? ¿Mandatados por quiénes?
Además este monto condena a jubilados, personas que reciben asistencia y otros actores vulnerables a tener una vara bajísima para que se les liquiden sus ingresos, atados a diferentes fórmulas que estiman porcentajes respecto del SMVM.
En la economía se habla de expectativas. Siempre que un economista no puede explicar fenómenos a partir de enunciados abstractos, fórmulas y otras invenciones de una supuesta ciencia precisa llamada economía, comienza a hablar de las “expectativas del mercado”. Entonces nos dicen que no nos prestan porque se espera que no cumplamos, que suben intereses por tal otra cosa, y que no se invierte porque…
Ahora bien, el tema de las expectativas no es verso. Tal vez sea de lo más concreto porque la economía se da en el ámbito de lo social. Se trata de la capacidad de operar en lo que espera el otro de mí. O sea, cómo lo condiciona lo que construyo por imagen a partir de mis acciones. Dicho en criollo: “acá invierto porque este es confiable”, “de acá rajo porque me va a cagar”.
La economía liberal hizo ese pequeño juego de sacarle la palabra “política” a lo que antes se llamaba “economía política”. En esta trampa parece que ya la economía –sola- tiene un tinte más matemático, menos social. Pero es solo una trampa. Porque entonces las “expectativas” solo operan para el lado del mercado.
Queremos señalar que todos los actores son capaces de generar percepciones en todos los otros actores, según su capacidad de organización y de acción.
¿Wué expectativas crea el movimiento obrero? Argentina sigue siendo un país con altos niveles de afiliación y delegados por empresas. Pero lo es respecto de otros países de América, destrozados por la contrarevolución liberal.
Sin embargo, Argentina está siendo un país con cada vez menor peso específico del movimiento obrero respecto de Argentina de otros tiempos. Argentina compara con Argentina, viene perdiendo peso propio en materia gremial.
¿Qué expectativa genera para el sector privado que este consejo acepte la cifra acordada (cifra que nos empobrece)?
“Con estos tipos (y cuatro mujeres, por primera vez) podemos legalizar que alguien cobre por mucho menos de lo que necesita para vivir y que esta cifra sea una referencia para que todos actúen a la baja. Ganamos”.
Esto dice el tipo que tiene empresa grande. Está cómodo. Los representantes del movimiento obrero defeccionan y abandonan al movimiento obrero.
La dirigencia sindical de los sindicatos más poderosos que podrían plantarse frente a esta avanzada neoliberal (en un gobierno que se suponía nacional y popular) no garantiza políticas –no digamos de izquierda- que se asomen al peronismo básico: es decir, dignidad para los trabajadores.
En cambio, se sientan a una mesa con la panza llena, algunos dueños de empresas privadas (desclasados) y utilizan sus cargos para poner a sus afiliados al servicio de algún candidato al que responden en lugar de exigir a sus dirigentes políticos lo que sus bases le determinan.
El mínimo ya no es un mínimo: se puede estar por debajo de lo necesario para vivir, aun sumando dos personas, y se puede firmar en un papel con un sello de un sindicato que esto está bien y vamos para adelante.
¿Se puede? ¿Hasta cuándo? La dirigencia del movimiento obrero suma al desprestigio del movimiento obrero. Cierta dirigencia actúa como sepulturera de su propia clase. Porque está claro, muy claro, que sin ese movimiento obrero el liberalismo no tendrá freno para avanzar sobre nuestras vidas. Avanzará violentamente librazos a su lujuria de clase.
En relación a los proyectos que avanzan sobre los humedales dijo que “se puso en agenda a las factorías porcinas que se quieren instalar en el país, son cantidades exorbitantes de animales. Los chanchos comen soja, se está corriendo la frontera sojera y están buscando terreno para cultivar esa soja transgénica para darle de comer a esos animales hacinados en condiciones nefastas. Esos chanchos necesitan mucha agua, para limpiar la cantidad de desechos, los llevan a las lagunas y lagos. Esas factorías van a estar cerca de una corriente de agua”.