FMI: el gobierno enviará al Congreso un plan plurianual
Tras darse a conocer los resultados electorales, el presidente Alberto Fernández anunció que enviará al Congreso un proyecto de ley con “un programa económico plurianual para el desarrollo sustentable” de un acuerdo con el FMI. Opina Francisco Cantamutto.
El economista analizó en su columna de FM De la Calle los alcances de la iniciativa y aclaró que “enviar esto al Congreso no sería sino ratificar el rumbo de lo que se viene hablando”.
Alberto Fernández dijo que “ese programa contemplará los mejores entendimientos que nuestro gobierno haya alcanzado con el staff del FMI en las negociaciones que lidera nuestro ministro de Economía, Martín Guzmán, sin renunciar a los principios de crecimiento económico e inclusión social a los que me he referido previamente. Esta es una decisión política que cuenta con el pleno aval del Frente de Todos”.
Cantamutto aseguró que así el jefe de Estado “ratifica el rumbo: navegar el angosto espacio de las demandas cuasi talibanes de la oposición de derecha en torno a cualquier arreglo. En ese sentido el gobierno ha estado intentando sostener la negociación hasta este momento frente a la idea de un ajuste brutal, como el FMI ha pedido en varios países, incluso en la región. El gobierno parece no estar dispuesto a ceder a un ajuste de esa índole pero tampoco está dispuesto a tensar mucho más la cuerda. El problema de la deuda con el FMI atañe a todos los países de la periferia mundial, que llegaron a la pandemia con una situación de endeudamiento delicado y salen de la pandemia con más problemas”.
Cantamutto expresó que, según estimaciones de les expertos Isabel Ortiz y Matthew Cummings, “en los próximos años el 80 u 85% de la población del mundo va a estar viviendo en medidas de austeridad, de recorte fiscal”.
“Esto condiciona las posibilidades de recuperación. Esa recuperación en curso ya ha superado los límites previos a la pandemia, se encamina a resolver al situación de la crisis previa, pero es despareja y lo vivimos con la distribución del ingreso, con una inflación en torno al 50% anual, las posibilidades de renegociar las pautas de contrato de cada quien dependen mucho de la capacidad de fuerza para poder alcanzar o no ese 50%. En ese sentido algunos gremios han logrado empatar a la inflación, pero otros estamos muy por detrás, la heterogeneidad es muy elevada, lo cual dificulta análisis generales muy abarcativos”, manifestó.
El columnista agregó que, “aún así, en el curso del último año, los y las asalariadas hemos perdido 5 o 6 puntos del PBI. Señalo esto porque ese delgado límite en el que navega el gobierno es en el cual se quiere cerrar un acuerdo con el FMI que pondría en discusión una cesación de pagos, algo que se sugirió, e implica ponerle paños fríos a la investigación de la deuda o a la denuncia del acuerdo del FMI. El gobierno no va por ese rumbo. Lo que proponen es hacer un acuerdo plurianual, para lo cual tiene que ser ratificado en el Congreso. Esto va en perfecta línea con lo que ha venido haciendo, se aprobó la ley de sostenibilidad de la deuda, la que habilitó al canje, la que limita la imposibilidad de contraer deuda con el FMI sin un procedimiento estandarizado. Enviar esto al Congreso no sería sino ratificar el rumbo de lo que se viene hablando”.
En relación a la oposición, el economista dijo que “Cambiemos ha venido votando mayoritariamente todas estas leyes. Gran parte de la deuda con acreedores privados y la del FMI está judicializada, esto involucra a funcionarios del anterior gobierno que cometieron actos ilícitos al momento de contraer el deuda”.
Para el año próximo “habría que pagar casi 20 mil millones de dólares, algo que, con el perfil de vencimientos de los acreedores privados era impagable, es equivalente o supera el superávit que genera Argentina. Al momento de contraerse estaba claro que era una deuda para no ser pagada sino para ser refinanciada. Algo que Macri y Vidal han dejado en claro en los últimos años, la deuda no se contraía para pagarla sino para renovarla”.
“¿Y para qué contraes deuda para renovarla si no es para mantener los lineamientos que delimitan la posibilidad de tomar política económica soberana? Renegociar el acuerdo con el FMI y que incluya sendero de ajuste fiscal es algo que estaba en el plano original, la actual oposición no tiene problemas en negociar esto porque es lo que quería desde el inicio. Recordemos que el FMI pide como condición ir al ajuste fiscal, lo ha pedido incluso durante al pandemia. El juego de Guzmán no hacer un ajuste por la vía de shock sino un horizonte que vaya en ese camino”.
“En torno a tener divisas para pagar el gobierno seguramente vaya a defender la persistencia de controles cambiarios, el mal llamado cepo, esto es lo que ha hecho que la crisis no fuera más severa”, dijo.
Cantamutto explicó que el gobierno “podría hablar de obtener recursos fiscales para el pago, mejorar la capacidad recaudatoria a través de iniciativas mas progresistas como el impuesto a las grandes fortunas. Probablemente la posición se niegue a esto”.
“Recordemos que cuando perdió las elecciones Cambiemos, al otro día vivimos una corrida cambiara que desajustó los precios de la economía. Ahora, a pesar de las discusiones no ha habido una estampida cambiaria pese a que el gobierno perdió”.
Sin embargo, “en la negociación con el FMI todas estas declaraciones no hacen mella, el FMI no se hace eco de esta discusión, se tiene que avanzar dentro de los parámetros que el propio Fondo asume como legítimos y no está la voluntad del gobierno de ir a una negociación de mayor nivel de confrontación, amenazando con no pagar hasta que no se resuelva la situación”.
“Si se aprueba un acuerdo plurianual en el Congreso por parte de las fuerzas mayoritarias en torno a un sendero de consolidación fiscal, cuáles van a ser las limitaciones en las próximas elecciones presidenciales para decidir ir hacia un rumbo más justo y equitativo que contemple las necesidades de la mayoría de la población. La recuperación está en curso pero los niveles de pobreza siguen elevadísimos, siguen habiendo severos problemas en salud y educación que difícilmente puedan resolverse si defiende el ajuste o el pago de la deuda”, concluyó.