“Hay que hacerle honor en la calle”

Hebe de Bonafini, presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, murió este domingo a los 93 años. Sus cenizas volverán mañana a la plaza de la lucha que las parió en abril de 1977 para su última ronda. Las sobrevivientes Azucena Racosta y Carmen Ortiz, la comunicadora popular Claudia Korol y Ana Canullo y Sergio Velovich, ex integrantes del Frente de Apoyo a Madres en Bahía Blanca, destacaron su rebeldía en FM De la Calle.

En 1977 los militares desaparecieron a sus hijos Jorge Omar y Raúl Alfredo. Meses después fue secuestrada su nuera y pareja de Jorge.

Hebe protagonizó las primeras marchas de pañuelo blanco y hasta sus últimos días trabajó en proyectos políticos buscando mejorar la vida de las y los argentinos más relegados.

“Me secó las lágrimas y salimos a marchar”

Azucena Racosta es docente en el IUNMA (Instituto Universitario Nacional Madres de Plaza de Mayo) y tras su vuelta del exilio forzado por la última dictadura cívico militar eclesiástica, compartió momentos de militancia por los derechos humanos junto a Hebe.

“Hace 42 años, estaba embarazada de mi hija mayor, Constanza. Habíamos llegado a Viedma de nuestro exilio. Llega Hebe con Laura, todavía dictadura, año ‘81. Nos reunimos con liberados, familiares y yo estaba con una panza de casi 8 meses y medio. Era la primera vez que me mencionaba con mi propio nombre, Azucena, y dejaba de lado el nombre que había usado en dictadura”, relató, conmocionada por la partida de la referenta.

Recordó que era “la primera vez que hablaba de la historia que habíamos vivido en esos años de exilio. Hebe se levantó después de los testimonios de varios compañeros. Había algunos compañeros que hacía muy poco que habían sido liberados y cargabamos sobre nuestras espaldas todos nuestros muertos y desaparecidos”.

“Fue la primera marcha después de las marchas de Plaza de Mayo. Se me caían las lágrimas, Hebe me paró, me tocó la panza y me dijo ‘no se merecen que vean tus lágrimas, te secás la cara y salimos a la calle’. Me secó las lágrimas y salimos a marchar”, contó.

Comentó que el año pasado falleció su madre biológica y agregó que hoy, tras la pérdida de Hebe: “Me siento absolutamente huérfana”.

Acerca del estado anímico del país, afirmó que “la lloramos de emoción y al mismo tiempo sabemos de la responsabilidad que tenemos. Que somos adultos y que esa voz, que nos representó durante tantos años, que representó la rebeldía de este país tiene que seguir en nosotros”.

Fotos: Visita de Hebe a Bahía Blanca. 

En la Argentina que continúa, sin ella, “hay que dejar la zona de confort, los sillones de los funcionarios, los lugares cómodos y hacerle honor a Hebe en la calle y diciendo las cosas que debemos decir”.

Esto para no desentendernos de que “estamos en un país con 50% de pobres, en donde se construyen cada vez más cárceles y se compran cada vez más patrulleros, que serán para nosotros cuando salgamos a la calle a gritar lo que debemos gritar”, afirmó.

Hebe, luchadora del pueblo

“Fue un emblema. Su presencia, su existencia como madre de dos hijos desaparecidos. No nos olvidemos que ella representó a un movimiento de derechos humanos que surgió como consecuencia de la desaparición de hijos, hijas, de tantas personas en nuestro país”, dijo a FM De la Calle Carmen Ortiz, ex presa política.

Respecto del fallecimiento, refirió que “Hebe no se fue, va a quedar su impronta, con una personalidad muy controvertida. Ella decía lo que se le ocurría, ella planteaba sus posturas que fueron cada vez más políticas y cada uno puede estar o no de acuerdo con eso pero también es como ella decía, ‘alguien tiene que conducir’, un poco tomaba ese papel”.

“Es la expresión de un movimiento de derechos humanos que se conformó incluso al principio por una reivindicación inmediata y luego se fue transformando en un símbolo de lucha a nivel nacional y mundial”.

Ortiz sostuvo que “que el amor y la desesperación la llevó a hacer lo que hicieron en plena dictadura cuando no se podía estar en la calle. Creo que dos personas ya era un delito más o menos. Ellas se animaron y fueron primero agrupándose, dando vueltas porque les decían que tenían que circular”.

Destacó que “lo que a mí me parece interesante es que ellas poco a poco, se fueron politizando, tomando las banderas de lucha de sus hijos. Crearon una universidad, crearon una radio, participan en las luchas de los pueblos actuales”.

“Fue una luchadora del pueblo, que se volcó a los más desposeídos”.

Claudia Korol, comunicadora feminista e integrante de Pañuelos en Rebeldía, contó que “uno de los aspectos que nos unieron mucho en el caminar de la Universidad (Popular) de los primeros años fue muy latinoamericanista, con ese amor a la Revolución Cubana, a Fidel, a Chávez y a la Revolución Bolivariana en Venezuela. Con ella estuve en esos lugares y realmente se movía con todo el amor hacia esas experiencias y liderazgos”.

“Me acuerdo un viaje que hicimos a Venezuela y ahí la reconocieron, le dieron una medalla desde la alcaldía de Caracas, eran los primeros años de la revolución, esa idea de que eran militares le provocaba escozor y a la vez tenía todo el amor al chavismo. Llegamos al lugar del homenaje y cuando ve a Fredy Bernal le dice ‘yo odio a los policías’”, aseveró. Bernal es ex alcalde de Caracas y ex jefe de policía.

Por otro lado, contó una anécdota del 19 de diciembre de 2001: “Estábamos terminando las clases en la Universidad de las Madres cuando supimos de la situación que se estaba produciendo, el levantamiento frente a las medidas ordenadas por Cavallo, el corralito y el llamamiento al estado de sitio”.

“Se realizó una asamblea con las Madres presentes y uno de los compañeros más jóvenes le pregunta a Hebe: ‘Madre, ¿qué se hace frente a un estado de sitio?’. Y ella se estira y le dice: ‘No se le da pelota’”.

Finalmente, compartieron sus palabras con la FM De la Calle Ana Canullo y Sergio Velovich, ex integrantes del Frente de Apoyo a las Madres de Plaza de Mayo de nuestra ciudad.

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