Gustavo Elías despidió a 15 gráficos de La Nueva
El Sindicato Gráfico Sureño denunció despidos por parte del dueño del Diario La Nueva, Gustavo Elías, y de los directivos Julián Lemos y Fernando Monacelli.
Si bien aludieron a que “los números no cierran y que el diario da pérdidas” para el gremio “no se explica el motivo del cierre del taller”.
“Sabemos que esto no es así, son el medio de comunicación que más pauta oficial reciben, tanto municipal como provincial y nacional, y sin contar lo que entra por pauta privada. Sin embargo, la realidad para nosotros es otra”.
El sindicato reclama desde junio del año pasado “la correcta aplicación de la escala salarial vigente y homologada ante la Secretaría de Trabajo de la Nación (aplicaban la escala del año 2016), la correcta aplicación del Convenio Colectivo de Trabajo y la categorización de los trabajadores”.
“Casualidad o no, son los mismos reclamos por los que murieron luchando y reclamando nuestros Mártires, Enrique Heinrich y Miguel Ángel Loyola en esa misma empresa”, afirmaron en referencia a los obreros señalados por la familia Massot y secuestrados, torturados y fusilados por la dictadura genocida.
El gremio informó que sus afiliados cobraban en cuotas y fuera de término hace tres meses. Entiende que el cierre del taller “es una clara represalia” por reclamar sus derechos.
“Fuera de una audiencia en el Ministerio de Trabajo de la Provincia ya nos habían advertido que si reclamábamos mucho iban a cerrar por que éramos el único gremio que reclamaba, tenemos conocimiento de la molestia de los trabajadores de prensa con su sindicato por no defenderlos antes los mismos conflictos que el diario tiene con nosotros”.
Los gráficos de La Nueva recibieron esta mañana los telegramas de despido “aludiendo al cierre del sector impresión y preimpresión”. “Son 15 familias que se quedan sin su única fuente de ingresos y, teniendo en cuenta la crisis que afronta el país, es negro el panorama para ellas”.
La Comisión Directiva sindical convocó a una asamblea con los despedidos para consensuar los próximos pasos a seguir y un “posible e inminente escrache a los dueños y directivos de la empresa”.