Uso del tiempo: ¿quién, cuántas y de qué manera hace las tareas no remuneradas?
Desde octubre se lleva a cabo la Encuesta Nacional del Uso del Tiempo en Argentina. Es el primer relevamiento del INDEC destinado a cuantificar e indagar cómo se distribuyen las tareas de cuidado y no remuneradas dentro de los hogares. La columnista de FM De la Calle, María Julia Eliosoff destacó que Bahía Blanca es una de las ciudades relevadas.
“Esta encuesta indaga sobre cómo usamos el tiempo las personas, tratar de cuantificar, no solo contar horas sino ver quiénes hacen determinadas tareas, cuántas horas le dedicamos al empleo remunerado, a las tareas domésticas, cuántas a esparcimiento y estudio. Si te toca la puerta el encuestador, te dan a hacer dos cuestionarios, hay uno que se mide el tiempo dentro del hogar y otro que se elige una persona mayor de 14 años aleatoria dentro del hogar y se le pregunta qué hizo en las últimas 24 horas”, dijo.
La economista agregó que “tiene la particularidad de que se hace con lo que se llama ‘diario de actividades’. La persona que le toca va contando exactamente todo lo que fue haciendo durante el último día. Es una fuente de información súper necesaria”.
Agregó que “el dato que siempre estamos mencionando es que las mujeres dedicamos el doble de horas a las tareas no remuneradas que los varones, el dato que dice que 9 de cada 10 hacen tareas no remuneradas en el hogar mientras que los varones son 6 de cada 10, esos datos se sacan de un antecedente que es de un módulo que se la agrego a la EPH al 2013”.
Eliosoff señaló que sirve para “conocer cómo se administra el tiempo de la vida de las personas y quién realiza estas tareas. Esa información es súper importante porque son datos concretos, que tienen no solo los hacedores de política pública sino quienes trabajan en la academia, para conocer la falta de oferta en servicios de cuidados y el aporte del trabajo no remunerado a la economía. Es parte necesaria para que ocurra todo lo que sucede en el área de la producción, esta herramienta sirve para darle un valor a ese trabajo no remunerado”.
“Nos permite exponer las desigualdades no solo entre varones y mujeres sino las desigualdades entre las mismas mujeres. Uno de los datos de la encuesta de 2013 nos dice que las mujeres de más bajos ingresos le dedican el doble de tiempo al trabajo no remunerado que las mujeres de más altos ingresos. Permite caracterizar a la población inactiva. Resulta que la mayoría de los ni-ni eran adolescentes que estaban cuidado de hijes menores o incluso adultos mayores. Información clave para políticas públicas, licencias y espacios de cuidado”.
El dato más relevante es que se trata de “una herramienta importante para cambiar las conciencias individuales y colectivas. Pone en número esto que sentimos algunas de que tenemos esta sobrecarga de tareas no remuneradas. Es una herramienta esencial para fortalecer y seguir expandiendo las agendas de los feminismos y la justicia social”.
Sin embargo, destacó que “va a tener limitaciones, es una encuesta solamente urbana. Ahí hay un problema porque la organización del tiempo en los espacios rurales es diferente que en la urbanidad, de eso no vamos a tener ningún tipo de dato. Y otra cuestión es que, si bien para el censo se está trabajando las identidades no binarias, en esta encuesta no se incorporó. Es una debilidad porque las personas no cis organizan los cuidados de manera distinta, a veces de manera más colectiva”.