Megacausa Zona 5: “Antes de su paso por la Unidad Penal las víctimas estuvieron en un centro clandestino”
Con los casos de Claudio Kussman y Héctor Luis Zelaya la fiscalía culminó su análisis sobre las responsabilidades de cada represor. La próxima instancia del alegato incluirá el pedido de pena para cada uno de ellos.
Héctor Luis Selaya fue director de la Unidad Penal 4 durante 1976. “No caben dudas de que el pase de una unidad a otra se trataba de una acción psicológica pero no imprimía legalidad al secuestro de las víctimas”, dijo el fiscal Pablo Fermento.
A Selaya se le imputan 33 hechos. “Todas las víctimas antes de su paso por la Unidad Penal pasaron por un centro clandestino de detención. Zelaya daba las órdenes, aseguraba la continuidad de la privación ilegal de la libertad, recolectaba y hacía circular las informaciones”.
Claudio Alejandro Kussman se desempeñó como oficial principal de seguridad en la Unidad Regional V de la Policía de la provincia de Buenos Aires, desde el 23 de septiembre de 1975 hasta el 29 de enero de 1980.
Kussman actuó en el grupo de tareas que secuestró al militante de la Juventud Peronista, Daniel Bombara, en diciembre de 1976. Su cuerpo fue recuperado en noviembre de 2011 en el cementerio de Santa Mónica, en el partido bonaerense de Merlo, por el EAAF.
Bombara fue capturado ilegalmente junto a las víctimas Laura Manzo y María Emilia Salto. Los tres trasladados a un centro clandestino que funcionó en dependencias de la Policía Bonaerense. Entre sus torturadores, Manzo identificó a los policías Pedro Noel, Jesús Salinas y Claudio Kussman.
“Kussman aparece haciendo operativos antisubversivos desde el 1974 como miembro del Comando Radioeléctrico. El secuestro de Juan Antonio Larrea, quien prestó declaración el 9 de marzo del 23, es un operativo que está registrado en la DIPPBA”, alegó la fiscal Paula Molini.
Ese informe describe una requisa que realizaron en la casa de Larrea, en la cual también se menciona la intervención de Kussman. “Por tercera vez en documentos diferentes lo tenemos a Kussman afectado en operativos del Comando Radioeléctrico. Larrea identificó a Kussman durante el procedimiento porque ya lo conocía, sabían que era policía de la Brigada de Investigaciones. Cuando iba a estudiar a lo de una compañera, Kussman se presentaba como vecino. El acusado se denominaba Harry El Sucio a quien imitaba por su fisonomía y armas”, dijo Molini.