Debatir el debate

(Por Astor Vitali) Estuvimos presentes en “el debate” de candidatos a intendentes -parcialmente- organizado por las universidades públicas. En principio, quienes trabajaron en la transmisión del debate local pusieron todo. Los equipos intentaron comenzar a tiempo. Se asesoraba a las personas (prensa e invitados) en la metodología de manera de tener allanado el camino al momento de comenzar.

A las 18 en punto salen los candidatos. Menesteres técnicos demoraron unos minutos el cuidado comienzo. Ocho minutos pasadas las seis de la tarde, autoridades universitarias agradecen y explican la importancia del debate para la salud de lo público. Luego se expone el método en que devenirá la cosa.

A los trece minutos, comienza la ronda de presentaciones. El intendente, Héctor Gay (Juntos por el Cambio), se tira su clásico paso intentando alejarse de la “política tradicional”, haciendo referencia a que se sumó a la cuestión partidaria poco más de un lustro atrás. Sin embargo, la idea de “outsider” no es fiel, ya que su rol como operador político del consorcio* bahiense desmiente la imagen de haberse “sumado a la política” en estos últimos años: hizo política desde sus primeros pasos en LU2, allá por 1981.

Néstor Conte (FIT-Unidad) elige ser contundente y señalar las contradicciones y continuidades de gobiernos “peronistas” y de Cambiemos.

Federico Susbielles (Frente de Todos) destaca valores: “familia”, “colectivo”, “equipo”, “ONG”, su paso por el “PAMI”, y su vínculo con la “generación dorada”.

Leonardo Valente (Todos por Bahía), avezado jugador de la partida frente a su resta cero -no tenía nada que perder-, se definió como “vecino, hijo de la universidad pública y emprendedor”.

Luis Alberto José (NOS) desplegó sus papiros institucionales en el ámbito de la educación privada y religiosa. y destacó ser hombre de “convicciones”.

Hasta aquí la promesa era unívoca: habría show. La disposición de los candidatos al “coucheo” era evidente. Nada fuera de la rutina planteada ocurriría. Allí tendría lugar un intercambio de intervenciones prefijadas, esquema lejano al concepto de debate.

La sensación de este espectador era la de estar presenciando la puesta en escena de uno de esos programas de preguntas y respuestas de entretenimiento en el que el postor que mayor share obtenga se llevará el premio. En este caso: la simpatía de la ciudadanía que otorgará la llave de la ciudad.

Por su parte, cabe destacar que, pese a la encomiable tarea de la universidad pública, los temas, el formato y demás cuitas en que se llevó a cabo la cosa fueron impuestos por las fuerzas políticas y no por entidades de interés público. En otras palabras: lo que se mostró convenía a casi todos los postulantes, o al menos a quienes tienen mayor peso para salir airosos esa primera negociación.

Es importante reflexionar sobre esto. Si los temas y términos del debate están basados en consensos de las fuerzas políticas en disputa, todo estará arbitrado como para que no haya mayor exposición negativa y, con ello, en función de esos intereses sectoriales (los de esos partidos -y sus aportistas, claro está-). ¿No debería un debate de interés público estar articulado en función de los intereses de las entidades intermedias de la sociedad? Sí, se filtraron algunas preguntas, pero lo central de la puesta en escena fue acuerdo de los equipos de campaña.

Los temas seleccionados fueron: “tránsito y obra pública”, “salud y medio ambiente”, “política de empleo e inclusión social”, “rol universidad” y un “tema libre”.

En materia de obra pública disputaron la estadística contra la verdad: Gay dijo que “nunca hubo tanta obra pública” y chantó las “858” obras que figuran en un mapa interactivo presentado semanas atrás.

Susbielles señaló que el jefe comunal “prometió y no cumplió” argumentando la sub ejecución del fondo educativo y el estado de “quiebra” de la SAPEM. Además, explicó que el gobierno comenzó algunas obras pero que la mayoría está con altos grados retraso y que además han generado mucho endeudamiento. Por su parte, propuso instaurar un plan rector y articular un instituto urbano municipal. La forma de financiación estaría basada en la participación público privada (teléfono para las usinas de pensamiento económico progresista). La implementación de del Consejo Municipal de Educación, la revisación del sistema de parquímetros, la promoción de un  cambio cultural en relación a “alcohol cero” y la apertura de los números de la SAPEM fueron otros elementos de su intervención.

Para Conte, el sistema de transporte está hecho a medida de los negocios de privados y no de las necesidades de la población. Plantea la municipalización del servicio bajo control obrero y ciudadano.

Valente, apuntó a la necesidad de “planificación urbana” para articular un código de planteamiento en que colaboren “todos”.

José, anteponiendo que “no cabía mucho que agregar” a las exposiciones previas, se refirió a la importancia de los museos y dijo que había que “asfaltar barrios”.

En la primera pausa comercial, apareció el primer “coucheo”. Cada quién con su pequeño grupo de colaboradores, posando con atención al backstage antes de salir nuevamente a escena. La tribuna estaba calma, tal vez aburrida.

El siguiente eje, retomado a los treinta y siete minutos pasados de las seis de la tarde, fue uno que, se sabe, tiene alto impacto para nuestra ciudad: medio ambiente y salud.

Conte se refirió a que nadie asume la responsabilidad de la contaminación. Arguyó la necesidad de establecer comisiones de seguridad con participación ciudadana y sostuvo que, como sostiene la declaración de la Fracción Trotskista – Cuarta Internacional (FT-CI) ante la Huelga Mundial por el Clima, “si el capitalismo destruye a la naturaleza, destruyamos al capitalismo”. También señaló los problemas de acceso a la atención en la salud pública.

Susbielles insistió con las ideas de que en su posible gobierno se aplicarán clausuras preventivas -facultad existente y no aplicada-, se buscará la descentralización sancionatoria, se modernizarán los protocolos, se llevarán cambios en los concursos para ingreso de autoridades al CTE con el objetivo de que quienes asuman los cargos no provengan del sector empresarial y se buscará la erradicación de basurales a cielo abierto.

Valente, se refirió a que, como sociedad, nos la pasamos “negociando” con el medio ambiente. Sostuvo que hay “otras maneras de lograr desarrollo” y propuso que las certificaciones de calidad aplicadas en Bahía Blanca sean las de “los países de origen” (donde no se permiten los abusos que aquí toleran nuestras autoridades). Para rematar, pidió “curar a la salud de la enfermedad de la política”. Curioso concepto de la cosa pública para un candidato a intendente.

José comparó el servicio de salud local con “el paraíso” en relación a otros lugares de la provincia de Buenos Aires. Propuso la implementación de la “documentación en línea”, una “red de acompañantes terapéuticos” y la creación de la figura de “promotores de salud”. Habló de separación de residuos y de un programa de protección de humedales.

Por último, Gay sostuvo que hubo una “profunda inversión” y la destacó en relación al porcentaje del presupuesto total que insumen los gastos de salud pública. Habiendo un hospital municipal, claramente se llevará una parte importante, es decir, nuevamente destaca una cosa evidente como mérito. Respecto de su mirada verde, señaló la creación de cinco parques eólicos, el cambio de luminarias a energía LED y la puesta en funcionamiento de la planta depuradora. Para verificar la importancia de esta última, recurrió a un acto desprolijo y prohijado por la desesperación de demostrar una forzada conciencia ambiental: se agachó para buscar, detrás de él, dos vasitos plásticos. Con psicología redusefastfatista, Gay mostró un recipiente en el que habría agua -oscura- anterior a la puesta en funcionamiento de la planta (incomprobable) y otro de contenido prístino que correspondería al período actual. Un recurso poco vistoso.

¿Novedades ambientales? Me faltó una empanada.

Luego siguió “política, producción, empleo e inclusión”.

Susbielles señaló que Gay se quedó “inmóvil ante empresas que cierran”, que no acompañó, que no declaró la emergencia alimentaria. Se refirió a la importancia de priorizar la mano de obra local, habló de posibles reducciones de tasa, se comprometió a declarar la emergencia alimentaria y generar las condiciones para obtener “movilidad social ascendente”.

Valente prometió la creación de cinco mil (5000) puestos de trabajo a través de la promoción de la economía del conocimiento mostrando que en Bahía hay “personas idóneas y empáticas”. Trabajar aquí para empresas radicadas en otros lugares del mundo. Uno se pregunta: ¿qué condiciones laborales en función la Ley de Contratos Laborales vigente ofrece ese tipo de empleo? ¿Con la economía del conocimiento basta para pensar un modelo de desarrollo regional?

José se comprometió a llevar adelante una “reestructuración de los recursos del Estado”, empoderar las delegaciones, propiciar cooperativas de trabajo y producción, incluir discapacitados en el mundo laboral y peatonalizar en diferentes horarios para favorecer el consumo de comercio céntrico.

Gay se refirió a la creación de empresas eólicas, a la radicación de otras empresas y la promesa de AMAZON. (¿Cómo la empresa de hamburguesas? Empleo precario, contratos basura, como las hamburguesas). La entrega de unas “5300” escrituras y se atrevió a asegurar que solucionaron “todos los problemas de fisuras de White”. Dijo que el índice de pobreza local es más bajo que el nacional.

Conte destacó la realidad de las setenta y cinco mil personas pobres de la ciudad y las catorce mil indigentes. Recordó la denuncia de la Corporación del Comercio que señala 250 empresas cerradas durante el período cambiemos. Reclamó el pase a planta permanente en el ámbito estatal. Una propuesta concreta del candidato de izquierda fue realizar un empadronamiento de desocupados para iniciar un plan de obra pública cuyos recursos fueran provistos por las  empresas del polo y las agroexportadoras.

El bloque del “rol de la universidad”, lamentablemente, tuvo un gran carácter formal. Al ser universidades públicas las organizadoras, intentaron dar estatus a este eje.

Valente señaló que había que articular con el espacio educativo como jefe comunal. Como único recurso creativo de la jornada, en un debate mediado por los códigos televisivos, propuso que la UTN dictara la carrera de sistemas, en la idea de que “quienes menos tienen” puedan acceder a esta educación que para él es la herramienta de futuro, cediendo su tiempo a sus competidores e instándoles a que asientan o rechacen la propuesta en ese momento. Bien jugado. Una interpelación pensada en pos de una discusión concreta. Todos asintieron.

José dijo que el tema educación era “central”, debía ser “cercana” y “satisfactoria”.

Gay habló de la “oferta educativa”, la creación de un programa para empleo y el “club de emprendedores”. Hablamos de las universidades nacionales. Expresó, a su vez, su enfoque sobre educación: distrito tecnológico, educativo y emprendedor. Esta es la visión cambiemita de lo que debería ser la universidad pública.

Conte dijo que la universidad debería involucrarse en la planificación urbana. Reivindicó el rol de los profesionales en luchas como aquella contra el dragado en cuanto a la cantidad de aportes que brindaron en la fundamentación de por qué se atacaba un nivel de biodiversidad aún insospechado por muchos habitantes de la ciudad. Sostuvo que deberían oficiar como organismos contralores. Rechazó la financiación privada del CONICET, afirmó que debería triplicar presupuesto, pasar a planta permanente y generar un nuevo Convenio Colectivo de Trabajo.

Susbielles incluyó a los institutos en su intervención. Habló de vincular los conocimientos a la planificación, retomando la idea de plan rector. Pasar del “estado obstructor al estado facilitador”.

Valente abonó a que hacían falta “políticas de estado”.

Luego llegó el “tema libre”. José planteó que soñaba con concretar el viejo proyecto de “La nueva provincia”. Gay hizo un racconto de obras realizadas, los vínculos con el BID, proyectos de innovación. Conte habló de salarios versus canasta. Susbielles aprovechó para señalar falencias del oficialismo.

El candidato del Frente de Todos se refirió también al tema seguridad. Es curioso: habló de “duplicar cámaras, aplicación de cámaras con reconocimiento facial, más patrulleros, más combustible, la reinstauración del 911, el vínculo con la justicia” y para los jóvenes “cultura, deporte, educación y contención”. ¿Qué secretario de seguridad podrá reunir las condiciones para tener un enfoque en el que de palo y a su vez abrace? Para un candidato que viene haciendo un trabajo serio como Susbielles, escuchando, reuniéndose con instituciones, los barrios, tomando nota, es llamativo que, para un debate de estas características, busque integrar dos discursos que son necesariamente contrapuestos. Cámaras, reconocimiento facial, más patrulleros no es prevención: es mirada represiva. Cultura, deporte, educación y contención es prevención: no empatiza con el otro discurso. Tal vez mida, pero a la larga, la seriedad de un discurso consistente consolida.

Valente se refirió a temas estructurales de la debilidad de la democracia. Propuso que el 90 por ciento de la pauta se diera a los medios con la condición de que se financiara trabajo en blanco, aumentando cuota por integración de mujeres, personas con capacidades diferentes, etc.

Luego las preguntas entre los candidatos. Un guiño de Gay a Valente para sumarlo. La exaltación de una política comprobada y la erudición de las promesas del porvenir. Para Gay, consultado por Conte, “nunca estuvo en riesgo la salud de la población”, referido al episodio de Dow del 28 de junio. La necesidad de liderazgo de la región. Susbielles sostuvo que “todo el mundo aprende de sus errores” ante la pregunta de Conte de qué opinaba de que el “peronismo” haya votado un “presupuesto de ajuste” en la provincia de Buenos Aires.

El tema aborto pasó por el costado.

Esto ocurrió el viernes en el Centro Cultural de la Cooperativa Obrera. Muy buen trabajo de todos los equipos y positiva la voluntad de las universidades de ir acercando a los candidatos al debate público.

A este espectador le quedó la sensación de una puesta en escena que emuló la disposición de un juego de premios televisivo en el contexto de un armado donde lo que interesa a la comunidad no tiene un lugar real. Miro a cámara, leo y expongo posiciones en función de lo que dicen las encuestas. La política, su barro, la situación emergencia alimentaria quedan por fuera de lo relevado por quienes podrían tomar las decisiones en los próximos tiempos. No hubo grandes definiciones sobre los temas planteados tampoco.

Podríamos haber copiado y pegado lo dicho durante esa jornada a modo de crónica pero preferimos tomar nota para que el próximo debate –y esto queremos señalar a las fuerzas políticas y a las universidades-, no sea articulado en función de los ejes temáticos que proponen las fuerzas políticas en disputa sino que sea articulado en función de los ejes temáticos que proponga la sociedad organizada en entidades intermedias, que es la que, en última instancia, padece las consecuencias de las políticas aplicadas.

 

*Figura que utiliza el autor para referirse a los grupos de poder locales. Ver su libro El consorcio.

Foto: Audiovisual UNS