Desde las unidades sanitarias suman críticas a la política social

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Trabajadoras y trabajadores de las unidades sanitarias del Municipio adhirieron al documento de sus colegas del Servicio Social del Hospital Penna y compartieron su visión sobre la situación en los barrios.

“Entendiendo que las estrategias de contención requieren acciones concretas y rápidas porque la urgencia de los hechos así lo indica, creemos que desde nuestro rol profesional podemos hacer aportes para el diseño de estas estrategias y para la concreción de estas acciones”, afirmaron.

Luego de responder -como puede verse abajo- a declaraciones públicas realizadas esta mañana por la secretaria de Políticas Sociales, Vanina González, exigieron que las autoridades “arbitren todos los medios necesarios para que los recursos lleguen urgente y efectivamente a todas las familias que los necesitan, no hablamos únicamente de alimentos, sino de vales para cargar garrafas y productos de higiene personal y limpieza”.

El día de hoy la Secretaria de Políticas Sociales del Municipio de Bahía Blanca, se manifestó de forma pública con algunas frases que nos parece importante analizar:

“Apelamos a que la gente tenga la tranquilidad de que la ayuda va a llegar”

Creemos necesario recordar que muchas de las familias que hoy se encuentran a la espera de los alimentos vienen siendo golpeadas por la pobreza desde mucho antes de la pandemia, por lo que han desarrollado estrategias de supervivencia en el día a día, con esto queremos decir, que no todas y todos los bahienses poseen una reserva de alimentos, y acceden a los que se necesita día a día. Previo a la declaración de la cuarentena total, y ya con las primeras medidas de aislamiento social, muchas de estas familias no pudieron desplegar estas estrategias por lo que el bolsón de alimentos del municipio era su única opción. Y para muchas familias hoy ya no lo es porque siguen a la espera de una respuesta.

“Les pedimos a las personas que envíen un solo correo electrónico porque si lo canalizan por distintas vías nos generan una complicación logística”

Con esto creemos que queda de manifiesto que la complicación logística tiene que ver con el diseño de la misma y no con la desesperación de las familias que recurren a todos los medios posibles para garantizar la alimentación de sus miembros. También hay que remarcar que muchas de las personas no cuentan con las herramientas para enviar un mail, por lo que somos los y las trabajadoras sociales quienes estamos confeccionando a diario los mails para solicitar los alimentos, teniendo la misma vía de solicitud que toda la comunidad, por este motivo podemos saber que ante el mail no hay una respuesta inmediata de recepción y que tampoco son 48 hs. las que se demora en hacer la entrega de los alimentos, dado que hasta el día de ayer no se habían entregado los alimentos que nosotras mismas solicitamos por mail el día miércoles.

“El primer día les entregamos a los referentes de cinco delegaciones y que ellos que conocen a la gente coordinaban la entrega”

Apoyamos que se usen todos los recursos humanos para garantizar el acceso a los alimentos, pero que hasta la fecha sea la única estrategia es insuficiente. Necesitamos que las y los trabajadores sociales también podamos dar respuesta a esa parte de la comunidad que no se referencia con ningún comedor, ONG, grupos de voluntarios, etcétera. Sumando a esto varios y varias organizaciones civiles han manifestado que le dieron la cantidad de bolsones para las familias que habitualmente asisten, pero dado que no hay hasta la fecha otras modalidades de entrega se vieron desbordados por la demanda y fueron ellos quienes tuvieron que decirles que NO tenían más bolsones a muchas familias.

“…también pedimos que se utilicen las otras herramientas. Las tarjetas de AUH, jubilación y pensión por discapacidad. Las tarjetas celeste y la dorada…”

Estas no son “las otras herramientas”, estas son las únicas, y son insuficientes, porque nadie puede cubrir todas las necesidades básicas del grupo familiar con estos recursos, por lo que, como mencionamos antes, generan diversas estrategias, que hoy tienen limitadas. Sumado a esto, muchas personas beneficiarias de jubilación o pensión no tienen las tarjetas de débito y se manejan directamente yendo a cobrar por caja, con el cierre de los bancos se convierte esto en otra dificultad. En cuanto a la tarjeta social nos parece importante señalar que es una transferencia mensual de 1060 pesos, por lo que sugerimos un aumento de la misma y aún no obtuvimos respuestas.

“…los empleados municipales de riesgo deben estar en sus casas (…) a los que critican sentados desde un escritorio los invitamos a colaborar”

Coincidimos. Y acá estamos, en los barrios, lejos de los escritorios y con una gran predisposición para cumplir con nuestras obligaciones ético-profesionales y poder empezar a dar respuestas concretas a los sujetos. Las delegaciones municipales se encuentran cerradas por lo que muchas personas realizan un recorrido por distintos espacios sin poder cumplir efectivamente las recomendaciones de aislamiento por la necesidad primordial de alimentarse, y muchos de ellos y ellas son también población de riesgo.