Eduardo Lucita: “La renuncia de Guzmán es el desenlace de un cúmulo de fracasos”
El integrante de EDI-Economistas de Izquierda reflexionó sobre la renuncia de Martín Guzmán al Ministerio de Economía. ¿Cuál es el perfil de Silvina Batakis? ¿Qué tensiones subsisten dentro del Frente de Todos? ¿Qué perspectivas tiene el país frente al contexto económico mundial y latinoamericano?
Ante la asunción de la ministra de Economía, FM De la Calle conversó con Eduardo Lucita, quien describió el camino del ex ministro Guzmán hacia la renuncia. Es el turno de Silvina Batakis, ¿y ahora qué?
“La renuncia de Guzmán es el desenlace de un cúmulo de fracasos que se pueden concentrar en una inflación descontrolada. Con un acumulado anual que amenaza con desbordar el 80% -y algunos ya lo sitúan en el 100%- ya era imposible para el ex ministro gestionar cualquier política económica”.
“El detonante de la renuncia fue la corrida cambiaria que se debió a una mala praxis de la Secretaría de Energía, y no poder encuadrar a esta detrás de su proyecto de segmentar las tarifas de los servicios públicos”.
“Es decir, una crisis interna, una disputa de poder que se expresó en esta suerte de telenovela entre el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández. No pudieron controlar la inflación, se desbordó todo y la corrida cambiaria es una amenaza permanente”.
“Lo que está en discusión es cuál es la salida, no de largo plazo porque ninguno de los dos tiene un proyecto de gobierno a largo plazo, sino con que respuesta abordar a esta crisis dentro de lo inmediato, con la mirada puesta en las elecciones presidenciales del 2023”.
“Guzmán llevaba una política totalmente subordinada al FMI, aunque él había negociado que no fuera una estabilización económica por shock, como hemos sufrido en otros momentos, o como sufrió Grecia o ahora lo hace Ecuador, sino una estabilización programada, gradual, esto también se le escapó de las manos”.
“Obviamente las primeras 2 revisiones del Fondo las pasa, pero después viene el segundo semestre y ahí para cumplir medianamente algunas metas hay que ajustar más. Ese ajuste vulnera la base social-electoral del gobierno. Esto es lo que está en discusión, la visión de más largo plazo aquí solo llega hasta diciembre de 2023”.
- ¿Qué expectativas abre la llegada de Silvina Batakis?
Ella tiene dos cuestiones. Es muy fiscalista, muy controladora de los números. Todos, de un lado y de otro, reconocen en ella que es muy buena técnica. Tiene esa experiencia fiscalista y ajustadora durante su gestión como ministra del gobierno provincial de Daniel Scioli en respuesta al ahogo económico que Cristina Fernández y Axel Kicillof le hacían a al gobernador de la provincia de Buenos Aires de ese momento.
Ahora, al mismo tiempo, Batakis no es Guzmán. Tiene una línea mucho más cercana a la industrialización, la redistribución del ingreso y mejora de los sectores populares mucho más cercana a Cristina Fernández y a Daniel Scioli que a Alberto Fernández. Veremos si no termina siendo un híbrido entre Guzmán y Kulfas.
Hay algunos trascendidos, que se confirmarán o no, de que ella va a ratificar el acuerdo con el Fondo. La verdad que ninguno de estos gobiernos baraja otra posibilidad alternativa a eso, pero es muy probable que intente renegociar las metas y los plazos para cumplirlas porque las que están estipuladas para el segundo semestre son incumplibles sin una política de shock neoliberal.
- ¿Cómo queda posicionado el massismo?
Sergio Massa tiene acuerdo con Cristina Kirchner en el sentido de que el gobierno de Alberto Fernández tenía que utilizar más el poder político, frente a la idea de falta de potencia política del presidente.
Pero hay que decir que mientras Alberto y Cristina comparten toda la ideología de la política internacional, expresada últimamente en la Cumbre de los Pueblos en Los Ángeles, en la posición que ha tenido en el G7, Massa no comparte eso, él tiene una relación mucho más ligada a los EE.UU. De hecho se jactó de haber logrado destrabar el acuerdo con el Fondo cuando Guzmán lo había llevado a un punto que no se podía resolver.
“De todas maneras para intervenir en esta situación Massa pidió tener un poder político propio y manejar la Jefatura de Gabinete y el Ministerio de Economía, y le dijeron que no. Por lo tanto es el gran perdedor en esta situación”.
Contexto mundial
“Los economistas en el mundo están discutiendo si vamos a una recesión lisa y llana, o si se trata de una desaceleración muy fuerte. Cualquiera de las dos tendrá una fuerte influencia internacional”, afirmó Lucita.
El economista agregó que “el centro de esto es que la guerra ha desatado un proceso inflacionario en el mundo, que ya venía desde la post pandemia, pero la guerra lo viralizó desde el punto de vista de la crisis alimenticia y de la crisis energética, los precios saltaron por los aires”.
“Especialmente el precio de los combustibles está influyendo mucho en los EE.UU., que está con una inflación del 8.5% anual, a lo cual la respuesta de la Reserva Federal fue ajustar la tasa de interés en un 0.75% y está diciendo que de aquí al año que viene la va a aumentar 6 veces más, por lo tanto estaría llegando a una tasa de 3.5% para frenar la inflación. Esto simultáneamente significa un freno a la actividad económica interna de EE.UU., y se sabe que buena parte de la tracción de la economía mundial viene de la economía de EE.UU. y de la China que tampoco le está yendo muy bien. Ese es el panorama mundial”.
“No hay alternativa para la Argentina si se sigue el camino del acuerdo con el Fondo. A nivel internacional hay una verdad que reza: el mejor acuerdo con el Fondo es un mal acuerdo”.
“Este acuerdo va a impactar en las próximas generaciones porque va a ser una dilapidación de recursos. Que además son recursos que Argentina no uso porque el préstamo que dio el FMI fue para habilitar la salida de fondos, la fuga de divisas. Es un préstamo que además de odioso es ilegal y así y todo el fondo sigue adelante. Lo han dicho funcionarios importantes de EE.UU., fue un préstamo claramente político”.
Para el economista “si no hay acuerdo con el Fondo todo será a medias aguas como es hasta hora, tal vez un poco mejor o un poco peor. Batakis oscilará entre las ideas de subir los salarios, de otorgar una renta universal -que tampoco va a ser la gran cosa-, de mejorar la redistribución del ingreso por un lado, y por el otro va a tener que tener controlado la emisión monetaria, el déficit fiscal primario y otra serie de condiciones que le exigirá el FMI, como es subir la tasa de interés más allá de la inflación, acelerar las devaluaciones periódicas del peso argentino. Todo eso va a estar en contradicción, que prevalecerá en Batakis aún no lo sabemos”.
“Los logros políticos obtenidos en las elecciones de Chile o Colombia, o cómo el pueblo ecuatoriano hizo retroceder al gobierno derechista de Guillermo Lasso marcan un camino. Ahora, en Argentina los grandes movimientos sociales y la CGT están totalmente subordinados al gobierno, e incluso al acuerdo con el Fondo porque no dicen absolutamente nada, solo proponen una renta social universal que es un poquito más que la AUH, nada más, no estaría mal que se haga, pero no es una gran cosa que vaya a resolver algo”.
Lucita destacó la disyuntiva: “Está crisis amenaza con agudizarse y ello pondrá a los movimientos sociales que están alineados con el gobierno en la situación de tener que decir algo. Por otro lado, hay una serie de movimientos sociales que provienen de la izquierda que oportunamente se sumar a este gobierno suponiendo que iban a darle otra perspectiva y la verdad es que el gobierno los está desdibujando y destruyendo absolutamente”.
“La ofensiva de Cristina Fernández contra los movimientos sociales no es un problema que tenga que ver con mejorar la administración de los planes, ni de darles transparencia. Es un problema de quitarles poder y darle poder a los gobernadores e intendentes, y mejorar su posición de cara al 2023”.
El columnista de Economía de FM De la Calle, Francisco Cantamutto, aportó sus primeras impresiones respecto a la renuncia de Guzmán y analizó el programa y el rumbo de la macroeconomía del país.