“El 45% de los casos de gatillo fácil son de la provincia”
La impunidad y la represión de ayer y hoy fue el tema de la charla encabezada por Alejandrina Barry el último viernes en Bahía Blanca. Hija de desaparecidos y querellante en la causa contra Editorial Atlántida, Barry es precandidata a diputada nacional por la lista del PTS en el Frente de Izquierda.
“Mi candidatura tiene que ver con levantar esa voz y poder llegar al Congreso de la Nación donde esté representada esta pelea (contra) la impunidad y la represión, nuestras listas además de la cantidad de trabajadores, de mujeres que luchamos por nuestros derechos y de jóvenes es la cantidad de hijos, familiares y referentes de organismos de derechos humanos como mi compañera Victoria Moyano que es precandidata a diputada nacional por Capital Federal con el apoyo de Madres de Plaza de Mayo”, dijo en su visita a FM De la Calle.
La integrante del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos aseguró que hoy la represión y la impunidad se encuentra “en las calles por la desaparición de Julio López y de Luciano Arruga” y en el Proyecto X, una metodología de “infiltración de Gendarmería Nacional, particularmente sobre las organizaciones de trabajadores, de los delegados de base, mostrando la continuidad del aparato de inteligencia de la dictadura”.
Además destacó la represión sufrida en los últimos años por el pueblo qom, “hace tres semanas tuvimos que salir corriendo hacia el acampe porque lo rodeó la Policía Federal (…) vienen a Capital a reclamar y son rodeados para impedir que levanten la voz y puedan seguir reclamando por sus derechos”.
“Estamos discutiendo mucho con los jóvenes, con los trabajadores, que han tenido expectativas con las banderas o el discurso que ha levantado este gobierno en favor de los derechos humanos”, sostuvo Barry y detalló que, en ese sentido, colaboran el sostenimiento de César Milani como jefe del Ejército “hasta que las denuncias eran tan abrumadoras” y la postulación de Daniel Scioli a la presidencia.
Respecto a las políticas de seguridad pública, la precandidata mencionó que “el 45 por ciento de los casos de gatillo fácil son de la provincia de Buenos Aires” y que la creación de la policía local “es parte de la decadencia de los políticos tradicionales que lo único que tienen para ofrecer es la inauguración de nuevas policías. El presupuesto para salud, trabajo para los jóvenes, es bajísimo pero sus grandes inauguraciones son policías en todos lados, se han incorporado 15 mil a la provincia donde muchos de ellos son exonerados, casi una amnistía general a los que fueron protagonistas de violaciones a los derechos humanos. En esto no tienen diferencia ni Macri, ni Scioli ni Massa”.
Contra los responsables civiles
En el primer tramo de la entrevista, Barry comentó que días atrás presentó un amicus curiae junto a otrxs referentes y organismos de derechos humanos, en la causa contra el ex secretario de redacción de la revista Para Tí, Agustín Botinelli.
La presentación apunta a revertir la falta de mérito otorgada al imputado meses atrás, en sintonía con los fallos que favorecieron a Vicente Massot y Pedro Blaquier, y “hace un planteo para que se avance en juzgamiento sobre el conjunto de los civiles” entendiendo que se trata de una misma política para empantanar las causas.
Además de Botinelli, la querella de Barry imputó a los hermanos Vigil -el único vivo es el ex director de El Gráfico-, y los ex secretarios de redacción de Gente, Chiche Gelblum, y Somos, Héctor D’Amico. Los hechos están relacionados a las acciones psicológicas desplegadas a partir del montaje de notas supuestamente periodísticas en la que se mostraba a Alejandrina como una niña abandonada por sus padres guerrilleros.
La querellante recordó que “fue una investigación de muchos años junto con mi familia, mis compañeros de militancia, ese mensaje que daban los militares ‘Alejandra está sola por culpa de sus padres subversivos’ no es lo que pasó en la realidad. En principio nunca estuve sola porque fui criada por mi abuela materna y desde que me enteré que era hija de desaparecidos, que me convertí en militante por los derechos humanos, siempre estuve acompañada por mis compañeros del CEPRODH, del PTS y todos los organismos”.
“En ese camino pudimos investigar mucho y ofrecer pruebas contundentes a la justicia sobre cómo se había armado ese operativo de prensa, que se había dado en el marco de un operativo conjunto de las fuerzas armadas uruguayas y de Argentina, la patota de la ESMA es la que viaja a Uruguay a asesinar y desaparecer a mis padres, me tienen apropiada unos días cuando montan ese operativo de prensa. Esas pruebas las aportamos mostrando que la relación entre la ESMA y Editorial Atlántida era absolutamente carnal, el caso mío no fue el único sino que fue un modus operandi durante toda la dictadura”.