Golpe en Bolivia: sí pero no en el Concejo bahiense
Si bien el bloque oficialista y los opositores dijeron coincidir en que en Bolivia hubo un golpe de Estado el 10 de noviembre, no lograron aprobar ninguno de los proyectos de repudio que estaban en consideración.
Al no reunir los votos para habilitar el tratamiento de los textos del peronismo ni el de Cambiemos el debate ocurrió en el espacio de homenajes y manifestaciones.
“No conozco ningún teórico que pueda decir que esto no es un golpe de Estado cuando la sola descripción de los hechos hablan por sí solos”, afirmó el presidente del PJ Cumplir, Marcelo Feliú.
Walter Larrea (Unidad Ciudadana) destacó que es fue un golpe “con una modalidad novedosa, en términos de la política de la Doctrina de Seguridad Nacional que tanto daño le ha generado a los pueblos”.
“Se trató de que las fuerzas armadas y de seguridad, empachadas de doctrinas norteamericanas como ha sido constante en el Siglo XX y XXI, prefirieron retirarse y dejar la zona liberada para que hordas de fascistas y reaccionarios amenazaran al pueblo de Bolivia y sus representantes, obligándolos a presentar renuncias”.
Desde Cambiemos, Federico Tucat expresó que “en nuestro proyecto el artículo 1 es igual al que ellos pretendían votar. No nos equivoquemos, la discusión no es esa, no hay dudas respecto a lo planteado por Larrea”.
“No tenemos dudas ni jurídica ni técnica ni históricamente de lo que hubo fue un golpe de Estado. Por eso nuestro bloque lo repudia. Ni queremos justificarlo ni explicarlo, hubo consenso. Simplemente es que creemos que los problemas de la democracia se solucionan con más democracia, que si había un declaración también debía abogar porque nuestro país garantice la salida en paz, una reestructuración y reacondicionamiento de la elección para que la autodeterminación de los pueblos pueda elegir”, agregó.
“Buscar fundamento para justificar un accionar ilegítimo y violento es aberrante, ni con la OEA ni con la biblia en la mano, no se puede destituir un presidente -elegido democráticamente- por la fuerza y tampoco amenazar a la gobernabilidad de un país a punta de pistola como sucedió”, dijo Maite Alvado (UC).