José María y Alberto Gutiérrez

En la época de los hechos, José María GUTIÉRREZ cursaba la carrera de Economía en la Universidad Nacional del Sur y había sido novio de Laura Iliana FUXMAN, quien también fue víctima de secuestro y cautiverio durante 1976.

El 20 de julio de 1976 fue secuestrado junto a su padre, Alberto GUTIÉRREZ, en el domicilio de calle España 67 de esta ciudad, a través de un operativo realizado por personal uniformado y armado del Ejército, destinado a dar con el paradero de Cristina GUTIÉRREZ. La misma era hermana e hija, respectivamente de las víctimas y militante de la Juventud Peronista, y en aquel momento se encontraba ausente de su domicilio.

Los captores llevaron a José María GUTIÉRREZ y a Alberto GUTIÉRREZ, a bordo de un camión del Ejército, a la sede del Batallón de Comunicaciones 181, en donde fueron separados entre sí.

Alberto GUTIÉRREZ permaneció en esa unidad militar, mientras que José María GUTIÉRREZ, luego de dos horas aproximadamente, fue trasladado encapuchado en automóvil al CCDyT “La Escuelita”, en donde padeció el sometimiento a cautiverio y torturas, que incluyeron golpizas y aplicación de corriente eléctrica en su cuerpo, e interrogatorios, en los cuales le preguntaban -entre otros asuntos- por su hermana.

En una oportunidad durante su permanencia en ese centro clandestino, José María fue retirado y conducido en vehículo a otro sitio indeterminado para ser interrogado y torturado, tras lo cual fue devuelto a “La Escuelita”.

La presencia de José María GUTIÉRREZ en “La Escuelita”, fue refrendada por su ex novia Laura Iliana FUXMAN.

Por otra parte, el alojamiento de Alberto GUTIÉRREZ en el Batallón de Comunicaciones 181 se encuentra corroborado, además de por su propio hijo, por el testigo-víctima Raúl Vicente CELAVE.

Luego de liberado, con fecha 28 de julio de 1976, Alberto GUTIÉRREZ, presentó -junto a su esposa Noemí Beatriz DE PROSPERO- un recurso de habeas corpus ante el Juzgado Federal de Bahía Blanca, en favor de su hijo, el cual fue rechazado el día 20 de agosto siguiente, con imposición de costas para los solicitantes.

Finalmente, luego de alrededor de 36 días de cautiverio, José María GUTIERREZ fue liberado en horas de la madrugada, en la vía pública, cuando lo dejaron atado a un poste cerca de las vías de calle Alsina de esta ciudad, desde donde su fue caminando a su casa.

La persecución y los padecimientos, continuaron aun después de obtenida su libertad. En el año 1980, en oportunidad de realizar el servicio militar obligatorio José María GUTIÉRREZ fue trasladado a cumplir con el mismo a la ciudad de Río Gallegos, lugar en el que fue castigado, debido a los antecedentes que registraban respecto de él.

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