Josefina de las Nievas Álvarez

La víctima pertenece a la comunidad de habitantes de nacionalidad chilena que, en la época de los hechos, se encontraba asentada en el barrio “Palihue Chico” y era objeto de persecución en la ciudad de Bahía Blanca.

En el año 1976, Josefina de la Nieves ÁLVAREZ tenía 19 años y trabajaba como empleada doméstica en el domicilio de Juan Carlos PIQUÉ ubicado en España 51 de Bahía Blanca.

El 21 de julio de 1976, fue secuestrada en aquel lugar por un grupo de personas vestidas de civil, que condujo a la víctima a la sede de la Comisaría Primera, donde el personal policial procedió a encapucharla, torturarla con aplicación de corriente eléctrica sobre su cuerpo y encerrarla en un calabozo.

Por la noche, ÁLVAREZ fue trasladada al CCDyT “La Escuelita”, donde continuó en situación de cautiverio y torturas, vendada y esposada a una cama.

El 30 de julio de 1976, la víctima fue liberada en el barrio “Palihue chico” de esta ciudad.

La desaparición fue denunciada en sede policial por su empleador, Juan Carlos PIQUÉ, a raíz de lo cual luego de su liberación CONCHA ÁLVAREZ fue citada a prestar declaración en la Comisaría Primera de esta ciudad –uno de los lugares donde había permanecido cautiva–.

El 11 de agosto de 1978, ÁLVAREZ sufrió un nuevo secuestro en el domicilio de una amiga ubicado en Los Aromos 2870 de Bahía Blanca, en el marco de un conjunto de operativos militares efectuados en aquella zona de la ciudad.

En esa oportunidad, la víctima fue trasladada a la Unidad Penitenciaria N° 4, donde permaneció a disposición de las autoridades militares, sometida a cautiverio e interrogatorio y sin posibilidad de recibir visitas ni de salir de la celda. Su liberación se produjo el 26 de agosto de aquel año.

Se debe agregar que la víctima en relación a su cautiverio en el CCDyT “La Escuelita”, expuso en su declaración ante el Ministerio Público Fiscal que “Me llevaron a otra habitación y comenzaron a torturarme con picana eléctrica, estando yo con ambas manos atada con una cuerda a un elástico de una cama […] En una oportunidad que el “Zorro” me llevó al baño, ingresó conmigo, él con una capucha puesta y a mí me hicieron sacar la venda. Ví que él tenía un arma corta en la mano. Por la situación que estaba pasando no recuerdo nada de ese baño, además durante los nueve días no pude ir de cuerpo, menos aun con la persona ahí delante mío. En ese momento sentí que me iba a desmayar, estaba mareada”.

Además, contó que un compañero de cautiverio, Emilio DACOSTA, luego de ser liberados, le dijo “‘de lo que te salvaste’ porque una noche habían llegado todos los guardias borrachos y habían violado a las mujeres que estaban en ‘La Escuelita´”. El episodio fue confirmado por DACOSTA en su declaración.

A su vez, en su declaración ante el TOCFBB en la causa N° 930000001/2012 (audiencia del 1° de noviembre de 2016 por la tarde), detalló que: “Teníamos que pedir permiso para ir al baño, nos llevaban y se quedaban ahí. Yo estuve nueve días sin ir de cuerpo (lo dice llorando y angustiada) […]le pedí para ir al baño, me dijo ‘te voy a sacar la venda pero no abrás los ojos hasta que te diga’. Cuando me sacó la venda ví que tenía una capucha y un arma en la mano. A esa persona le decían el zorro, era el que siempre estaba más cerca de mí, me daba cigarrillos, del nerviosismo que tenía nunca pude ir de cuerpo […] Me dijo el chico este, que lo liberaron después que yo. No sé si fue esa noche cuando me liberaron a mí y a otra chica, me dijo ‘te salvaste, llegaron borrachos y violaron a todas las mujeres’. Yo por suerte… no sé si decir que fue suerte”.

Además, contó que “una vez esta persona que llamaban el loco trató de tocarme los pechos”.

Noticias relacionadas