“La tasa de desocupación de Bahía es la misma que en plena pandemia con los negocios cerrados”
El INDEC difundió la semana pasada los índices de desempleo del segundo trimestre del año. Consultado por FM De la Calle, Gustavo Burachik afirmó que la supuesta reactivación de la economía “es un efecto parcial en relación a la pandemia” y advirtió sobre el desaliento de quienes ya no buscan trabajo.
“A nivel local persiste una situación de extrema gravedad en lo laboral. La tasa de desocupación de Bahía en el segundo trimestre de este año es la misma que tenía la ciudad en plena pandemia con los negocios cerrados. Lo que ha ocurrido es que producto de la pandemia las personas que dejaron de trabajar pasaron a la inactividad y, al reestablecerse las actividades, volvieron y no pasaron por la desocupación”, dijo el economista.
Agregó que “los inactivos son personas que no trabajan y no buscan, los desocupados no trabajan y sí están buscando. Sigue habiendo un montón de personas, cerca del 9% de la Población Económicamente Activa que no tiene trabajo y sigue buscando”.
Por otro lado, Burachik dijo que a nivel nacional existe una subocupación del 12% de la PEA. Es decir, “gente que no trabaja la cantidad de horas que desearía trabajar, mucha gente está ocupada y quiere cambiar de trabajo y también sale a buscar porque no están conformes con la actividad que se han visto obligados a aceptar, la presión sobre el mercado laboral es grande porque hay personas que no tienen trabajo, personas que tienen pocas horas y personas que están insatisfechos con su trabajo desde el punto de vista de su formación o de las condiciones concretas. Las empresas no están invirtiendo ni produciendo, el nivel de actividad económica es bajo”.
“En el segundo trimestre de este año bajó, lo que parecía una recuperación de la economía a fines del 2020 en realidad es un efecto parcial en relación a la pandemia, cuando se levantaron las restricciones hubo una recuperación modesta y no saca a la economía del pozo”, comentó.
Esto es consecuencia de que “las empresas no invierten, producen poco y lógicamente no contratan personas. Esto se nota en la actividad económica y en las pocas oportunidades de empleo. Otro fenómeno es el desaliento: las personas no tienen trabajo y se dan cuenta que no tiene mucho sentido ir a buscarlo porque no hay. Esto genera una dispersión estadística, cuando el encuestador le pregunta a la persona si está buscando, le dice que no y esa persona figura como inactiva”.
En relación a la informalidad, el economista dijo que “es otro problema derivado de la misma situación: hay tan pocas oportunidades de empleo, que muchas personas se ven obligadas a aceptar condiciones deleznables y humillantes de trabajo, con jornadas insólitas con extrema precariedad e indefensión laboral. Eso es producto de que los empleadores tienen la sartén por el mango, hay pocas oportunidades y muchos candidatos, esto permite ofrecer condiciones de trabajo fuera del contexto del siglo XXI”.
Burachik concluyó que “es negativo el panorama, los datos muestran que la economía salió del piso de la pandemia, pero sigue cayendo con respecto a 2019 y 2018. Mientras que no vuelva la actividad privada el empleo no va a reestablecerse. No parece que haya condiciones, el presupuesto de este año fue de ajuste, el gasto público se incrementó poco, en el marco de los arreglo del endeudamiento externo”.
“El presupuesto 2022 ya incorpora un acuerdo con el FMI que también va a ser de ajuste. Esto significa que las mejoras de la recaudación no se van a volcar a la obra pública, a la ayuda social, solamente en una magnitud muy limitada. Sería ridículo dar un panorama positivo porque no parece que el gobierno esté tomando en consideración, pese a la derrota electoral contundente, la gravedad de la crisis social y laboral”.