“Lo recaudado por gastos al exterior y retenciones tiene efectos redistributivos”
La economista Agostina Costantino explicó de qué se trata el nuevo aumento a las retenciones e impuestos a las compras en el exterior y cómo afecta al sistema recaudatorio.
“Respecto a las retenciones hay un aumento y un cambio en la forma de cálculo. Recordemos que Macri había fijado un monto fijo en pesos, eran 4 pesos por dólar. Eso quería decir que con cada devaluación lo que pagaba el exportador era cada vez menos. Un último anuncio que hace Fernández es que va a pedir, como parte de esta ley de emergencia, que ese tope aumente 3 puntos porcentuales más y que lo recaudado se transfiera al ANSES”, afirmó.
Costantino agregó que “en el caso de exportaciones de bienes primarios se aplica un impuesto que hace que el tipo de cambio efectivo que recibe el exportador es menor al tipo de cambio oficial. El motivo más importante es que, aún si el gobierno prendiera fuego los impuestos recaudados por gasto exterior y retenciones y no los usara para nada, aún así, tiene efectos redistributivos. Porque las retenciones bajan el precio interno de los bienes que exportamos que en este caso son alimentos”.
“Este cálculo de las retenciones lleva al valor del 2016, no es que se llevan a los valores más altos de retenciones durante la crisis del 2008. Si bien es una proporción del 30%, ese porcentaje es fijo. Es distinto a las que se plantearon en otro momento que se ajustaba el porcentaje a la venta de soja”.
¿Podrían segmentarse las retenciones en base a los producido como reclaman los sectores de la agricultura familias y los pequeños productores?
“Cualquier diseño de segmentación del cobro de impuesto, produce instantáneamente incentivos a que los más grandes generen una serie de artimañas para eludir esos pagos. No quiere decir que no se puedan aplicar otro tipo de medidas para lograr la segmentación. No se puede hacer a través de impuesto pero sí de subsidios. Se le cobra por igual pero se le devuelve a través de créditos, insumos, material de trabajo, etcétera”.
Por otro lado, hay un segundo anuncio que “es el mal llamado dólar tarjeta, un impuesto a los consumos y pagos realizados en el exterior. Turistas en el extranjero y pagos que se hacen a consumos en Argentina pero a empresas del exterior”.
“No es un dólar tarjeta porque no es un tipo de cambio distinto. El problema central es la salida de divisas del país y la falta de entrada. Una forma que tiene el gobierno de disminuirlos es encarecer los gastos en el exterior, una manera sería establecer un tipo de cambio. Por ejemplo si para hacer turismo en exterior el tipo de cambio fuera de 80 pesos. Otra forma es establecer un impuesto, el tipo de cambio sigue siendo el oficial y hay un impuesto. La diferencia de uno con el otro es es que no solo frenas salida de divisas en el exterior sino que además recaudás”.