Megacausa Zona 5: Fiscalía destacó aportes de las inspecciones oculares

La fiscala auxiliar Paula Molini valoró en FM De la Calle los aportes de sobrevivientes en la recorrida por el ex V Cuerpo de Ejército. “Fue súper fructífero, nos va a servir mucho también para los alegatos”.

Un grupo de sobrevivientes reconoció el primer piso del edificio de la plana mayor del Batallón de Comunicaciones 181 como una de los lugares donde fueron interrogados.

Uno de los 3 conscriptos que participó de la instancia relató haber escuchado desde una oficina contigua el interrogatorio que le hicieron a una de las víctimas en la oficina del jefe del Batallón.

“Pudimos ver las instalaciones del Batallón de Comunicaciones, también participaron sobrevivientes que estuvieron secuestrados en el centro clandestino en distintos lugares. Identificaron muchos de los espacios que habían mencionado en sus declaraciones. Los jueces lo pudieron escuchar en primera persona en palabra de las propias víctimas”.

Por otro lado, por primera vez se pudo ingresar al gimnasio ubicado en el primer piso de otro de los edificios que no había sido inspeccionado hasta el momento.

Las víctimas reconocieron el espacio donde permanecieron cautivas alrededor de sesenta personas. El lugar cuenta con un salón, una galería y un balcón, al que en algunas oportunidades los dejaron salir y desde donde pudieron visualizar la plaza de armas de la unidad militar.

Esto, según la Fiscalía, despeja toda duda sobre el conocimiento que tenían los oficiales y suboficiales de la existencia de detenidos civiles.

Según la declaración de los exconscriptos que hicieron el servicio militar durante los años del terrorismo de Estado detallaron diversas circunstancias en 1976 y 1977. Mientras uno de ellos, que estuvo bajo bandera en 1976, aseveró que hizo guardias en el gimnasio y que había numerosas personas secuestradas, el que hizo lo propio en 1977 señaló que allí no había nada, que era un espacio vacío al que lo hacían ir a pulir el piso.

Dos víctimas pudieron relatar cómo fue la articulación entre el Batallón y “La Escuelita”, logrando brindar detalles del traslado. Refirieron que al retirarlos del Batallón, les hicieron firmar la supuesta libertad, circunstancia totalmente falsa, ya que en realidad desde allí los trasladaron al otro centro clandestino de detención.

“Es un sector muy amplio por eso es imprescindible poder realizar otras medidas de pruebas dada la extensión”, añadió la fiscala.

Molini aseguró que aquellas versiones demuestran la reorganización de la unidad militar luego del golpe de Estado y su transformación en un grupo de tareas y un centro clandestino de detención y el retorno a la normalidad con el paso del tiempo en el funcionamiento de ese espacio.

En el predio descampado de “La Escuelita” no se pudo localizar un horno de ladrillos señalado por un testigo como uno de los espacio donde la mantuvieron en cautiverio. Otro de los conscriptos, quien durante su declaración en el juicio había mencionado un espacio subterráneo en el descampado utilizado como lugar de detención, durante la inspección brindó algunas precisiones de su ubicación, que permitirán continuar con las tareas investigativas.

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