Muerte en la comisaría de Laprida: “Le han dado una paliza y esta vez se les fue la mano”
Daiana Abregú tenía 26 años, el domingo la policía la detuvo tras una pelea en la calle. Por la tarde le avisaron a su familia que se había suicidado en la celda. Su madre no cree en la versión oficial. La Comisión Provincial por la Memoria señaló que la dependencia no estaba habilitada para alojar personas detenidas.
El sábado, Daiana salió a bailar porque el lunes partía junto a su hijo a probar suerte a La Plata, donde vive el resto de su familia. Esa salida “era como una despedida, no llegó a concretar su sueño de irse. Se quería ir porque no había trabajo, se iba con el nene”, dijo a FM De la Calle su mamá, Laura.
“Tuvo una pelea en la calle. Salió del baile, tuvo una discusión con una chica y se agarraron de los pelos. A ella sola la llevaron, en la comisaría estaba sola”, contó.
- ¿Ya la habían detenido antes?
Dos o tres veces anteriores la habían detenido.
- ¿Y había sufrido alguna amenaza, amedrentamiento?
Ella siempre dijo que cuando entraba le pegaban.
- ¿Quién?
La policía en la comisaría. Ya sabíamos por varias personas, ayer en la marcha muchos testificaron que cada vez salen y entran los matan a palos.
- ¿Es algo que sucede habitualmente en Laprida?
Como si fuera algo normal.
La mamá de Daiana agregó: “Tengo dudas de que mi hija se haya querido matar porque no era así, no era depresiva. Todo el mundo te pregunta, ¿no era depresiva? ¿No estaba en tratamiento? No estaba en tratamiento, no se había querido matar antes, es raro”.
Cuatro policías están siendo investigados y uno de ellos fue separado del cargo. “¿Dónde estaba la gente que la cuida? Me dijeron que como era femenina trajeron dos policías femeninas, ¿dónde estaban? ¿Tomando mate? ¿Usando el celular? ¿Por qué en el momento en el que según ellos se quitó la vida no la vieron?”.
Junto a la Comisión Provincial por la Memoria, la familia realizó una inspección en la dependencia policial. Laura expresó que “pudimos ir a ver el calabozo donde supuestamente se mató mi hija y cuando entramos estaba lleno de cascotes, el comisario me dijo a mí que mi hija había estado destrozando las paredes, es una comisaría recontra vieja, se está cayendo a pedazos. Entré y no les creí. En el lugar donde estaba mi hija era imposible, no se vio que haya una silla, no había colchones, no había nada. No sé cómo la tenían a mi hija, tirada como un perro”.
“Mi hija porqué se va a querer matar. Digo que le han dado una paliza y esta vez se les fue la mano. No puedo creerlo”, concluyó.