“Nunca hemos visto una confiscación tan general y autoritaria”

La socióloga Maristella Svampa analizó en FM De la Calle el mega DNU de Milei. Marcó tres caminos de resitencia: el judicial, el parlamentario -con la interpelación a las fuerzas opositoras- y la movilización pacífica y popular: “las organizaciones sociales de todo tipo, feministas, culturales, sindicales, territoriales, ambientales, tienen que unirse, articularse, junto con sindicatos, para exigir que el Congreso no apruebe este DNU, es abiertamente antidemocrático e implica una reconfiguración negativa de la sociedad argentina”.

¿Qué análisis hacés del DNU que impulsó Milei y la forma en la que lo hizo?

Es alguien que viene con una tentación no sólo mesiánica sino muy autócrata, que se propone gobernar solo desde el propio Poder Ejecutivo. En segundo lugar, también deja en evidencia cuál es el concepto de libertad que tiene. No es la libertad de los individuos sino que en realidad es la libertad de las corporaciones, la libertad de los más poderosos, porque destruyendo la capacidad regulatoria del Estado, lo que está haciendo es colocar los principales temas de nuestra sociedad en manos del mercado.

En manos del mercado quiere decir en manos de los más poderosos. Con este DNU se benefician todas las grandes empresas y corporaciones del país, que tienen inclusive algunas nombre y apellido. Entonces, realmente creo que es hora, en todo caso, para aquellos votantes de Milei que confiaron en que esto abría un juego a la libertad individual para hacer conciencia de que en realidad esto va a implicar una ampliación de las brechas de la desigualdad, sobre todo, teniendo en cuenta que son las grandes corporaciones las que van a ganar.

Hemos tenido experiencia, lo tuvimos con la dictadura militar en 1976, la reestructuración económica vino de la mano de un disciplinamiento y de una represión sin precedentes en Argentina, el Estado terrorista. Lo tuvimos en los 90 de la mano de Menem, que vino con una propuesta de democracia incluyente y terminó siendo lo contrario, precisamente un modelo excluyente, yo he escrito un libro sobre ese tema hace varios años, que debería actualizarlo, que implicó niveles de desigualdad enormes en la sociedad. Una reconfiguración completamente negativa con ganadores, unos pocos, y muchos perdedores dentro de las clases medias y dentro de las clases populares.

Hoy llega Milei de la mano de un programa anarcocapitalista que se propone liberalizar todo, destruyendo la capacidad reguladora del Estado, un Estado que sabemos que no es lo mejor en estos momentos, es defectuoso, presenta muchas falencias, pero se trata de corregirlo para poder proteger al más vulnerable y no destruirlo para favorecer al más poderoso. Lo que vemos es eso, él en ese sentido podría decir que no mintió, pero yo creo que muchos de sus votantes no llegaron a sopesar cuál era el alcance de estas medidas. Hoy lo estamos viendo con este DNU salvaje que anuncia una tragedia social en todo nuestro país. Francamente estamos muy preocupados.

Desde ese punto de vista nos interesó hacer también un relevamiento de las cuestiones socio-ambientales que aparecen en el decreto, que esperamos más, sabemos que vienen por más. Pero que en este caso afectan, por ejemplo, la Ley de Tierras Rurales. Una ley que prohíbe, que pone límites más que prohibir, pone límites a la extranjerización de la tierra y, sobre todo, un proceso de extranjerización que se había dado con Menem y se había acentuado con la devaluación en 2002.

Efectivamente, la ley de 2012 pone coto a esto, señalando un límite de 15% de las tierras totales, de las tierras rurales y, sobre todo, prohibiendo que los extranjeros tengan posesiones como cerca de los lagos, en áreas ribereñas donde hay cuencas hídricas, donde hay lagos, donde hay río. Porque tenemos una experiencia siniestra, de la mano de Lewis, de la mano de Benetton, que es el gran latifundista en Argentina, por en fin, es una ley buena, aunque limitada es buena, esta ley quedó completamente derogada.

No solamente está la cuestión de la extranjerización sino también la afectación concreta de las comunidades que habitan esos territorios, ¿no?

Las comunidades que van a ser desplazadas de esos territorios y la afectación de bienes comunes, sobre todo cuencas hídricas, lagos, ríos, que son apropiados o son mercantilizados en la medida en que su proceso de apropiación en manos extranjeras queda habilitado. Es imposible pensar en una política de bienes comunes si uno favorece el proceso de extranjerización y concentración de la tierra.

Después vean el capítulo de energía, el DNU habilita a la mercantilización y a la privatización de empresas energéticas. Sobre todo, porque lo que hace es habilitar el cambio de la figura de la sociedad mixta. Por ejemplo YPF, es una sociedad mixta, el 51% pertenece al Estado, el 49% restante, al capital accionista privado. Habilita la privatización total de las empresas. Pero  también modifica una Ley de Generación Distribuida, estamos hablando de energías renovables a nivel local que han tenido bastantes problemas para desarrollarse. Esto es, si es lisa y abiertamente decretar la muerte de las energías renovables a pequeña escala.

También prohíben, en ese sentido, limitar las exportaciones y los hidrocarburos, por ejemplo, los que salen de Vaca Muerta, en el caso de que Argentina tenga un problema en este sentido de déficit energético no podría, por motivos económicos, prohibir, limitar o reducir la exportación.

Más allá de la crítica que hagamos a Vaca Muerta, esto implica una liberalización total del mercado en favor de las corporaciones y, en este caso, en favor de corporaciones extranjeras.

“Todo está hecho en favor de la libertad de las grandes empresas. Nunca hemos visto una confiscación tan general, tan autoritaria, de la capacidad del Estado y de los bienes comunes de los argentinos. No va a haber posibilidad de acceso democrático a la salud, a la educación, a la energía”.

Hay un punto que ustedes destacan que mientras nos quitan los subsidios a los usuarios y usuarias, se los mantienen para, por ejemplo, esas exportaciones de energía.

La gente no sabe que los subsidios de energía tienen dos caras. Por un lado, implican un subsidio al consumo, que lo vemos en las tarifas, como consumidores y, por otro lado, subsidios a las grandes empresas. Todas las grandes corporaciones petroleras que están trabajando en Vaca Muerta, tienen un alto subsidio para poder funcionar y exportar. Eso no se modifica, pero sí se modifica el subsidio a los consumidores.

Todo está hecho en favor de la libertad de las grandes empresas. Nunca hemos visto una confiscación tan general, tan autoritaria, de la capacidad del Estado y de los bienes comunes de los argentinos. No va a haber posibilidad de acceso democrático a la salud, a la educación, a la energía. En fin, el trabajo, las modificaciones que esto trae es ilegal. Por eso, efectivamente, es necesario poner un límite, porque la tentación autócrata de ejercer en la voluntad del Ejecutivo, el poder, está muy clara en Milei.

Y en esa línea tenemos tres caminos. El primero es el parlamentario. Yo creo que las organizaciones sociales de todo tipo, feministas, culturales, sindicales, territoriales, ambientales, tienen que unirse, articularse, junto con sindicatos, para exigir que el Congreso no apruebe este DNU, es abiertamente antidemocrático y implica una reconfiguración negativa de la sociedad argentina.

Por otro lado, están los amparos, que se presentarán seguramente, y por los cuales la Corte Suprema verá si falla o no, uno nunca sabe.

Pero en todo caso, yo creo que la vía principal es ahora interpelar a la clase política, interpelar a las fuerzas de la oposición, que tienen una gran responsabilidad, una responsabilidad histórica, diría yo. Llamar a la movilización pacífica a través de marchas, a través de cacerolazos. ¿por qué? Porque este paquete viene además de la mano, el protocolo anti-piquetes viene de la mano de represión. Esto queda claro, anoche reprimieron en Córdoba, una manifestación pacífica, un cacerolazo, ahí en el centro de la ciudad de Córdoba.

Sabemos que, efectivamente, este ajuste, como suelen decir las organizaciones sociales, no cierra sin represión. Y por eso, la virulencia del protocolo anti-piquete que busca prohibir toda protesta social, no solamente los cortes de ruta con los cortes de calles. Realmente es un momento bisagra, creo yo, para nosotros, a 40 años de haber recuperado la institucionalidad democrática, vemos el más feroz ataque a las instituciones democráticas por parte de este gobierno.

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