Perdimos todo, hasta el miedo
(Por Julieta Oder – Fotos Cutura Andante) El sábado 30 de noviembre, entre FM De la Calle, el Centro Cultural La Panadería y trabajadorxs de distintas ramas de la cultura, organizamos el encuentro ¡Latinoamérica despierta!
Nos movía el deseo de visibilizar lo que estuvo sucediendo en Nuestramérica durante los meses de octubre y noviembre.
En Ecuador, la Confederación de Nacionalidades Indígenas activó sus bases sociales y cuestionó el esquema económico en el marco de los recortes a los subsidios de combustibles que exigía el FMI.
En Chile, el descontento por un aumento del pasaje del metro anunciado por Piñera terminó erosionando el sentido común neoliberal que llevaba treinta años de legitimidad. Las expectativas que la potencia del norte depositaba en el resto de los países de la región de imitar ‘el milagro chileno’ se derrumbaron cuando la sociedad perdió el miedo.
En Bolivia, un golpe de estado de una clase racista y poderosa interrumpió la continuidad del gobierno constitucional de Evo Morales, provocando protestas en varios lugares del país y, la reacción de la derecha con mecanismos de represión.
En Colombia, movilizaciones masivas y tres paros generales en pocas semanas cuestionaron el paquete de medidas neoliberales de Duque.
En Haití, una revolución silenciada está siendo fuertemente reprimida.
Un mapa latinoamericano en movimiento nos interpeló a abandonar el lugar de espectadores detrás de las pantallas y la queja vacía sobre “lo mal que está todo”.
En este sentido, el objetivo del encuentro que organizamos fue pronunciarnos en contra del golpe y las violaciones a los derechos humanos a través de la vivencia de los cuerpos. Tomar los ejemplos de lxs activistas y sectores populares chilenxs que experimentaron intervenciones en la dimensión de lo público. Por eso mismo, el spot que invitaba a la jornada decía, “apagá la tele y vení a la calle”.
En Bahía Blanca, días antes, la CTA había convocado a una marcha en contra del golpe en Bolivia que contó con la participación de la comunidad boliviana en Bahía Blanca. Y días después, organizaciones políticas y sociales, haciéndose eco de iniciativas similares en otras ciudades del país, conformaron un Comité en solidaridad con Bolivia, Chile y los pueblos latinoamericanos. El encuentro ¡Latinoamérica despierta! fue, de alguna manera, la continuidad de aquella serie de expresiones políticas y callejeras.
FUSIÓN ENTRE ARTE Y POLÍTICA
Armado de gacebo y de mesa con los equipos de la radio. La propuesta de radio abierta consistió en profundizar sobre tres ejes de debate, en vinculación con el escenario del Cono Sur: el rol de los medios de comunicación en el derrocamiento del gobierno de Morales, con Joaquín Baridón y Mariela Dobal; el uso de las religiones en la política estatal a cargo de Aníbal Sicardi y Leticia Batista y; sobre el estado de situación política, económica y social del mapa regional, con los análisis de Francisco Cantamutto y Lucas Castiglioni.
NuevoDrama, Milpuentes, La consentida, UMSur, Demorados, lxs músicxs Alejandro Rodríguez y Marianela Pacheco e integrantes del Taller de composición escénica TM/2museos fueron quienes se acercaron para solidarizarse a través de distintos lenguajes artísticos.
En simultáneo con las presentaciones en escena, se confeccionó entre muchas manos una bandera wiphala, que luego se colgó a modo de telón de fondo en el escenario. Visibilizar la wiphala, que simboliza la igualdad entre los pueblos, fue un acto político y cultural en tiempos en donde las derechas eligen quemarlas y reemplazarlas por las banderas de los estados nacionales.
Pareciera que, una vez más, América Latina busca sacudir los viejos modelos liberales y nos deja expectativas de renovación. Procesos de luchas y resistencias como los que estamos viviendo, por más que no devengan en grandes transformaciones, dejan sedimentos, en niveles de organización y conciencia sobre la necesidad de acabar, de una vez por todas, con los privilegios de algunos pocos.