Presupuesto 2020: las proyecciones de cada área
Esta semana ingresó al Concejo Deliberante el proyecto de Presupuesto 2020. La gestión Gay pretende “profundizar la calidad de servicios y optimizar los costos, especialmente en mantenimiento urbano y gestión de residuos”.
Entre recursos locales, provinciales y nacionales la comuna contará con más de 9 mil millones de pesos. “El escenario económico que atraviesa nuestro país desde hace más de un año, configura un contexto de incertidumbre”, dice el documento.
El Instituto Cultural fue presupuestado a pesar de la intención del jefe comunal de derogar la ordenanza que lo regula y fusionar el área con Educación en una nueva secretaría. Dicho rango tendrá Movilidad Urbana y Espacio Público que estará a cargo de Tomás Marisco. Desaparece Modernización y se degrada Seguridad.
Los fundamentos por área advierten que la Jefatura de Gabinete “profundizará en 2020 su rol de articulador de las secretarías operativas”. El ex gerente de Profertil, César Tomassi, continuará con la “planificación estratégica y control de gestión y mejora continua”.
En materia de recaudación, Juan Ignacio Esandi se propone detectar “bases imponibles no declaradas o subdeclaradas y contribuyentes no inscriptos o inscriptos en forma irregular”. Economía intensificará “controles de propiedades no declaradas”.
Al nuevo secretario de Gobierno, Andrés Jouglar, le tocará “articular las políticas del municipio sobre el territorio”. Buscará llevar servicios a las Delegaciones e intensificar controles de tránsito en zonas prohibidas del microcentro, radares y alcoholemia.
El titular del radicalismo, Emiliano Álvarez Porte, bajó un escalón en un área que el municipio subraya es de “complementación y apoyo al rol provincial”. No habrá novedades en Seguridad, se controlarán espacios públicos, eventos, buscarán “cercanía” y promoverán tecnologías como alarmas vecinales, botón de pánico para comercios y transporte público.
La débil Subsecretaría de Gestión Ambiental, a pocos meses de la conmoción causada por la explosión en Dow, propone “una nueva gestión en Proceso Apell y CTE”. Matías Insausti pondrá su atención en “el Programa Integral de Gestión Ambiental (PIGA) en coordinación con la Secretaría de Educación (sic) y Bahía Ambiental Sapem”. Se eliminarán las campanas de los puntos limpios y se lanzarán Puntos Sustentables.
La Secretaría de Infraestructura intentará “mejorar las condiciones de uso tanto de las calles como de los espacios verdes”. Para realizarlo gestionará consorcios vecinales, fondos municipales o “posible financiamiento provincial y nacional”. La política de Vivienda vuelve a referirse a los complejos de Sutiaga, UOM Y Petroquímicos -falta entregar un 4%- y “se continuará la gestión de nuevos complejos con financiamiento de Provincia y Nación”.
Uno de los puntos del área anuncia la continuidad de tareas de mantenimiento en edificios comunales y “prevé una fuerte inversión en las instalaciones del Teatro Municipal, con el fin de dotarle seguridad y tecnología”.
Políticas Sociales tampoco anuncia novedades. La secretaria Vanina González sostiene que “la comunidad bahiense se encuentra atravesada por el escenario social y económico” y por ello apuntan a fortalecer a “las personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad social”.
Se mencionan “proyectos que fomentan la inclusión socio-económica y el auto valimiento”, mejoramiento habitacional y un nuevo director para Adultos Mayores. A contrapelo del Consejo Local de Niñez que reclama la emergencia para niñas/os y adolescentes, Políticas Sociales afirma que “se despliegan los recursos en las modalidades requeridas para su atención, acompañamiento y bienestar; focalizándose, de manera diferencial, en la necesidad acuciante e imperiosa de intervención integral sobre abuso sexual”.
Pablo Acrogliano, pone el foco de la Secretaría de Salud en la atención primaria. Proyecta reorganizar “el primer nivel de atención de modo que los establecimientos hospitalarios públicos y privados puedan hacer una asignación más adecuada y más eficiente de sus recursos destinándolos a las acciones de atención de la salud propias del segundo y tercer nivel”.
El Instituto Cultural habla de afianzar la coordinación con el área educativa y anuncia que inaugurará el “dispositivo móvil equipado” comprado tiempo atrás para “consolidar la presencia del arte y la cultura” en los barrios con “la consecuente contratación de servicios artísticos locales, regionales y nacionales”.
Menciona la puesta en valor de edificios del área “con especial hincapié en el acondicionamiento del Teatro Municipal y en la elaboración del proyecto para la construcción del depósito de obras de arte del patrimonio artístico municipal”.
En respuesta al colectivo de artistas que resiste el desguace cultural, Ricardo Margo se autocita: “La actividad cultural abarca mucho más que la propuesta artística escénica y hoy nos encontramos con una Bahía Blanca de amplia oferta a sostener y profundizar, abarcando la conciencia de que vivimos en una ciudad turística y de referencia”.
La Secretaría Privada, transformada en Secretaría General en 2019, volverá a su denominación original se encargará del protocolo y la agenda del intendente y absorverá parte de las funciones de la desaparecida Secretaría de Modernización de Elisa Quartucchi.
La flamante Secretaría Movilidad Urbana y Espacios Públicos que conducirá Tomás Marisco promete elaborar proyectos que mejoren “el transporte, el estacionamiento, la circulación vehicular, medios alternativos de movilidad y la educación vial”. Le tocará reconfigurar el sistema de transporte público de la ciudad mediante la licitación de todas las líneas.
Durante los próximos días se anunciará el cronograma de visitas al Concejo Deliberante donde se analizará en detalle los números que acompañan estas proyecciones.