Presupuesto 2021: sin perspectiva de género en áreas productivas
El presupuesto 2021 ya tiene media sanción de la Cámara Baja y se tratará en los próximos días en el Senado. La economista y columnista de FM De la Calle, Agostina Costantino, analizó -a través del método de etiquetado que presentó el Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad- qué partidas fueron elaboradas con perspectiva de género.
“El objetivo del etiquetado es disminuir las brechas de género. En términos de uso del tiempo, las mujeres somos las que dedicamos más tiempo al cuidado. La pobreza es un fenómeno altamente feminizado, las brechas en el empleo, las formas en las que nos insertamos las mujeres”, aclaró.
El método se realizó en el 2019 y luego de presentarse el proyecto. “Antiguamente lo hacía el Instituto Nacional de Mujeres -ahora ministerio-. Se hacía el trabajo de etiquetar las partidas con perspectiva de género. Lo que vemos es que en el presupuesto del año pasado, las partidas con perspectiva de género representaban un 3% y en lo presupuestado para 2021 aumentan al 18%. Es realmente considerable”.
Ahora bien, “¿qué ministerios son los que etiquetan?”, se preguntó Costantino.
“En teoría todos pero ANSES es el organismo del Estado que más etiquetado tiene, entran las moratorias jubilatorias y AUH. En segundo lugar, el Ministerio de Desarrollo Social, el Ministerio de Mujeres Género y Diversidad, el de Salud, el de Justicia, de Educación, Seguridad, Cultura, etcétera”.
Si se analiza qué ministerios no etiquetaron, se destacan los de Desarrollo Productivo, Agricultura y Pesca, Turismo y Deporte, del Interior, Desarrollo Territorial y Hábitat y de Ambiente y Desarrollo Sustentable.
Costantino señaló que “las cuestiones de género siguen quedando relegadas al ámbito de los cuidados y no de lo productivo. Es un gran avance pero sigue faltando la perspectiva de género en el modelo de desarrollo productivo en general. Si no se piense el modelo de manera integral, difícilmente se piensen estas cosas de manera aisladas”.
Como conclusión, afirmó que “la mayor parte de los programas con perspectiva de género son de transferencias de ingresos, hay casi nulos programas que distribuyan tareas de cuidado, incluso transferencias de ingreso condicionadas al cuidado como AUH”.
Agregó que el IFE “fue una política de disminución de brecha pero ahora hay dudas con respecto a la continuidad. Al principio discutíamos si ese IFE se podía transformar a una política de ingreso ciudadano, y ahora discutimos si hay una cuota o no”.
Por último, aseguró que “quedó fijado el Salario Mínimo Vital y Móvil en poco más de 21 mil pesos y esto tiene efectos importantes en términos de género porque determina directamente las asignaciones familiares”.
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