Robo de cables: “El caso de Ezequiel no es aislado, no es el único pibe que pone en riesgo su vida por la venta de un metal”
Arlen Buchara es periodista y realizó una crónica sobre la vida de Ezequiel Curaba, el joven rosarino de 21 años que quedó en la calle y falleció al quemarse el 90% tras intentar robar cables. Señala que la pobreza tiene un vínculo directo con el crecimiento del robo de cobre.
“Llego a esta historia por el video que circuló en las redes con un montón de mensajes de odio hacia Ezequiel y hacia los pibes como él que roban o intentan robar cables de luz”, contó a FM De la Calle.
“Me interesaba poder contar que el caso de Ezequiel no es aislado, que no es el único pibe que pone en riesgo su vida por la venta de un metal que si uno lo pone en términos del costo de vida en Argentina, tendría que robar muchísimo cobre para poder llegar a lo básico de un alimento”.
“Era un chico que vivía una situación muy precaria y el robo de cables era una de las ocupaciones como tantas otras, como vender cartones, recolectar basura. A partir de la conversación distintos niveles del Estado, el Municipio y la Justicia lo que pude reconstruir es cómo este negocio creció de manera descontrolada”, añadió la periodista.
“Los lugares compran no solo a los profesionales sino a cualquiera que acude a una chatarrería”, explicó Buchara, al tiempo que aseguró que es necesario mayor control.
Ezequiel había dejado la escuela durante la pandemia y sobrevivía en las calles junto a su hermano. En los últimos días se conoció un escrito de una de sus profesoras: “No quiero que lo recuerden así. Él era Eze, mi alumno. Nuestro alumno. Él era muy dulce y andaba con un carro. Tuvimos muchas mañanas de mates y risas. Se medía en todo, pero siempre sonreía. Los últimos tiempos han sido difíciles para nuestros pibes, él tiraba de su carro. Andaba cirujeando. Le gustaban los cuentos, pero no leer. Era bueno”, relató.