Triple A: desmienten a un testigo de la defensa de Curzio
“Armando Isasa hoy vive y tiene 95 años, era el ‘presidente’ del Partido Comunista de Dorrego. Le habían avisado que lo iban a matar y mi papá se lo trajo para Bahía. Vivió con nosotros muchísimo tiempo. En el año 74, 75”, mencionó Carlos Balbuena en defensa de Juan Carlos Curzio.
Fue el último testigo del juicio por 24 homicidios cometidos por la Alianza Anticomunista Argentina que se encuentra en etapa de alegatos. Consultado por la Fiscalía sobre quién perseguía a Isasa, Balbuena afirmó: “La Triple A”.
Según el mecánico, su familia convivió con el dirigente comunista “diez meses seguro”. “Juan Carlos Curzio iba a mi casa y lo tenía que ver”. La vivienda de Undiano 270 tenía su patio lindante con los fondos de la Comisaría Primera. Balbuena reconoció que Bahía Blanca no era un lugar seguro para un supuesto perseguido por la banda paraestatal pero “era más seguro que un pueblo como Dorrego”.
Balbuena tiene razón: Isasa vive y tiene 95 lúcidos años “recién cumplidos”. Lo que no es verdad es el resto de la historia.
En su casa del macrocentro bahiense, el ex militante se mostró “sorprendido” ante FM De la Calle por las declaraciones del amigo de Curzio.
“Yo vine a Bahía Blanca a buscar una casa con la perspectiva de trasladarme porque los dos hijos míos tenían necesidad de crecer en la universidad. Uno ya tenía el secundario y me obligaba a tener que venir porque no tenía condiciones económicas de costearlo desde Dorrego. Vine con un trabajo, una empresa que vendía fosfatizantes, a vivir a la casa de un compañero que no me acuerdo quién era, y un día fui a lo de Balbuena al taller y me dijo ‘vení a vivir ahí arriba si querés’”, contó.
Isasa sostuvo que fue por “un plazo no mayor a cuatro meses porque conseguí la casa en la que vivo en la actualidad y me vine con el hijo menor, mi señora se quedaba en Dorrego mientras yo hacía las refacciones”.
“En ese período de tiempo viví en lo de Balbuena (padre), nunca jamás lo vi a Curzio. En cuanto al Balbuenita chico tampoco lo conozco, no lo he visto nunca, al otro (su hermano) sí porque solía estar en el taller. Yo estaba muy poco, vivía en una pieza arriba, la casa estaba totalmente deshabitada”.
Isasa reafirmó que “de ninguna manera” llegó a la ciudad escapando de una persecución política. “Estando en Dorrego me llamaron a la comisaría a mí como a todos los jefes de partido o militantes destacados de cada una de las cosas, donde nos comunicaban, a mí me comunicó un muchacho con el que fui a la escuela, me dijo ‘mirá es para todos, no es para vos, no se puede hacer política, está suspendida por el gobierno la actividad política’. Le digo ‘yo casualmente ando con un despelote, no tuve más contacto con nadie, ni con la policía ni con nadie’”.
“He tenido problemas como tienen todos los militantes y los que se meten en lugarcitos que según el poder dominante no se deben de meter. Los inconvenientes y garrotazos que corresponden a la lucha de clases, no hay otra. Pero no en esa época”, aseguró.
Isasa comentó que “sabía que existía un Curzio como supe que había un italiano que no me acuerdo cómo se llamaba. El trabajo de la militancia no da tiempo para mucho deporte o distraer la atención de lo principal que es la lucha en la que uno invirtió muchos años de su vida”.
En cuanto a la relación entre Balbuena padre y Curzio, relató un comentario que recibió a partir del juicio. “El padre de Balbuena, que es un hombre de trabajo hoy tan viejo como yo, según me dijeron estos días, tuvo una discusión y Balbuena lo echó del taller cuando se enteró que Curzio andaba con una ametralladora en la Universidad del Sur”.
“Parece que ahora Curzio lo ha ido a visitar, el hombre está muy solito en un geriátrico y habrán reestablecido la relación. Yo al Negro hace mucho que no lo veo, éramos muy amigos. (…) El Balbuenita este dijo que (Curzio) es un buen muchacho, sí, pero los antecedentes los tiene”.
Isasa dijo que cuando era joven pensaba: “Ojalá dure muchos años porque a alguno de estos malandras sin vergüenza voy a ver presos, a algunos los vi finaos, pero pienso ver más”.
En ese sentido, destacó que “el pueblo ha hecho cambiar muchas cosas, ver un ex presidente y general de la Nación condenado a cadena perpetua hay que recorrer mucho mundo para encontrar otro caso igual, eso lo lograron las fuerzas democráticas argentinas”.
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