Un tercio de la población bahiense vive en la pobreza
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) durante el primer semestre del año la pobreza alcanzó al 33,7% de la población de Bahía Blanca.
Son 105.889 bahienses que reunieron los ingresos suficientes para alimentarse, vestirse, transportarse y cuidar su salud. Dentro de dicho grupo, hay 13.817 bajo la línea de la indigencia, es decir, que no tuvieron el dinero necesario para cubrir sus necesidades alimentarias.
La economista e investigadora del Conicet, Emma Santos, dijo a FM De la Calle que “la situación es bastante difícil, si bien era esperable y pudo haber sido peor de no haber habido ayudas monetarias, sin duda no alcanza para mantener los niveles de estos valores”.
Subrayó que le preocupa la primera infancia y adolescencia, “a nivel nacional el 56% de los niños son pobres, esto tiene que ver con la caída de la actividad. En Bahía la tasa de actividad y empleo cayeron 10 puntos del año pasado a este”.
“Si se amplia la mirada más allá de lo monetario, tenemos la dimensión de nutrición y alimentación, el déficit que implica estar por debajo de la línea de pobreza e indigencia. En lo que respecta a la educación me preocupa las implicancias de esto a largo plazo, obviamente todos están sin ir a la escuela, para los sectores más desfavorecidos esto es muy complicado. Aún cuando no se abandone la escuela puede afectar las capacidades cognitivas y de desarrollo. Hay que buscar maneras creativas para atender a estos sectores”, comentó Santos.
La economista agregó que “la pobreza monetaria suele ir de la mano con el ciclo económico, estamos en recesión y la caída de la tasa de actividades afecto a la población joven de 14 a 20 años, hay un desaliento y no buscan trabajo. Eso se ve traducido en los índices de pobreza monetaria”.
En relación a la política social local ante la emergencia opinó: “No estoy conforme, me parece que se podría haber abordado de otra manera, sí aumentó la entrega de bolsones ahora modificado con la tarjeta”.
Sin embargo, señaló que “cuando el monto es muy bajo la capacidad de elección se ve muy acotada, la tarjeta social es el beneficio más generalizado a nivel municipal tiene un monto bajo e igual para todas las familias, no importa el tamaño familiar”.
“Es ridículo, no es lo mismo mil pesos para una familia de tres que para una de seis. No ha habido demasiada innovación, más que la entrega de bolsones. Se podría hacer algo más creativo, que llegue de mejor manera, que focalice la ayuda y atienda a las particularidades demográficas de los hogares”.