Villalba, San Giuliano, Pollacchi, Ale y Peñalva
Por su comunidad fáctica, los hechos de estas víctimas serán descriptos de forma conjunta.
Al momento de los hechos, Jorge Ricardo VILLALBA vivía con su familia en la localidad de Tres Arroyos donde se desempeñaba como abogado y docente en el Colegio Nacional.
En septiembre de 1976, el ejército desarrolló un amplio operativo en aquella ciudad y secuestró a numerosas personas, entre las que se encuentran VILLALBA, SAN GIULIANO, POLLACCHI, ALE y PEÑALVA.
En el operativo intervinieron miembros de la Agrupación Tropas (Departamento III Operaciones del Comando Quinto Cuerpo de Ejército) y del Batallón de Comunicaciones 181.
En ese marco, el día 15 de septiembre de 1976, VILLALBA acompañó a un alumno suyo, llamado Norberto Omar PEÑALVA -cuyo domicilio había sido requisado por personal militar- a presentarse ante las autoridades militares en la Municipalidad. Allí ambos fueron privados de su libertad, y alojadas en el patio de la comisaría local, donde había decenas de personas en su misma condición.
Al día siguiente, se produjo un traslado de detenidos a Bahía Blanca. En esa oportunidad, fueron trasladados junto a los mencionados VILLALBA y PEÑALVA, Rubén POLLACCHI, Enzo SAN GIULIANO y Horacio ALE -estos últimos dirigentes sindicales-.
Una vez en Bahía Blanca, fueron conducidos al Batallón de Comunicaciones 181, y alojados en el gimnasio. Durante el cautiverio sufrieron interrogatorios y fueron sometidos a torturas.
Al cabo de una semana, VILLALBA fue llevado a la oficina de Osvaldo Bernardino PAEZ (Oficial de Estado Mayor integrante del Departamento III Operaciones del Comando Quinto Cuerpo de Ejército), quien lo anotició de que, si bien fue acusado de infundir el marxismo, el director del Colegio Nacional había dado buenas referencias suyas, por lo que recuperaría su libertad. El propio PAEZ llevó a la víctima a la terminal de ómnibus para regresar a Tres Arroyos.
Por su parte, POLLACCHI, SAN GIULIANO y ALE fueron liberados alrededor de veinte días después de su secuestro y PEÑALVA aproximadamente a los tres meses de su privación ilegal de la libertad.